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Cómo buscar trabajo mientras estás en otro (sin que tu jefe lo note)

Ante la creciente ola de insatisfacción laboral preguntamos a dos expertas en RRHH, captación de talento y cultura empresarial consejos prácticos para mover LinkedIn de manera eficaz pero discreta, herramientas para gestionar la incertidumbre y otras claves para cambiar de empleo.

Mujer huyendo de un trabajo que no le satisface.
Mujer huyendo de un trabajo que no le satisface.Getty (Getty Images/Westend61)

La próxima vez que estés en el trabajo mira a tu alrededor. Puede que trabajes en una oficina, en una fábrica, de cara al público, en una empresa más o menos grande, no importa. A simple vista parece un día más, todos centrados en sus tareas, pero dentro de ti una voz te pregunta si quieres seguir ahí, si tendrías opciones en otro lugar. ¿Existe algo más ahí fuera? No eres el único: tres de cada diez están pensando exactamente lo mismo.

Según una reciente encuesta de Infojobs un 27% de los empleados españoles planea mudar de empleo en los próximos años. Que un tercio de los españoles quiera cambiar de trabajo a corto plazo es una cifra sin precedentes. El estrés de la pandemia se ha sumado otros problemas que venían arrastrados como la falta de conciliación, los bajos salarios o la poca vinculación con el trabajo. Aquí no hablamos de una Gran Renuncia como en EE:UU., donde el año pasado cerca de 50 millones de trabajadores decidieron abandonar su empleo, o en Italia, donde afectó a más de un millón de empleados. Aquí fueron tan solo 30.000, una “dimisión discreta” en comparación, pero cada vez más estudios apuntan que no es por no compartir insatisfacciones sino por el mercado que nos rodea: a finales de 2021 nuestra tasa de paro era del 13%. «La situación en España es muy distinta porque si el trabajador abandona su puesto de trabajo no tiene grandes garantías de conseguir otro, salvo que hablemos de sectores o puestos de trabajo muy demandados», señala Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs. “En cualquier caso, no cabe duda de que se está produciendo un cambio de mentalidad en lo que se refiere a las prioridades del profesional español”. La cifra de quienes lo quieren dejar es histórica: bien por salud mental (32%), por las condiciones económicas (27%), por la experiencia de dedicarse a algo diferente (26%) o por la conciliación entre la vida personal y laboral (24%).

Muchas más cifras dirigen el dedo al mismo sitio. La ‘Guía del Mercado Laboral 2022’ elaborada por Hays España concluye que un 54% de los trabajadores se siente desmotivado y el 77% cambiaría de empleo si pudiera. La cosa no es nueva: el estudio global de Gallup sobre la satisfacción en el trabajo lleva años advirtiendo de una gran desmotivación (en Japón supera el 90%). La gran mayoría no se siente ni comprometido ni identificado con su empresa.

“Lo que todo el mundo quiere es un buen trabajo y no lo estamos brindando, particularmente a los millennials”, dice Jim Clifton, CEO de Gallup. Los nacidos entre 1980 y 1996 pertenecen a un universo muy diferente a los boomers, que deseaban el paquete de familia, coche y casa: ahora queremos un trabajo con un significado y permanecer en una organización que nos ayude a crecer y a desarrollarnos. Y eso lo ha cambiado todo: los millenials exigen crecimiento, revisiones anuales, cambios y la oportunidad de marcar la diferencia.

Está bien. ¿Y ahora qué?

Hablamos con dos expertas en Recursos Humanos, gestión del talento, búsqueda de empleo y selección de personal para que nos despejen las dudas que todos tenemos al trazar el plan que nos lleve a un nuevo empleo sin levantar sospechas en el nuestro.

Elegir el momento

“El mejor momento es cuando sientes que mereces más, que necesitas más y tienes ganas de más”, comienza Sara Granado, experta en gestión de talento, RR.HH. y cultura empresarial. “Muchas veces esperamos a buscar otro empleo cuando la cosa se pone fea o nos puede la desgana. Creo que lo diferente y sano es buscarlo mientras estés entera y tengas ganas. Es responsabilidad personal elegir lo mejor para mí. Si nos mantenemos en un empleo sabiendo que merecemos más podemos rozar un victimismo que no es sano”, dice. Algo así como saltar a tiempo: mejor hacerlo con el tren aún en marcha y no cuando ya se ha roto.

Hay señales, eso sí, que resultan inequívocas. “Necesitas un cambio urgente si te sientes mal después de la jornada, si notas desidia, te deprime pensar que hay que ir al trabajo… vamos, si asocias el trabajo solo con emociones negativas”, advierte Eva Porto, psicóloga especializada en RR.HH. con experiencia en el área de selección y recruiter muy seguida en Instagram, donde más de 700.000 perfiles siguen sus consejos sobre cómo potenciar su perfil profesional, mejorar la búsqueda de empleo y enfrentarse de manera más segura a los procesos de selección. “Para saber si es el momento necesitas definir cuáles son tus prioridades en el ámbito laboral (salario, plan de carrera, ambiente laboral, valores de la empresa, flexibilidad horaria, teletrabajo…) y qué concesiones estás realizando en tu trabajo actual. Si por ejemplo una prioridad para ti es pasar tiempo con tu familia y te es imposible en tu puesto actual… será el momento de buscar una oportunidad que se adapte más a tus necesidades”. En el momento de identificar alguna de estas señales sería conveniente reflexionar qué puedes hacer para cambiar la situación o si puedes hablar con tu responsable para mejorarla: “En caso de que no sea posible, no hay un momento idóneo: lo recomendable es hacerlo cuanto antes, porque la búsqueda puede alargarse en el tiempo”, añade esta experta. Las líneas rojas están en la salud, mental o física.

¿Qué hago con el sentimiento de traición?

Es algo muy común: la búsqueda secreta de un nuevo trabajo nos hace sentir que traicionamos a nuestra actual organización. “Sentimos que clavamos puñales por la espalda y nada más lejos. Ellos buscan al mejor talento, se renuevan, lo atraen, quieren a los mejores. Pues ya es hora de que tú quieras lo mejor para ti. Simple”, resume Sara Granado.

¿Se lo digo a mi compañera/amiga?

Ante un cambio de este tipo la necesidad de compartirlo con alguien que nos entienda (es decir, esa persona que conoce perfectamente tu situación y a tu jefe, o sea, la persona en quien confías en el trabajo) es casi irrefrenable. ¿Qué hacer? “Si empiezas a buscar una nueva oportunidad mientras trabajas necesitas mucha cautela porque si llega a oídos de tu empresa lo más seguro es que prescindan de ti. Por ello, no es recomendable comentarlo con compañeros porque aunque sean tus amigos o amigas, es posible que en un descuido se lo comenten a alguien de la oficina. Por el contrario, sí puedes contárselo a las personas de tu círculo cercano para buscar el apoyo necesario durante la búsqueda de empleo, que te avisen si conocen alguna oportunidad e incluso recibir algún consejo”, recomienda Eva Porto.

Cómo llamar la atención en LinkedIn (sin que se den cuenta en mi trabajo)

Llega el momento de salir al mercado. ¿Cómo consigo atraer a los reclutadores de manera clara pero discreta? Eva Porto nos da varios consejos prácticos: “La primera regla si estás en búsqueda de empleo mientras trabajas es jamás usar el ordenador, teléfono o correo corporativo para buscar trabajo porque pueden estar monitoreados. Dicho esto, estas serían cinco recomendaciones para ganar visibilidad en LinkedIn de forma discreta:

1. Completar y actualizar nuestro perfil pero desactivando las notificaciones para que no se anuncie al resto de contactos. Esto se puede configurar en la sección «Configuración y privacidad»>»Visibilidad»>»Comparte actualizaciones del perfil con tu red»> «Compartir ediciones de perfil».

2. Volver público nuestro perfil para que puedan ser accesible a los reclutadores. Se puede modificar esto en «Configuración y privacidad»>»Visibilidad»>»Configuración del perfil público».

3. No activar la opción de ‘Interesado en nuevas ofertas’. Aunque LinkedIn te permite solo mostrar tus preferencias laborales a técnicos de selección y ocultárselo a los que pertenecen a tu empresa, no pueden garantizar al 100% la privacidad. Por tanto, me parece algo arriesgado y es mucho más efectivo contactar a través de mensaje privado a las empresas que nos interesen.

4. Sé activo y trabaja tu marca personal. Puedes realizar publicaciones que te den visibilidad profesional transmitiendo tu punto de vista, hablando de tu experiencia, tus proyectos actuales… Pero no publiques nada sobre tu insatisfacción laboral o tu búsqueda de nuevas oportunidades.

5. Puedes unirte a grupos de LinkedIn relacionados con la búsqueda de empleo pero podrás conseguir que no sean visibles en tu perfil dentro del grupo en configuración y desmarcando «Mostrar grupo en el perfil”.”

¿Puedo comentarlo con algún cliente que podría ser un potencial empleador?

La respuesta es rápida: no. “No me parece algo recomendable comunicarle a los clientes tu búsqueda de empleo porque lo normal es que tengan contacto con otras personas de tu empresa y le comuniquen tus intenciones”, advierte Eva Porto.

Cómo salir a entrevistas sin que se enteren en la oficina

“Si te llaman para realizar una entrevista telefónica durante tu jornada laboral puedes comunicarles que en ese momento no puedes atenderles y que les llamas en cinco minutos o fijar otra hora. Lo mejor es que tengas esa conversación fuera de tu oficina y que puedas ir a algún lugar privado como tu casa o tu coche”, aconseja Eva Porto.

Y añade: “En cuanto a las entrevistas en persona, hay que tratar de fijarlas antes, después del trabajo o en la hora de comer. Lo normal es que el entrevistador se muestre flexible pero si no, otra opción es usar días de asuntos propios o vacaciones. En el trabajo puedes comentar que tienes asuntos familiares o realizar alguna gestión administrativa. En caso de que vayas a tu entrevista después de la jornada laboral, hay que ser cuidadosos y no vestir de forma llamativa. Por ejemplo: si siempre vistes informal y un día vas vestido de traje es posible que sospechen. Por ello, puede ser recomendable parar en casa para cambiarte o dejar algún accesorio en el coche”.

¿Se sorprenderá el reclutador de que pida confidencialidad?

“Por norma general, todos los procesos son confidenciales pero no está de más remarcar esto al reclutador y pedirle discreción con nuestra candidatura. Además, es tan habitual realizar un proceso de selección con alguien ya empleado que no le resultará extraña tu petición”, explica Eva Porto.

Qué hacer con las referencias

En esta fase del proceso la honestidad es algo fundamental. “¿Qué hacer? Ser sincero y comunicarles que es imposible darles referencias de tu empresa actual porque no les has comunicado que estás en búsqueda de empleo. Es algo muy habitual y lo entenderán perfectamente. Puedes ofrecer referencias de empresas anteriores o de compañeros con los que tengas cierta confianza y hayan dejado la empresa recientemente”, dice Eva Porto.

¿Y si me pregunta mi jefe?

Un tema delicado: “En mi opinión”, nos cuenta Eva Porto, “solo es recomendable reconocer que se está en búsqueda de empleo si sabes que el responsable tiene evidencias claras. En este caso habrá sido muy útil haber tenido una conversación asertiva previa donde le hubieras manifestado tus disconformidades con el puesto. También, podrás argumentarle que activaste tu búsqueda para conocer cuál era la situación del mercado actual, no como una decisión clara de cambiar de empleo”.

El mito “Prison Break”

Internet está plagada de artículos y posts que dibujan este tipo de situaciones como si se tratara del plan de escape de Michael Scofield, un tatuaje de la fuga perfecta. Hablan de ponerse una fecha, desarrollar un plan, un timeline y enfocarse en ese objetivo. Rocío Granado no recomienda este planteamiento: “Si estás atravesando una situación complicada en tu trabajo actual establecer fechas límites lo único que hará es aumentar la frustración y el autosabotaje si no lo consigues.
Yo creo que hay que estar atenta a las señales y por supuesto hacer algo diferente. Para que pasen cosas primero tienen pasar otras cosas: ese es mi consejo. Haz algo diferente que, aunque no te lleve a donde quieras, al menos te vaya sacando de donde estás”.

Herramientas para gestionar la incertidumbre

“Hay que ser muy inteligente y muy persuasivo. Trabajar en tu marca personal y jugar con el poder de las palabras es mi secreto. Publicar y crear contenido donde poder mostrar habilidades o lanzar mensajes, historias y anécdotas que muestren algo más de ti y de tu momento actual. Crear una red nueva, hacer nuevas conexiones y también elegir la honestidad. ¿Por qué no? Igual ya es hora de dejar de buscar en secreto lo mejor para nosotros”, opina Rocío Granado.

“Es normal que al principio pensar en un cambio nos genere miedos”, comparte Eva Porto. “Podemos pensar que nunca vamos a encontrar algo con el mismo salario, comodidades, funciones… Lo mejor es tener claro que las entrevistas de trabajo son bidireccionales y también debemos usarlas para evaluar si ese puesto encaja con nuestras preferencias. Al final de la entrevista puedes realizar preguntas sobre la cultura de la empresa, estructura, ambiente, funciones, salario, beneficios… Además, es recomendable enfocar la búsqueda como algo que no es no definitivo, es decir puedes empezar a buscar trabajo y que te des cuenta que realmente tu puesto tiene grandes condiciones. De esa manera, hasta es posible que tu búsqueda te pueda ayudar a valorar tu puesto actual”.

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