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Dos generaciones de mujeres unidas en el taller de Dior: ‘Alta Costura’, la película que cautivará a los amantes de la moda

Las actrices Nathalie Baye y Lyna Khoudri ponen el valor el trabajo de ‘les petite mains’ en un filme que llega a los cines el 22 de julio. Una historia para soñar con las creaciones de Alta Costura a través de una mujer que transmite a otra la grandeza de un oficio inspirado en “la belleza del gesto”.

La prestigiosa actriz francesa Nathalie Baye interpreta a la jefa de taller de Dior en el filme.
La prestigiosa actriz francesa Nathalie Baye interpreta a la jefa de taller de Dior en el filme.Wanda Vision

“Piezas de arquitectura efímera”. Así calificaba el propio Christian Dior a los vestidos de Alta Costura que salían de su atelier. La expresión no se quedaba corta: bajo sus directrices, les petite mains –como se conoce en francés a las costureras de estos talleres– ejecutaban los vestidos que después harían soñar al mundo entero. Piezas elaboradas durante horas y horas con los más selectos y ricos tejidos que sus creadoras jamás vestirán, pero que serían imposibles de ejecutar sin la pericia de sus manos entrenadas en el arte de bordar, colocar alfileres o moldear sobre el maniquí.

Esa es la realidad que muestra Alta Costura, la nueva película de la directora y guionista francesa Sylvie Ohayon. Una historia protagonizada por Esther, jefa de taller de la maison Dior a la que da vida la actriz Nathalie Baye, y Jade, una joven veinteañera que reconduce su incipiente carrera como ladrona profesional a la de costurera en uno de los mejores talleres del mundo y que está interpretada por Lyna Khoudri. Un filme que llegará a las salas el próximo 22 de julio y que, más allá de sumergir a los amantes de la moda en los entresijos del trabajo en un taller de Alta Costura, profundiza en la relación de dos mujeres de distintas generaciones y rinde homenaje al savoir-faire de las costureras. “Quería mostrar que detrás de toda esa opulencia hay gente normal que sabe hacer magia”, ha explicado en una entrevista la propia Ohayon.

Esta realizadora originaria del extrarradio parisino asegura reconocerse a sí misma en la relación de Esther y Jade –su hija prefirió mudarse junto a su padre cuando ella volvió a casarse y decidió criar como propia a su hijastra– y salpica de pequeñas pinceladas autobiográficas toda la película dotándola de mayor verdad y realismo. Sin embargo, la idea de centrar la acción en un taller de Alta Costura surgió cuando una buena amiga proveniente de la alta burguesía le pidió ayuda para encontrar un vestido de novia que ocultara su embarazo, una noticia nada bien acogida por su entorno a pocos meses de la boda. “La llevé a un taller al que tenía acceso en aquella época y nos recibieron las costureras. Les pregunté qué podíamos hacer para camuflar su tripa y me llamó la atención el sorprendente contraste entre la agilidad de sus dedos y su lenguaje de camionero. Fue entonces cuando las escuché decir ‘lo que cuenta es el gesto’. Esa frase se me quedó grabada y me dije que había que rendir homenaje a esas mujeres, a ese oficio”.

La solitaria vida de Esther da un vuelco cuando conoce a la joven Jade.
La solitaria vida de Esther da un vuelco cuando conoce a la joven Jade.Wanda Vision

Para encarnar y trasladar a la pantalla lo impecable de ese trabajo llevado a cabo por les petites mains, la directora recreó el aire versalleco de los primeros talleres del señor Dior en la rue François 1er en un antiguo ministerio en desuso y contó con la ayuda de Justin Vivien como asesora de costura. Su experiencia como diseñadora de vestuario para cine creando trajes históricos y sus más de doce años trabajando en Dior Héritage, los archivos de la casa Dior, en el departamento cultural y en los talleres de Alta Costura de la maison gala, la convirtieron en el perfil perfecto para dotar de mayor realismo a las interpretaciones de Nathalie Baye (Esther) y Lyna Khoudri (Jade).

En apenas tres o cuatro sesiones, el personaje de Esther pudo adquirir las maneras de una jefa de taller que lleva más de treinta años creando los vestidos de ensueño de Dior. Un gran desafío teniendo en cuenta que la propia actriz ha confesado que es “malísima costurera y apenas puede coser tres botones seguidos”. “En la primera cita intenté que las actrices dejaran volar la imaginación y se dieran cuenta de lo que iban a tener entre sus manos: materiales preciosos y vestidos que hacen soñar al mundo entero. Les expliqué que a la Alta Costura no se llega sin pasión, sin trabajo y sin disciplina”, confesó Justin Vivien. La experta tuvo la oportunidad de trabajar en 2013 en el vestido de noche ‘Francis Poulenc’ de la maison, un modelo que protagoniza la narración de Alta Costura conduciendo así a niveles insospechados el realismo de la cinta.

Para dotar de más realismo a las escenas, reconstruyeron un taller antiguo en un edificio en desuso.
Para dotar de más realismo a las escenas, reconstruyeron un taller antiguo en un edificio en desuso.Wanda Vision

“Lo que más me gustó es que aprendí a bordar”, asegura la actriz franco-argelina Lyna Khoudri, que da vida a la joven Jade. “También estuve en los talleres de Dior. Me acogieron muy bien y, al igual que le pasa a Jade, descubrí un mundo totalmente nuevo para mí. Es un universo casi obrero, con empleados que trabajan con horarios fijos y que comen juntos en la cafetería y eso me encantó”. Pero, sobre todo, la intérprete quedó conmovida por el encuentro entre dos mujeres que tienen prejuicios entre sí, pero aprenden a superarlos. “No es la historia de una burguesa y de una chica de los barrios del extrarradio, es mucho más compleja. Es lo que me encantó de la película: un prejuicio no significa nada, solo es una palabra”.

‘Alta Costura’ es un homenaje a las mujeres que han convertido «la belleza del gesto» en la base de una industria multimillonaria.
‘Alta Costura’ es un homenaje a las mujeres que han convertido «la belleza del gesto» en la base de una industria multimillonaria.Wanda Vision

La cinta llega en un momento en el que la industria de la moda no deja de poner en relieve el trabajo artesanal, la tradición y los oficios que hacen posible las creaciones que se suben a la pasarela. Grandes firmas han dado reciente protagonismo a sus petites mains, que incluso han salido a saludar al final de los desfiles, y Maria Grazia Chiuri, actual directora creativa de Dior, dejó entrar a la publicación especializada Business of Fashion en su taller para que el mundo entero fuera testigo del impecable trabajo de estas mujeres. Esa tendencia actual por reconocer el esfuerzo de quienes, hasta ahora, habían permanecido en la sombra, forma parte también del propósito de la directora. “La idea de aprender un ‘oficio’, y no un ’trabajo’, también viene acompañada del deseo, muy actual, de construir una columna vertebral que devuelva sentido a nuestras vidas. El personaje de Esther cree que no debemos llevarnos a la tumba nuestros secretos, nuestro savoir-faire. Y eso la honra”, ha explicado.

«Quería mostrar que detrás de toda esa opulencia hay gente normal que sabe hacer magia», sostiene Ohayon.
«Quería mostrar que detrás de toda esa opulencia hay gente normal que sabe hacer magia», sostiene Ohayon.Wanda Vision

Alta Costura se convierte así en una reivindicación de quienes están detrás de las grandes creaciones de moda, pero, sobre todo, en una historia de sororidad, herencia y comprensión entre dos mujeres. En palabras de la directora: “Me pareció importante enseñar que hay encuentros entre personas de diferentes creencias que tienen sentido”.

El resultado de dicho encuentro, a partir del 22 de julio en los cines. Puedes comprar tu entradas aquí.

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