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Xavier Dolan: “Utilizo mis películas para vengar a las mujeres”

El director canadiense estrena ‘Mommy’, otro reflejo de su obsesión por los personajes femeninos y la moda.

cover dolan
Getty
Héctor Llanos Martínez

El cineasta Xavier Dolan (Quebec, 1989) asegura que actuar es su pasión. De hecho comenzó a dirigir para asegurarse de que nadie le quitara un papel. Quería protagonizar la historia que había escrito, Yo maté a mi madre, y quería hacerlo a su modo, sin que ningún director desnaturalizara un relato casi autobiográfico. A sus 25 años ya va por su quinta película. Mommy muestra la relación basada en los extremos entre una mujer y su hijo adolescente e hiperactivo. Con ella ha ganado el Premio del Jurado del Festival de Cannes, compartiendo galardón de un modo más que simbólico con el nonagenario Jean-Luc Godard, uno de los padres de la nouvelle vague. Así es como regresa a los asuntos maternales de su ópera prima y, curiosamente, como ha logrado emanciparse de las eternas comparaciones con Almodóvar, de quien asegura apenas conocer su trabajo. Adicto a la moda y con una actitud que intenta sin éxito anular su fama de divo, este filme le acerca a un público más amplio y a lugares inéditos hasta el momento, como es el codiciado palmarés de Cannes o el emergente Festival de Cine de los Cabos, con el que llega a México por primera vez. El canadiense anuncia que se pasa al inglés en su próxima película que rodará con Jessica Chastain, pero antes tiene muchas papeletas para ganar con Mommy el Oscar a la mejor película de Habla No Inglesa. Sería el autor más joven en lograrlo.

Desea triunfar como actor y el mundo no para de celebrar su talento como cineasta ¿Le resulta frustrante?

Entiendo que la gente considere que soy un actor normalito. Últimamente me doy los personajes más aburridos y cedo los interesantes a otros actores. Pero amo tanto actuar que nadie imaginaría el tiempo que invierto con mis actores en el proceso de interpretación en mis películas.

'Mommy' trata del amor incondicional ante una enfermedad mental ¿Por qué casi todas su películas muestran, de un modo u otro, amor no correspondido?

El amor no correspondido ofrece todo lo que necesita la narrativa de una película. Ese tipo de relaciones tiene un comienzo, un desarrollo, un clímax y un fin. Es trágico y triste, pero efectivo desde el punto de vista ciematográfico. Todas mis películas hablan de personas que se encuentran, intiman, viven el mejor momento de su existencia y la vida los separa sin que ellos lo decidan.

Cada vez que prepara una nueva película se entierra en revistas de moda. ¿Es igual de adicto a ella en su vida cotidiana?

Es una parte muy importante de mi vida, algo que me define. Considero que es un modo de arte. Ahora mismo adoro a Dries Van Noten (la camisa que llevo ahora mismo es suya). Y Dolce & Gabbana, quizá no su lado más extravagante, pero me gusta lo juvenil y llamativo de sus propuestas.

Es muy relevante el lugar que da en su cine a las actrices y a los personajes femeninos.

He sido criado por una mujer divorciada. Fue quien me cuidó. Incluso a mi padre lo relaciono con mi abuelas, mi tía y mis primas. Me he pasado la vida observando a mujeres desde todo ángulo posible. Las he visto luchar por un lugar en la sociedad que al hombre le viene dado desde el nacimiento. En la vida no siempre somos fuertes o exitosos, así que utilizo mis películas para vengar a las mujeres y darles siempre la opción de ganar. Aunque no significa que retrate a las mujeres que conozco.

Su imagen pública es la de una persona que no duda, pero sus películas desvelan que probablemente esté llena de ellas.

Claro que tengo dudas en la vida. Muchas más que certezas. Uso las dudas para crear. Un artista que no duda, que no cuestiona su obra ni a sí mismo es un fraude. Las entrevistas o actos públicos son trabajo y muestro uno de mis rostros, sin dejar de ser fiel a mi mismo. Porque no es que sea una persona tímida o especialmente torturada.

¿Y que hay de sus miedos?

Tengo muchos miedos irracionales. Como despertarme por la noche en medio del océano. El más racional y profundo es el de no ser capaz de volver a contar historias. Que llegue un momento que nadie quiera invertir en mis películas. O que, aunque me busque la forma de seguir creando, no tenga el tiempo suficiente para contar todas las historias que tengo en mente.

Uno de los fotogramas de ‘Mommy’.

Cortesía de Avalon.

Tras Cannes dijo que deseaba hacer un parón en su carrera por sentirse exhausto.

Hacer películas no me agota, pero viajar y hacer entrevistas sí.

¿Tanto odia a la prensa?

Depende. No me gustan las malas intenciones. He pasado grandes momentos con periodistas. Hemos tenido grandes conversaciones, hemos reído, hemos compartido recuerdos y a veces incluso secretos y, al leer el artículo, me he dado cuenta de que no habíamos tenido para nada la misma experiencia. Y también que literalmente solo tenían la intención de hundirme. No sé por qué alguien querría hacer algo así. Me alegra generar reacciones en la gente, pero el odio no es sano ni productivo de ningún modo.

Tras pronunciar su discurso de agradecimiento en Cannes, que admitió haber escrito pensando en la Palma de Oro, dio la sensación de que no estaba contento con compartir el premio con Godard. ¿Considera que en ocasiones se malinterpretan sus reacciones o sus palabras?

Nunca dije que me decepcionara obtener un premio inferior a la Palma de Oro o compartir el premio con Godard. Solo dije que no soy fan de su obra. No me considero malinterpretado. Lo que creo es que en muchas ocasiones no se me quiere entender. A eso me refiero con malas intenciones.

¿Por qué se pasa al inglés para rodar su nuevo proyecto 'The Death and Life of John F. Donovan'?

No es que me apetezca hacer películas al estilo estadounidense, pero la historia que deseo contar esta vez transcurre en inglés. Será con Jessica Chastain. Es una película sobre las películas y el negocio que las rodea. No exactamente una sátira, porque lo que voy a hacer es más trágico y dramático, cercano a Bergman, aunque a mí me gusta pensar en que su estilo es una sátira.

Dejó de estudiar a los 17 y aprendió inglés viendo 'Buffy Cazavampiros', 'Angel' y 'Embrujadas'.

Utilizaba los capítulos para estudiar con mi profesora particular. Cuando uso algunas palabras todavía recuerdo el capítulo y la escena exacta con la que la aprendí.

Además de sus métodos de aprendizaje del inglés, sus película favoritas son 'Titanic' y 'El Señor de los Anillos'. Es claramente fruto de la cultura pop, como demuestra su cine. ¿Por qué cree que personas que le doblan la edad están empeñados en relacionarlo con la intelectualidad?

(Encoje los hombros y gira las palma de la mano hacia arriba). Supongo que proyectan sus propios asuntos en mis trabajos. Está muy bien que generen algo así en el espectador. Sí que considero que en muchas ocasiones se sobreanalizan mis películas. Lo que muestro en ellas o el modo en que lo hago está casi siempre más relacionado con los sentimientos que con la mente o las referencias intelectuales.

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Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.

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