SpY, el amo del arte urbano español

Empezó a grafitear en los ochenta inspirado por las pinturas que veía en la calle y la poderosa atracción de ver su nombre en todas partes. Desde ese momento y de forma autodidacta, SpY fue desarrollando sus pinturas y perfilando las señas de un estilo propio. Fue a mediados de los noventa cuando este madrileño comenzó a evolucionar hacia el arte urbano. No le hizo falta matricularse en una escuela para tener las ideas y el talento necesarios. ¿Su objetivo? Conseguir que el transeúnte se identifique con lo que hace. ¿El medio? La calle. ¿Su seña de identidad? Las ideas sencillas trasmitidas con humor e ironía. “El arte para mí es un medio para expresar y comunicar mis ideas. La urbe es mi soporte artístico, me ofrece grandes posibilidades para realizar mis obras actuales”, explica a S Moda.

Aunque nadie le ha puesto cara, puesto que prefiere trabajar desde el anonimato porque considera que "lo realmente importante es la obra y que la gente la disfrute", su trabajo es conocido en todo el mundo. Este halo de misterio que envuelve a su persona, sumado a que trabaja en el entorno urbano, han hecho que sea conocido como el 'Banksy español' (aunque él confiese no sentirse identificado con ese calificativo) y remarque que su obra es diferente a la del exitoso artista británico. SpY bebe de otros creadores: “Me inspiran disciplinas como el Land art, el Pop Art o el Surrealismo. Y artistas de diversas épocas… desde Gordon Matta-Clark, Andy Goldsworthy o Keith Haring hasta el español Santiago Sierra”, afirma.

España, Francia, Alemania, Polonia, México, Estados Unidos o Japón son algunos de los países en los que ha realizado sus intervenciones artísticas. “A veces es el lugar el que me sugiere una idea. Otras, una idea o circunstancia social me llevan a una determinada ciudad y otras, simplemente quiero contar algo y busco la mejor manera de hacerlo”, reflexiona. “Procuro ser receptivo al diálogo con la ciudad, que ha sido durante años el marco donde me he expresado y he comunicado mis ideas”, continúa. Algunas de esas abstracciones le han llevado a pintar palabras como 'Think', 'Lee' o 'Amor' en las fachadas de edificios, a modificar señales de tráfico o a interactuar con espacios deportivos, uno de los temas recurrentes en su obra: “Los espacios deportivos están presentes prácticamente en todas las ciudades del mundo. Me gusta trabajar en ellos y descontextualizar las reglas del deporte provocando el desorden y el caos desde su contexto y contenido original”. Su última obra (y de la que más orgulloso está) es 'Cameras'. Se trata de una reflexión sobre la convivencia diaria con la tecnología y quienes están detrás de ella, que le ha llevado a instalar 150 cámaras en la fachada de un madrileño edificio con el propósito de no vigilar nada. “En el barrio hubo reacciones muy diversas, desde quienes lo veían como una forma de decorar la fachada, hasta quienes se preguntaban si estaban encendidas e incluso interactuaban con ellas”, comenta el artista.

Edificio madrileño protagonista de la última obra del artista: ‘Cameras’.

SpY – www.SpY-urbanart.com

Sus creaciones no están autorizadas ni tienen aspecto institucional. Aunque los detractores de este tipo de arte las tachen de vandalismo, "quienes las identifican y están dispuestos a dialogar con la ciudad reaccionan positivamente, conectan con la obra y pasan a formar parte de ella. Incluso, los hay que piensan que se trata de un acto espontáneo y gratuito". Nada más lejos de la realidad. Existe, por supuesto, todo un proceso de creatividad previo. Es el propio SpY el que se encarga de llevarlo a cabo desde la idea hasta la ejecución pasando por la documentación; aunque en piezas de gran envergadura (en las que intervienen incluso grúas), cuenta con un equipo que le ayuda. Y, también conllevan un coste: “Financio mis proyectos gracias a la venta de mis obras o a mis colaboraciones con museos y galerías”, revela. A pesar de ese tipo de cooperaciones, SpY aclara que nunca ha buscado la atención del sistema del arte y que carece de sentido intentar emular en un espacio cerrado el contexto que rodea a sus producciones.

El arte urbano estrecha su relación a pasos agigantados con la moda. SpY, que también es autor de algunos proyectos reaccionarios contra esta industria, (otro de los motivos por los que es considerado el 'Bansky patrio') considera que es lógica la relación entre ambas expresiones: “Las grandes firmas absorben las tendencias de los creadores para acercarse más al público. Las propuestas más innovadoras nacen en muchas ocasiones de la espontaneidad de la calle y blogueros e influencers las trasladan a los directores artísticos de las marcas”. Uno de estos influencers, Kanye West, habló positivamente del trabajo de SpY en su blog. Y conociendo la afición que tiene el rapero por pedir a sus artistas favoritos que personalicen los regalitos que hace a su amada Kim, la pregunta de si pintaría para West es obligada. “Si surgiese la ocasión, estudiaría la propuesta. No sería la primera vez que me ofrecen este tipo de colaboraciones”, contesta. Si el azar propiciase dicha cooperación, solo queda esperar que el resultado sea de mejor gusto.

Pintura de la palabra ‘Lee’ sobre un edificio en un decadente barrio madrileño. Aunque actualmente ya no existe, esta obra reportó atención al barrio siendo escenario de películas y series de televisión.

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Pirámide elaborada en la ciudad de Vitoria mediante vallas de contención peatonal

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Reformulación de la utilización de una rampa de ‘skate’ simulando un campo de fútbol.

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Intervención realizada en México DF como parte del proyecto ‘Words Alive’.

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150 cámaras de seguridad falsas sobre la fachada de un edificio con el propósito de no vigilar nada.

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‘Piensa’, palabra pintada en la fachada de un edificio de la ciudad de Katowice (Polonia).

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