_
_
_
_
_

Cómo elegir un vibrador para no echar de menos a los amantes de verano

El mundo de la juguetería ofrece una gran variedad, por eso es importante tener una guía para elegir el mejor modelo según nuestras necesidades.

vibradores-cover
Getty

El verano siempre ha sido la época perfecta para conocer gente nueva. Se viaja a sitios diferentes, se tiene más tiempo, se realizan más actividades sociales… Pero este verano también va a ser diferente en eso. Intentamos reducir nuestro círculo social, y el sexo ocasional sigue teniendo sus restricciones . Esto no tiene por qué traducirse en olvidarse de la sexualidad, pero a lo mejor preferimos un vibrador como amante para este verano.

Como aportan desde la marca de juguetería erótica de LELO, «hemos visto cómo el confinamiento y su correspondiente cambio de hábitos se ha visto reflejado en las ventas de juguetes eróticos. En nuestro caso, las ventas en la web aumentaron hasta un 72% en España durante la última semana de marzo y el mes de abril. Actualmente, ese incremento se mantiene en un 33% respecto al mismo periodo del año anterior».

No son pocas las personas que han redescubierto el autoerotismo durante el confinamiento. Pero no todo el mundo se ha sentido con ganas de disfrutar de su sexualidad o ha tenido tiempo y espacio para estar a solas. Es por ello que quizás este verano sea otro buen momento para el autodescubrimiento.

«Las vacaciones propician el deseo y las ganas de probar cosas nuevas, ya que tenemos menos estrés y más tiempo para dedicar a nuestra vida erótica. La juguetería y la cosmética especializada pueden ayudarnos a crear e intensificar nuevas y excitantes experiencias», explica Esperanza Gil, sexóloga y responsable de Amantis Russafa.

La pregunta es, ¿cómo elegir un vibrador que no nos decepcione cuando hayamos llegado a nuestro destino?

Un momento para experimentar

La primera idea a tener en cuenta es si queremos elegir un juguete aprovechando que vamos a tener más intimidad durante un viaje, o si al contrario, tendremos más tiempo para experimentar cuando nos quedemos en casa. También si vamos a convivir con más personas durante nuestras vacaciones o no. «Por ejemplo, si una persona se va de camping, seguramente se adaptará mejor a sus necesidades un juguete pequeño y de pilas o uno recargable pero con una buena batería. Igual si viaja a países donde el acceso a la energía eléctrica es complicado«, apunta Oscar Pierre, responsable de Lys Store. «También se tendrá en cuenta si viaja en avión (poco espacio en la maleta), en coche (más posibilidades de cantidad de equipaje), con niños o sin ellos, etc».

Otra cuestión a tener en cuenta es si somos vírgenes en el mundo de la juguetería o queremos avanzar dentro del nivel experto. Sobre esta cuestión Elsa Viegas, fundadora de Bijoux Indiscrets, aporta sus propias ideas. «Para principiantes con vulva recomendaría un estimulador externo, para descubrir su clítoris, mientras que para principiantes con pene, hay masturbadores divertidísimos como las ‘mangas’ de silicona, muy suaves y con texturas, que añaden mucho juego a solas y en compañía». Más allá de la zona genital, Viegas no olvida que hay otras zonas del cuerpo con las que experimentar, también quizás por primera vez en este verano. «Si buscan iniciarse en el placer anal, un mini plug es buena idea, eso sí, siempre con tope, y sin empezar con juguetes muy voluminosos».

Experimentar nuevos caminos

Por otra parte, Esperanza Gil reflexiona haciendo una analogía con el mundo de la moda. «Está bien tener algo cómodo y algo básico que siempre funcione, pero de vez en cuando es divertido arriesgar». Por eso anima a los más expertos a salir de los básicos este verano y apostar por incorporar nuevas herramientas de placer.

Por ejemplo, la sexóloga propone que es “un momento fantástico para probar el sexo acuático gracias a los lubricantes de silicona que no se diluyen”. O a falta de tener pareja, también puede ser el momento de probar un vibrador que pueda ser sumergible o que pueda utilizarse en una ducha fresquita.

Otra cuestión es dejarse arrastrar por las modas, si es que aún no lo hemos, como ocurre con los famosos succionadores. Como apuntan desde LELO, estos siguen siendo el producto estrella. «El succionador de clítoris ha supuesto una auténtica revolución en el mundo de los juguetes eróticos desde hace algunos meses, y esta tendencia se mantiene».

Pero por suerte, este no es el único juguete que está de moda. “Ahora, con el verano, los juguetes especialmente diseñados para parejas, que aprovechan para pasar juntas las vacaciones, también se encuentran entre los más demandados. Opciones que cuentan con un mando para controlar el juguete a distancia, son muy divertidas”.

Además, no hay que olvidarse de las tendencias masculinas. “En el caso de los hombres, los anillos vibradores tienen mucho éxito, ya que se sitúan en la base del pene y la parte superior vibra para estimular el clítoris de las mujeres. Los masajeadores prostáticos también gustan mucho”.

El tamaño y la forma también importan

Más allá de elegir el tipo de juguete, es decir, desde un dildo a un vibrador, pasando por un masajeador o un estimulador anal, queda por decidirse entre la amplia variedad que encontramos de cada modelo. Tener mucho donde elegir es una ventaja, pero a veces también puede ser un dolor de cabeza si no sabemos con qué criterios guiarnos.

«Si no vamos a quedar en casa, es el momento de experimentar, de dar rienda suelta a nuestros deseos, por lo que se adquieren todo tipo de juguetes, incluso de mayor tamaño. En cambio, si vamos a viajar optaremos por juguetes más pequeños y fáciles de llevar en nuestras maletas: anillas vibradoras, pequeños estimuladores de clítoris, y todo tipo de complementos como cremas estimuladoras, lubricantes, preservativos…», apunta de nuevo Oscar Pierre.

Como también matiza Elsa Viegas, «para viajar, sobre todo en cabina de avión, se ha de tener en cuenta el volumen de los juguetes y la capacidad de los envases de los geles (que solo pueden contener hasta 100ml) y tener en cuenta que en el control de seguridad te pueden hacer abrir la maleta para ver que es en caso de que tengan motor».

Por último, la sexóloga Esperanza Gil recuerda que los juguetes sexuales no solo son una cuestión práctica. También deben hacernos sentirnos cómodos y seducirnos a la vida. En este sentido no solo hay que tener en cuenta el tamaño, sino aspectos como el tacto o la forma.

«Es importante iniciarse con aquellos dispositivos que nos sean agradables a la vista, al tacto e incluso activen nuestra fantasía. Lo ideal es escoger un juguete fácil de manejar y en el caso de incluir tecnología como la vibración, que ofrezca un amplio espectro de intensidades para comenzar desde el más suave para evitar habituarnos y continuar sorprendiendo a nuestro sistema nervioso con esas deliciosas ondas de placer».

Al final, como en cuestión de amantes, no hay un juguete definitivo, todo depende de nuestros gustos y de lo que nos apetezca en cada momento. Aunque, a diferencia de los amantes, siempre está bien contar con algunas pistas y ojear el manual de instrucciones, para ir sobre seguro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_