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Matrimonios felices y cornudos: ¿por qué incluso la gente que está bien es infiel?

Las aventuras no siempre vienen motivadas porque haya un problema en la relación principal. A veces las personas buscan solo salir de la rutina y explorar nuevas sensaciones. El problema reside en que si la relación no es abierta, recomponerla después de un engaño es un tarea muy difícil.

Una escena de la serie 'Mad Men'.
Una escena de la serie 'Mad Men'.Cordon Press

En El dilema de la pareja, la terapeuta de relaciones amorosas Esther Perel analiza las luces y sombras de la infidelidad, y si hablamos de “luces” es porque, según ella, pese a lo que el discurso contemporáneo defiende, las hay. “La infidelidad dice mucho sobre el matrimonio –no sólo de tu matrimonio, sino del matrimonio como institución–. Encontramos personas que se preocupan profundamente por el bienestar de sus parejas incluso mientras les mienten, así como muchas de aquellas que han sido traicionadas continúan amando a quienes les mintieron y quieren encontrar una forma de seguir juntos”, escribe la autora, que ofrece un acercamiento hacia la infidelidad más compasivo de lo habitual.

Lara Ferreiro, psicóloga y colaboradora de la plataforma de citas extramatrimoniales Ashley Madison, asegura que nos hallamos ante un cambio de paradigma respecto a cómo entendemos las relaciones de pareja y que para muchas personas, la felicidad no tiene que ir necesariamente vinculada con la monogamia. “Cada vez más parejas eligen abrir su relación. Saben que el enamoramiento dura de uno a dos años de media y que luego, con cualquier pareja se aburrirá igual. En lugar de cambiar a la pareja, cambian la forma de entender las relaciones de pareja. Para muchos sexo y amor son cosas diferentes, son más racionales y saben separarlo. Al igual que nos enamoramos varias veces en la vida, también nos pueden atraer nuevas personas;  es normal que tengamos nuevas necesidades a lo largo de los años. Para muchos, esto no quiere decir que no seamos felices con nuestra pareja, sino simplemente que queremos disfrutar, vivir nuevas experiencias y aventuras. Por ejemplo, los usuarios de Ashley Madison se involucran en una amplia gama de comportamientos emocionales, como compartir secretos, dar regalos, conductas tecnológicas en línea, sexting, etc”, asegura.

Mientras que antaño muchas personas tenían aventuras porque el matrimonio no era la cuna del desenfreno y de la pasión, hoy muchos entienden que esa pasión debe formar parte del pacto matrimonial. Sin embargo, como aclara Esther Perel  en ‘The Atlantic’, “no son nuestros deseos los que hoy son diferentes, sino el hecho de que nos sentimos autorizados e incluso obligados a perseguirlos”.

Matrimonios felices y cornudos

Pero, ¿por qué quienes tienen un matrimonio feliz, en ocasiones son infieles? “Esto sucede también por las altas expectativas del matrimonio. Al llegar a la etapa de casados, muchos advierten que a pesar de tener esa felicidad que tanto ansiaban, no es perfecta. Es en este momento cuando aparecen las aventuras extraconyugales. La búsqueda de otra versión de uno mismo también puede ser una de las razones más poderosas y muchas veces, está ligada a indagar en prácticas que nunca se han probado o se han reprimido con su pareja. Al final, el ser humano tiende al aburrimiento cuando ve el mismo estímulo cada día. Necesitamos variedad”, dice Ferreiro. “Una infidelidad puede ayudar a evolucionar a la pareja hacia algo más real y puede hacer que se generen nuevas ideas. Esto nos ayuda a abrir la mente y conocernos un poco mejor”, añade la psicóloga Ferreiro.

Existen varios motivos por los que las personas felices son infieles:

– Autoexploración y el autodescubrimiento

“La infidelidad te lleva al autodescubrimiento porque te estas saltando los límites morales, y eso hace que te replantees cosas”, comenta la sexóloga Mariona Gabarra, asesora de Gleeden, plataforma de citas extramatrimoniales. Esther Perel señala que muchos de sus pacientes infieles, pese a ser felices con sus parejas, hablan de las aventuras amorosas «como de una forma de autodescubrimiento».

Problemas sexuales

“Cuando alguien comete una infidelidad, suele ser porque el sexo falla o porque no hay ni deseo, ni pasión. La trayectoria siempre es igual: la sexualidad falla y por ello, la persona se plantea por qué está fallando y lo pasa mal. Llega a la conclusión, tan extendida y errónea, de que es normal que cuando las parejas llevan cierto tiempo, esto ocurra, como si hubiera que aguantar. Es habitual llegar a esa conclusión porque se supone que el amor, el cariño y la rutina son las cosas más importantes en una pareja, cuando en realidad, lo es la sexualidad, al ser la parte más íntima. El siguiente paso es que al pasar el tiempo, esa persona piense que no puede vivir sin esas experiencias sexuales y dé el paso de ser infiel. Esto ocurre porque no tenemos herramientas para resolver nuestra sexualidad en pareja”, asegura Mariona Gabarra.

– Sentir emociones nuevas o exiliadas

Las personas felices que engañan pueden ser infieles para experimentar emociones nuevas. “A través de una aventura sexual, una persona puede descubrir deseos, vivir nuevas experiencias íntimas, sentirse vivo, deseado y conocer una nueva versión de sí mismo. Hay quienes se sienten jóvenes de nuevo o reviven la pasión perdida dentro de ellos. Una aventura es muy atractiva, porque aumenta la autoestima y las hormonas se disparan. Cuando vivimos una aventura amorosa, vivimos en una burbuja llena de adrenalina”, dice Lara Ferreiro.

Aunque es importante explicar los motivos por los que hay gente que está feliz con su pareja y, pese a ello, le es infiel, esta no es ni mucho menos una oda a la infidelidad. Como resalta Mariona Gabarra es muy difícil reconstruir la pareja tras una infidelidad no consentida. “La infidelidad es una traición que emocionalmente afecta muchísimo y puede dañar mucho la seguridad del engañado. Tener relaciones extramatrimoniales puede ser positivo, pero si se considera una infidelidad por las normas o por lo que hay marcado dentro de la pareja, deja de serlo. La pareja tendrá que sentarse y marcar unos nuevos límites, algo que es complicado”, explica.

Para finalizar, tengamos en cuenta que no es necesario, por ende, que haya un problema en la relación para que una aventura se interponga. Como dice Esther Perel a la periodista Natasha Lunn, autora de Hablemos sobre el amor: amantes, deseo, rupturas, familia, soledad y amistad, “incluso la gente feliz lo hace. Se puede tener una muy buena relación con alguien y amar su vida común, pero puede aparecer alguien con el que conectas mucho que no tiene nada que ver con que ocurra algo malo en la relación principal. Sin embargo, sí tiene algo que ver con el pasado, los anhelos y con las partes perdidas de quién eras entonces”. 

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