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Prepara los pañuelos: cine para llorar

En cada década surge una película lacrimógena que engancha a toda una generación. La última, Bajo la misma estrella, promete reventar la taquilla y, por su puesto, el llanto.

Cine para llorar
Cordon Press

Hazel tiene 17 años, una madre exasperante y cáncer de tiroides. Obligada a asistir a un grupo de apoyo para pacientes, allí conoce a Augustus. La enfermedad de él está en remisión pero le costó perder parte de una pierna. Como dijo un crítico: «No la vea con alguien a quien quiera impresionar. Acabará hecho un adefesio de tanto llorar, o parecerá un psicópata si no derrama ni una lágrima».

Bajo la misma estrella, basada en una muy popular novela para adolescentes, se ha convertido en el superéxito sorpresa de la temporada en Estados Unidos y ha resucitado un género y hasta una palabra, weepie –película para llorar–, que parecían desterrados de los primeros puestos de las taquillas, generalmente poblados de sagas y superhéroes. Si el gran melodrama, según el crítico de EL PAÍS Jordi Costa, «desafía la moral de la época y transgrede tabúes», el weepie, su hermano blando y comercial, la reafirma.

La década se inauguró con el monumental weepie de Patrick Swayze y Demi Moore.

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El filme ni siquiera aparecía en la Dirty Dozen, la lista que el oráculo Doug Creutz publica cada 1 de mayo con su predicción de los bombazos del verano. Y sin embargo, su estreno, que se calificó de «astronómico», destrozó a otras como Al filo del mañana, el vehículo de lucimiento de Tom Cruise. Semanas después, el éxito se ha repetido en países como Reino Unido y todo indica que TFIOS (como la llaman los fans por sus siglas en inglés, The Fault in Our Stars) arrasará también en España, donde se ha estrenado este fin de semana.

El diario de Noah es muy propia de su época: un miniclásico de culto masivo que lanzó al estrellato a Ryan Gosling y a Rachel McAdams.

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El analista de taquillas Jeff Bock sí predijo el fenómeno y lo explica así: «La novela ya tenía fans entregados y Fox tuvo el acierto de alistar al autor, John Green, como colaborador». En efecto, el escritor ha movilizado a un núcleo duro de seguidores, sobre todo chicas adolescentes y veinteañeras. «Las mujeres están mal servidas por la industria y cuesta acertar con el material que las arrastre a los cines», reflexiona Bock. Si hace 20 años muchas quemaron el VHS de Ghost y hace 10 ocurrió lo propio con el DVD de El diario de Noah, quizá ahora descargarán BLME como si no hubiera mañana.

Antes de Shailene Woodley, Ali MacGraw ya interpretó en Love Story a una enamorada enferma, junto a Ryan O’Neal.

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