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¿Cómo encontrar el sentido del hogar siendo ‘millennial’?

El podcast Personal y político despliega conversaciones sobre las movidas existenciales de la generación millennial y Z. Una mezcla perfecta entre traumas y teoría sociológica. 

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2020 será recordado, entre otras muchas cosas, como el año que nos condenó a quedarnos en casa. Pero, ¿qué pasa cuando tu casa no es precisamente tu hogar? La pandemia nos ha obligado a confrontarnos con ese espacio crucial que determina nuestra vida, nuestro bienestar y nuestra salud mental. ¿Cómo se percibe, por ejemplo, el sentido de hogar en los pisos de estudiantes? ¿O cuando estás condenado a no poder irte de casa de tus padres? ¿Cuando tu concepto de casa se reduce a una habitación? ¿Cuándo los precios inflados de un mercado voraz como el inmobiliario impiden arraigarse en ningún sitio? El viralazo o drama doméstico de la enfermera contagiada de covid Elena Cañizares y sus compañeras de piso ya nos mostró hace unas semanas lo frágil y difícil que es hacer un hogar ese supuesto espacio de seguridad donde, en teoría, te cuidaránde un piso compartido. 

Mudanzas, homesickness, casas familiares que se desmontan sin que nadie te pregunte, vivencias más o menos felices con extraños compañeros de pisos o crushes amistosos surgidos en la cocina, aprender a hacer de tu casa un espacio de autocuidado o una pequeña comunidad de afectos. Cada una de estas situaciones se convierte en un desafío. Y, al final, el aprendizaje de que el hogar no solo es algo físico. Todo esto saca el episodio El hogar: la movida de estar en casa en tu casa al meter el dedo en la llaga de la casa. A los mandos de la autopsia: Sara Riveiro, creadora y anfitriona del podcast conversacional Personal y político, donde los millennials y los centennials nos explican cosas que les importan tanto a nivel personal como político. Es decir, issues. ¿Por qué me siento tan mayor escribiendo así? Si solo soy de la generación MTV. Va, me callo, mejor escuchar a Sara. Dentro podcast

En 2019, Nuria de Andrés Masa, compañera de facultad y amiga de Sara Riveiro, se fue a hacer una estancia de un semestre a Seúl. Allí decidió que iba a hacer un podcast sobre un tema que le atravesaba de lleno en ese momento: la añoranza del hogar. ¿Por qué no? Un podcast no era una mala excusa para conocer a gente en un lugar remoto. Así nació The Homesick project (si controláis inglés lo podéis escuchar aquí), una serie de ocho episodios (patrocinada, por, ¡hola!, Maisie Williams AKA Ayra Stark, quien apoya a creadoras a través de la plataforma Daisie App), donde Nuria analiza esa sensación que podemos llamar morriña o saudade de todo aquello que dejamos atrás cuando nos mudamos. Ya de vuelta a su piso de Getafe y en plena asunción de la nueva normalidad, charla en este episodio de PerYPol con Sara Riveiro, videollamada mediante, para contar no solo su proyecto si no un montón de reflexiones en torno al hecho de que tal vez los jóvenes más jóvenes tengan bien borroso el horizonte de ese legítimo derecho y necesidad vital que es construir un hogar. Sara tenía muy claro que quería tratar este tema con Nuria: “Encontramos el punto perfecto entre decir que las inmobiliarias son un cártel y que nuestra salud mental durante la pandemia depende de nuestro entorno, y como, en general, si no somos capaces de hacer que nuestro hogar sea un hogar os va a costar mucho más formar nuestra identidad o estar en paz con el mundo”.  

Sara y Nuria pertenecen a esa generación fronteriza entre la generación millennial y la gen Z. A Sara, nacida en 1997, le gusta imaginarse como parte de lo que llama generación Vine, bisagra entre las dos, entre YouTube y TikTok, entre la frustración millenial y la burla constante centennial. “Sabemos que los grandes relatos ya no tienen sentido pero todavía no sabemos si deberíamos intentar arreglar algo o prender fuego a todo”. Unos meses antes de que Nuria se marchara a Seúl, Sara, estudiante de Comunicación Audiovisual de la Carlos III, se había preguntado también por qué no montar su propio podcast. Inspirada por el argentino Mamá, no escuches esto, pensó que podría juntarse con amigas para desgranar el montón de sentimientos y pensamientos que se tienen a los veinte años “y con cero intenciones de pedir perdón por ello”. Además, el podcast podría ser una buena credencial para salir al mundo laboral audiovisual después de graduarse. Así nació la primera temporada de Personal y político, donde Sara charla, siempre muy bien acompañada, de movidas tan serias como la salud mental, el cuerpo, la autoestima y los cánones o el desarraigo (de nuevo el trauma de la falta de hogar). Todo es una movida. Tres temporadas después, PeryPol se ha colado entre los podcast tendencia de Spotify en 2020. A Sara le parece inconcebible. “No puedo asumir que 50.000 personas hayan querido estar una hora escuchándonos a mis amigas y a mí hablando sobre un mismo tema”. Lo más reconfortante es la relación que se establece con la audiencia. Sara cree que el público de los podcast en general tiene el factor trolleo muy atenuado. “No tienes haters: al ser un contenido más reflexivo y más pausado, las respuestas también lo son”. ¿Habremos encontrado el formato digital definitivo del buen rollo? 

Hay un texto precioso de Lucía Berlin en su libro de memorias Una noche en el paraíso en el que da un repaso de todas las casas en las que ha vivido. Conociéndola, es un convulso repertorio de desastres metereológicos y mudanzas arrebatadas, un fidedigno resumen de vida. El listado de episodios de un podcast también puede ser como un recorrido por las habitaciones de una misma casa. Casas en las que a veces te gustaría seguir conociendo estancias pero que sus dueñas pueden decidir cerrar un buen día por las más variadas razones. Sara ha decidido echar el cierre porque siente que, de alguna manera, se está dando una suerte de atomización de contenidos. “A día de hoy ya hay muchos podcast que cumplen la misma función que PerYPol”, y no quiere contribuir a una posible contraprogramación de temas o de miradas. Seguiremos pues atentas a los futuros movimientos de Sara Riveiro y sus compinches. De momento podéis escuchar (¡y ver!) el último episodio, La movida de cuidar, con toques y tocados navideños amén de un valioso contenido de otro de los temazos del año que se cruza directamente con la cuestión del hogar: la movida de tratar y que se nos trate como merecemos. Movidas. 

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