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Marta Gili: «Tengo la sensación que existe una alarmante involución, propiciada por los poderes políticos actuales»

En junio de 2006, y tras haber sido responsable de Artes Visuales de la Fundación La Caixa, ganó el concurso para dirigir el Jeu de Paume de París.

Marta Gili
Anna Malagrida

Tras casi 15 años como responsable de Artes Visuales de la Fundación "la Caixa", la crítica de arte Marta Gili se presentó a la convocatoria del museo parisino Jeu de Paume para escoger nuevo director. Ganó la plaza en 2006 y desde entonces dirige el centro. Desde allí responde a este cuestionario.

¿Qué proyecto haría que regresara?

Regresaría para participar en un proyecto, o activarlo, con objetivos bien definidos, sin ninguna “agenda secreta”. Lo haría para trabajar en un proyecto anclado en el convencimiento de que la cultura es patrimonio de todos y para todos y que no puede ser utilizada como moneda de cambio para ninguna estrategia política o de poder.

¿Qué diferencias encuentra de trabajar en España a hacerlo en París?

Hace siete años que trabajo en Francia. Fue complicado al principio, porque la parte administrativa era totalmente distinta a la que yo estaba acostumbrada. Desde el punto de vista artístico, la oferta en París procedente de otros museos y centros de arte es muy amplia y variada. Tuve que buscar el espacio institucional que permitiera al Jeu de Paume complementar la oferta ya existente y significarse en ese panorama local tan rico en propuestas de todo tipo. Creo que esto ya lo hemos conseguido y que el Jeu de Paume se halla bien identificado como un centro dedicado a la imagen y a los discursos entorno a la representación de la contemporaneidad. No ha sido, ni es fácil, pero existen los instrumentos y la energía para conseguirlo. Francia no es una panacea. Existen muchas contradicciones internas, pero casi siempre es posible contornearlas.

En cambio, yo no sé si esta tarea sería posible hoy en España, sobretodo en estos últimos años. Tengo la sensación que existe una alarmante involución, propiciada por los poderes políticos actuales, en cuanto al rol que la cultura debe tener en nuestra sociedad contemporánea y el posicionamiento de las instituciones culturales en el contexto local y global, con crisis económica o sin ella. Sé que mis colegas en los museos e instituciones culturales españoles batallan por defender, en la medida de sus posibilidades, el hecho de que el arte, la cultura y la educación no se pueden negociar con objetivos políticos, ni deben ser instrumentalizados con fines populistas. Pero sé también que cada vez es más duro para ellos. Desgraciadamente, tengo la sensación que hoy el intervencionismo del sistema en España es feroz.

¿Cómo se perciben el arte español en Francia?

Más que del arte español, yo hablaría de la creación artística contemporánea española y de su presencia en el extranjero. En concreto, en Francia, el interés por el arte español es notorio. En el Jeu de Paume hemos presentado en los últimos años, retrospectivas dedicadas a Jordi Colomer, Muntadas, Marc Recha, proyectos con Dora García, con Claudio Zulián y otros. Ahora en el 2014 vamos a presentar una retrospectiva de las películas del cineasta García Pelayo… Pero también en otros centros franceses ha habido este año y habrá en el próximo año amplias actividades o exposiciones en las que participarán artistas españoles. Afortunadamente, hoy la creación artística es móvil. No se pueden poner cercas al mar. Lo que debería hacerse, desde los poderes públicos, es ayudar a que esta circulación de conocimiento, de un lado al otro de las fronteras, pudiera realizarse en las mejores condiciones posibles. Y ello debería proceder de una voluntad política de acompañar y fomentar la creación artística contemporánea, en vez de imponerla, amañarla o instrumentalizarla para otros fines.

¿Cuáles son sus proyectos para el 2014?

Hace unos años leí en algún lugar que un “verdadero artista” es aquel que nos muestra “qué significa en la actualidad estar vivo”. Para mi esta simple frase revela una compleja y doble tarea para la creación artística: su imprescindible conexión con un sentido poético y narrativo de la existencia, y su consciencia del abrupto paisaje social, cultural y político en el que nos ha tocado vivirla.

En la programación que hemos preparado para el 2014 pienso seguir en la línea de presentar proyectos de artistas que, a mi modo de entender, están atentos, poética y políticamente, con lo que sucede a su alrededor. Me interesan las obras que producen nuevo conocimiento, que me alientan a saber de otra forma, a liberar la experiencia de los prejuicios.

Para el 2014, el fotógrafo francés Mathieu Pernot, el artista colombiano Oscar Muñoz o el americano Robert Adams, se hallan en esta línea. Y este mismo principio lo aplico también a las exposiciones de investigación de índole histórica, como la fotógrafa de origen húngaro Kati Horna o el americano Garry Winogrand. Sin embargo, exponer, no es solo mostrar, sino también, hablar de ello, hablar de las imágenes, de lo que muestran y también de lo que ocultan. Intercambiar palabras frente a las imágenes significa educar, educarnos a verlas y a analizarlas, discernir lo que queremos que estas imágenes nos digan, de lo que dicen o no dicen. Esta tarea es muy importante para nosotros en el 2014 y siempre: educar la mirada para entender mejor el mundo que nos rodea.

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