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Los mejores restaurantes de diseño de las grandes capitales europeas

Del matrimonio entre decoradores y hosteleros llegan estas direcciones que, desde su apertura, se han convertido en concurridos clubes sociales de artistas, estrellas y magnates.

Restaurantes europeos
Rob Whitrow, cortesía de India Mahdavi

Abrir «un templo de la comida, el arte, la música y la vida social» era el proyecto del empresario restaurador Mourad Mazouz. Y lo logró. El lugar escogido fue un edificio victoriano en Mayfair, Londres. Una dirección que se conoce como Sketch y cuyas cuatro plantas están ocupadas por los aclamados Lecture Room & Library, del chef Pierre Gagnaire (socio de Mazouz); la coctelería The Glade; el salón de té Le Parlour y The East Bar.

El quinto espacio en incorporarse ha sido The Gallery, propiedad del artista David Shrigley. En él nada se ha dejado al azar: desde la vajilla, que él mismo creó (a la venta en la boutique de Sketch, a partir de 100 euros la pieza), hasta los uniformes, firmados por Richard Nicoll. «Quería que fuesen elegantes y utilitarios, inspirados en los que se usaban en los restaurantes americanos de mediados del siglo pasado, pero con una visión muy actual y sofisticada», explicaba el diseñador británico. El resultado es un moderno mono gris para ellos y un minimalista vestido camisero para ellas.

El menaje de The Gallery fue un punto de partida para la decoración. «David me enseñó sus piezas, y lo único que me pidió fue que las mesas tuviesen manteles blancos para que destacasen», explica la interiorista India Mahdavi. También acordaron que en el lugar debía respirarse orden. «Este edificio tiene muchos locales muy concurridos. Quise crear algo estructurado, pero no exento de optimismo, como si se entrara en una mansión de una diva de Beverly Hills», puntualiza la decoradora egipcia. Así, esta sociedad de gastronomía, arte y diseño ha dado como resultado semanas de lista de espera para conseguir una de sus mesas.

Razzia, Zurich

Martin Guggisberg

Nuevos monumentos. Los inmuebles con pasados gloriosos, como Volt –el local de moda en Berlín propiedad del chef Matthias Gleib–, cotizan al alza en la hostelería europea. «Fue un milagro encontrar en Kreuzberg (Berlín) una central eléctrica abandonada y disponible», nos cuenta. Él mismo se encargó de transformar esta construcción de 1925, obra de Hans Heinrich Müller, en un espacio dedicado a renovar la tradicional cocina alemana.

Un palacio de 1840 en Helsinki –reformado en 1970 por Keijo Petäjä– es también hoy el restaurante mediterráneo Bronda. Un local con clientela del mundo del espectáculo que acude atraída por su chef Tomi Björck, estrella televisiva del programa Tomi’s kitchen.

E igual ocurre en París, donde la reapertura del japonés Kinugawa (inaugurado en 1984), con el chef Toyofumi Ozuru al frente, ha visto cómo una nueva generación de famosos ocupan sus mesas. De Jean Paul Belmondo o Saint Laurent han pasado a reservar Charlotte Gainsbourg y Michel Gondry.

Razzia. Studio Zurich ha reinterpretado el modernismo suizo en todos los salones del local.

Martin Guggisberg

The Gallery, Londres

«Beverly Hills en Mayfair o cómo renovar el estilo clásico y burgués de Hollywood». Así define este restaurante su interiorista, India Mahdavi. Un espacio –en el conocido edificio Sketch– que la egipcia diseñó como marco para que luzcan los 245 dibujos del artista David Shrigley, dueño del local. Platos británicos desde 15 euros.

Razzia, Zúrich

Fue el primer cine de la ciudad, inaugurado en 1922. Tras varias vidas (incluida una como cine X), renace como italiano y coctelería. Platos desde 26 euros.

Bronda, Helsinki

El quinto local de Tomi Björck y Matti Wikbergres reúne la esencia de Europa: platos españoles, ingredientes finlandeses, estética de brasserie y muebles italianos de Pedrali.

Bronda, Helsinki

Christa Björkstam

Kinugawa, París

Tras nueve años cerrado, este japonés reabre con nuevo look, obra de Gilles & Boissier. Su cocina es kaiseki (de delicada presentación). Menú por 65 euros.

MORDISCOS CREATIVOS

Exclusivos y todavía (casi) desconocidos. Ése es el motivo por el que las personalidades de la moda, el cine, el arte y el diseño los escogen para cerrar acuerdos, comer y brindar por sus éxitos.

Alpha, sídney

El chef Pedro Conistis quiso crear en este griego «una renovada sala helénica donde negociar y comer». De ahí que eligiese el distrito bursátil para su local. El estudio DS17 lo decoró con murales mitológicos y piezas de las casas de los pescadores de las Cícladas. Menú: 44 €.

Bronda. El restaurante tiene dos menús: uno de 25 euros, con dos platos; y otro de 29 euros, de tres.

Christa Björkstam

The lambs club, NY

En la 132 con la 44 hubo un club de actores con este nombre. A él acudían Charles Chaplin y John Wayne. Hoy, su interior revive la estética de los años 40, pero en sus mesas no se habla de interpretación, sino que se come carne. Hamburguesas desde 25 €.

At.Mosphere, Dubái

En la planta 122, a 422 metros del suelo y con vistas al golfo Pérsico, está el bistró de mayor altura del mundo. Adam Tihany se encargó del mobiliario y Jérôme Lagarde de su carta de comida europea. El menú degustación, que incluye sopa de castañas o filete de kobe, cuesta 128 €.

Las lámparas del Alpha son redes de pescadores.

D.R.

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