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Las casas piden ropa de diseño

Ediciones limitadas, líneas específicas de grandes firmas y colaboraciones puntuales lo han logrado. La decoración se inspira más que nunca en la pasarela.

Missoni Home

Charlotte Perriand se viste de Louis Vuitton. O, mejor dicho, de su emblemática piel. La firma de mobiliario que lo ha hecho posible –aunque la arquitecta y diseñadora francesa murió hace años– es la italiana Cassina, con motivo de la inauguración de su tienda en Barcelona (Av. Diagonal, 369). La mítica chaise long LC4 CP, diseñada por Perriand con Le Corbusier y Pierre Jeanneret –que se bocetó en 1928 y editó en 1965–, ha sido desarrollada en edición limitada (1.000 unidades). Y se ha hecho en colaboración con la maison francesa, que ha aportado detalles propios de los curtidores de la misma.

La relación entre las grandes firmas de moda y la decoración no es algo nuevo. La de Missoni nació en los años 70 y es de las más asentadas, con una decena de tiendas en exclusiva para su línea de hogar por el mundo, y precios que van de los 60 euros en textil a los 1.000 euros por una mesa auxiliar. El año pasado la marca cumplía seis décadas, excusa para crear una colección inspirada en sus características propias, y que se comercializa ahora. Las joyas subrayan este espíritu de celebración: piedras romboides lucen en bordados y satenes de algodón estampado en las piezas insignia de la nueva gama Golden Age Jewel. El motivo floral de la fresia (1968) se revisita en telas de exterior y la colección de interior incorpora jacquard con los colores del arcoíris. «Apostamos por la innovación, ya sea en el desarrollo de un tejido o en estampados con efecto 3D», ha dicho Wanda Jelmini, sobrina y colaboradora de la directora creativa de Missoni Home, Rosita Missoni.

La colección de Missoni Home recupera el jacquard flameante, como en este sofá.

D.R.

El diseñador británico Paul Smith también lleva años haciendo incursiones en el mundo del hogar. Su último proyecto, en edición limitada: vestir con sus famosas rayas algunas creaciones del legendario diseñador danés Hans J. Wegner, de cuyo nacimiento se cumplen un siglo. Entre ellos, la silla Shell, la Wishbone o el sillón Wing.

De la pasarela al salón. Las casas de moda han encontrado en la líneas de decoración la forma de afianzar el estilo de vida que definen. El siguiente paso, más sorprendente, es vestir muebles con los colores o estampados que presentan en la pasarela, como ha hecho Raf Simons. El director creativo de Dior utilizó unos tejidos de la firma danesa Kvadrat (habitual colaboradora de grandes galerías como Olafur Eliasson y firma de proyectos en el Guggenheim de Bilbao, entre otros) para su abrigos de otoño-invierno 2011/2012 en Jil Sander, razón por la cual esta marca le propuso hacer una colección textil. Ahora presenta el resultado de su trabajo, con el que ha vestido el sofá Freeform (1946) de Isamu Noguchi o la silla F51 de Walter Gropius, interpretando texturas y tonos vistos en sus desfiles. «Me gusta centrarme en lo que el ojo no espera ver», dice el diseñador. «Las mezclas de esta colección son interesantes a distancia, pero de cerca reparas en un rosa peculiar con blanco y negro, o en un fuerte azul eléctrico». Inspirado en nombres como Jean Royère y Perriand, ha dicho que le fascina «el proceso de tinte de los tejidos», con menos limitaciones que en la moda, y «cómo se adaptan para hacerlos perdurables».

Rosita Missoni es la directora creativa de Missoni Home.

D.R.

La colaboración de Simons, quien se formó para ser creador de muebles pero se decantó por la moda por su ritmo más rápido, consta de 11 piezas que se comercializarán en puntos seleccionados con precios de entre 50 y 200 euros. Entre ellas, cuatro de los diseños originales de la desaparecida diseñadora sueca Fanny Aronsen, ahora en nuevos colores, incluyendo luminosos velours y tweed en lavanda y rosa. Lo práctico es prioritario: «El tejido de interior debería relacionarse con el cuerpo. No me siento cómodo en piezas de alta tecnología, brillantes…», ha dicho el creativo de Dior.

Otro que también llega al hogar es Peter Dundas, director creativo de Emilio Pucci, al versionar seis de los reconocibles estampados de la maison –como los históricos Collane, Fontana y Vivara– en mosaicos de cristal esmaltado para la firma Bisazza, a un precio de 942 euros el metro cuadrado.

La marca de lujo Bisazza echa mano de diseños geométricos, propios de la estética de Emilio Pucci, para crear paneles de mosaicos realizados a mano.

D.R.

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