_
_
_
_
_

La orfebrería que vuelve locos a los diseñadores

Sus obras de metales nobles son tan originales que Peter Marino, Elton John y Ralph Lauren se las disputan. Este otoño tomarán París con una colección de siete piezas para Hermès.

Sueños batidos en plata

Trabajan la plata de forma artesanal desde hace más de 50 años. Ahora, las piezas de Damián Garrido Orfebres se exponen en las principales galerías del mundo y son básicos en los proyectos de interioristas de vanguardia. Como Peter Marino, quien ha situado muchas de ellas en las tiendas de Christian Dior que ha decorado por todo el mundo. Desde hace tiempo, Juan y Paloma Garrido, segunda generación de una familia de artesanos, se relacionan con el mercado internacional del lujo. «Casi todo nuestro mercado está fuera de España», confirman. Sin ir más lejos, este otoño, en París, Hermès presentará la colección que la firma española ha diseñado en exclusiva para su marca Puiforcat. Siete piezas que se producirán en series limitadas de 12 unidades y que Hermès venderá en sus tiendas de París, Tokio, Londres y Estados Unidos.

El padre de Juan y Paloma, Damián Garrido, se consagró en la década de los 60 como uno de los más reconocidos orfebres del país. A su muerte, en 2002, hasta el museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid le dedicó una exposición retrospectiva. Sus hijos empezaron a trabajar con él en los 80, pero apenas una década después el sector de la plata en España sufrió una crisis. «La producción en serie lo cambió todo, así que pensamos en hacer piezas más modernas y utilizar otros materiales», explica Paloma. Su padre les enseñó la técnica; ellos innovaron en el diseño. «Para nuestro disgusto, esa propuesta no interesó a nadie aquí, así que empezamos a buscar fuera», cuenta Juan. Tras unos años duros, la oportunidad llegó a finales de los 90, en el Miami Beach Antique Show. Allí conocieron al galerista Barry Friedman, que adquirió varias de sus piezas para su establecimiento de Manhattan. La buena acogida hizo que Friedman propusiese a los Garrido organizar en Nueva York una exposición individual en 2002. «Allí, el aval de Barry es un cheque en blanco, y la muestra fue un éxito». Diez años después, y tras exposiciones en Londres, París, Milán, Basilea o Nueva York, Juan y Paloma venden sus piezas en galerías de medio mundo y han hecho colecciones para Biaggi, David Gill, Asprey, Grey Gallery o Chahan.

Entre sus clientes se cuentan Elton John, Ralph Lauren, el rey de Jordania o la casa real qatarí. ¿Y la crisis? «Pues cuesta decirlo, pero nosotros no la hemos notado», explica Juan. «Nos afectó más la caída de Lehman Brothers, pero nos recuperamos enseguida».

Una de las plantillas originales de Damián Garrido. Tiene medio siglo y servía para hacer aguamaniles de plata.

Mirta Rojo

Panel de pared con luz realizado en níquel y piedra.

Mirta Rojo

Prototipos de la última colección de Garrido Orfebres.

Mirta Rojo

Parecen esculturas, pero son muebles. En primer plano, la consola Cilindros. Detrás, las mesas Cuadros y Cubos.

Mirta Rojo

En el taller se conservan muchas de las piezas de trabajo que se usaban en los comienzos de la firma, en los años 60.

Mirta Rojo

Estos buriles sirven para entallar las piezas. Las técnicas de trabajo siguen siendo las mismas que se empleaban en el siglo XIX.

Mirta Rojo

Modelo de la mesa Bloque, previo a su ejecución en metal.

Mirta Rojo

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_