_
_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La mujer antena

Tilda Swinton está loca en ‘Memoria’. No es en el peor estado en el que se puede estar, revela la película.

Elsa Fernández-Santos

Tilda Swinton a partir de ahora será Jesssica Holland, el personaje principal de Memoria, la excepcional y fascinante nueva película del cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul. Rodada en Colombia, en español e inglés, Memoria es una película tan importante como imposible de contar. Su protagonista es una botánica instalada en Medellín que pasa unos días en Bogotá visitando a su hermana. Es una mujer insomne, que vive en un raro estado de vigilia. Una madrugada, entre el incesante zumbido de la megalópolis, la despertará un sonido irreconocible. Solo ella y los espectadores lo sienten. Obsesionada con esa experiencia auditiva, una seca mezcla de hormigón contra metal que parece salida de las profundidades de la tierra, decide adentrarse en la selva.

El nombre de Swinton en la película no es gratuito. Jessica Holland también era la mujer sonámbula, alta y vestida de blanco de Yo anduve con un zombie, el clásico de Jacques Tourneur de 1943. Una zombi que caminaba con la misma parsimonia que Swinton en Memoria. En uno de los diálogos de la película, lacónicos y enigmáticos en su mayoría, Swinton/Holland le confiesa a una amiga que teme estar volviéndose loca. A lo que su amiga le responde: “Lo estás, y no es de las peores cosas que se pueden ser”. Con una elegancia única, Apichatpong Weerasethakul presenta a una mujer cuya frágil salud mental iremos intuyendo. Es un personaje retraído, que esconde mucho dolor, algo que confirmamos en la larga secuencia de la consulta de una médico rural del Amazonas. Lo que nos dice ahí la espalda de Swinton merece por sí solo un Oscar.

Tilda Swinton en una escena de ‘Memoria’.
Tilda Swinton en una escena de ‘Memoria’.ICK THE MACHINE FILMS, BURNING, ANNA SANDERS FILMS, MATCH FACTORY PRODUCTIONS, ZDF/ARTE AND PIANO, 2021 / ALAMY STOCK /CORDON PRESS. (Alamy Stock Photo)

Apichatpong y Swinton se conocieron cuando fueron miembros del jurado de Cannes en 2008. La inquieta actriz escocesa y el sensorial cineasta hicieron buenas migas. Un tiempo después, cuando el padre de ella acababa de fallecer, fue a visitarlo a Tailandia, hablaron mucho de la muerte y la memoria auditiva. La complicidad estaba ya sellada: a Swinton no le gusta llevar el pelo largo, pero accedió a dejárselo crecer y a aprender español. Viajaron a la selva y allí lo paranormal y lo arcano encontraron a su particular mujer-antena. Si tenemos que medir a una estrella por los riesgos que asume, Swinton no tiene parangón y la inmensa y extraña Memoria lo corrobora.

Tilda Swinton, junto al actor colombiano Elkin Díaz.
Tilda Swinton, junto al actor colombiano Elkin Díaz.ICK THE MACHINE FILMS, BURNING, ANNA SANDERS FILMS, MATCH FACTORY PRODUCTIONS, ZDF/ARTE AND PIANO, 2021 / ALAMY STOCK /CORDON PRESS. (Alamy Stock Photo)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_