_
_
_
_
_

Fiona Leahy, el alma de la fiesta

Esta organizadora de eventos irlandesa es la responsable de las noches más divertidas de los últimos años en Londres. Dita Von Teese o Jade Jagger son algunas de sus clientas más juerguistas.

Fiona Leahy

Ha ideado eventos para Louis Vuitton, Vogue, Dior, Christian Louboutin, la familia real de Catar y la socialité rusa Dasha Zhukova, mujer de Roman Abramovich, entre otros. Pero la primera fiesta que montó fue una de pijamas en el hotel art decó Claridges para Jade Jagger. Esta la fichó para trabajar en su firma de joyería y más adelante la llevó con ella a la marca Garrard & Co –Jagger fue la directora creativa de esta casa de 2002 a 2008–, donde Fiona Leahy empezó a diseñar escaparates y coordinar celebraciones varias.

Otra de sus célebres clientas es Dita Von Teese: «La contraté para realizar su primera actuación en Europa. Fue para la inauguración de la tienda Garrard de Bond Street en 2003. Después fuimos a un concierto de los Rolling Stones y conectamos. Me volvió a llamar cuando decidió casarse con Marilyn Manson en Irlanda. Quería que organizara su boda y le insistí mucho en que tuviera una inspiración más victoriana que gótica». Ese fue el proyecto que la puso en el punto de mira de otros muchos famosos.

En esta casa, la mesa está siempre puesta con flores y velas de Cire Trudon.

Jorge Monedero

Con este currículo –que también registra un pasado como estilista de moda y productora de desfiles en Nueva York, además de booker en la capital del Támesis– no es de extrañar que su casa en el barrio londinense de Kensal Rise rezume espíritu festivo. Su mueble-bar provisto de tequila añejo y el karaoke están siempre a punto. «Una vez obligué a la cantante sueca Robyn a arrancarse con el micrófono. Al día siguiente los vecinos dijeron que había sido como vivir un concierto en directo», recuerda divertida.

El espacio que ejerce como salón, cocina y comedor tiene ventanales que dan a un patio lleno de plantas tropicales. Las rescató de uno de sus saraos. Casi todo el mobiliario se inspira en los setenta: «Estoy obsesionada con las palmeras, los tigres, las piñas y el oro», confiesa.

Carrito de bebidas con juego de café de Tom Dixon y zapatos de Louboutin.

Jorge Monedero

Hija de peluquera y chef, creció entre el bed and breakfast que montó su abuela y el hotel donde trabajaba su padre. Lleva la hospitalidad en la sangre. «Mis fiestas se caracterizan por la abundancia, los toques artesanos y la nostalgia. Me gustan los carritos de bebidas, los camareros veteranos, los oficios casi olvidados», dice.

Su oficina no deja de recibir encargos, pero todavía encuentra tiempo para desarrollar sus inquietudes personales. Acaba de publicar un libro sobre bodas, Just Married (Gestalten), y está preparando su propia tienda online de decoración, Interiosity, cuyo lanzamiento tiene previsto para febrero. Ambos proyectos animan a desarrollar el estilo propio desprendiéndose de formalidades. «Antes nos basábamos en fórmulas y reglas; ahora todo es más personal», apunta.

La decoración del salón está inspirada en la década de los setenta.

Jorge Monedero

A pesar del ajetreo se las arregla para mantenerse impecable hasta la madrugada. ¿Cómo? Con la boca y las uñas pintadas de rojo. «Cualquier cosa que digas tiene 20 veces mayor impacto con los labios pintados», asegura. «Y borra el cansancio de la cara», añade. El uniforme se completa con vestidos largos que encuentra en boutiquesvintage como Merchant Archive: «Son estilosos, recatados y algodemodé. Con ellos me siento arreglada», dice.

Para rematar el look, un poco de seguridad: «Estoy convencida de que tengo un gusto increíble y he de compartirlo con los demás. ¡Lo más gracioso es que funciona!», concluye.

Sobre el diván tapizado de estampado animal, un casco de Louis Vuitton.

Jorge Monedero

Tigre hinchable, una de sus obsesiones.

Jorge Monedero

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_