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Emma Ríos: «Marvel paga bien, pero no es tu obra»

El cómic femenino español se asocia. La española que ha trabajado para la editorial gráfica más importante del mundo lo cuenta.

Emma Ríos

El cómic femenino español se asocia. La española que ha trabajado para la editorial gráfica más importante del mundo lo cuenta.

Tu formación es de arquitecta. ¿Cuándo supiste que te podrías dedicar a esto?

Aprendí a leer con los tebeos y, consecuentemente, a dibujarlos muy pronto, pero nunca pensé que podría dedicarme a ello de manera profesional. No parecía un trabajo. De hecho, por exigencias familiares ni siquiera pude plantearme estudiar Bellas Artes, así que lo más divertido que se me ocurrió en el momento fue Arquitectura. Aunque ya no ejerza, no me arrepiento: es algo que disfruto y siempre me he retroalimentado de las dos disciplinas.

En general pensaba que iba a ser uno más viviendo de un trabajo “real”, ilustración y arquitectura para pagar el alquiler, y dibujando historietas por diversión. La escasa cantidad de lectores hace que la industria todavía no sea sostenible en este país, y lo normal es que los autores de cómics que quieren trabajar para el mercado local se vean obligados a desarrollar otras actividades complementarias para mantenerse. Realmente no me di cuenta de que había posibilidades de vivir de ello hasta que fui consciente de que mi trabajo podía resultar interesante fuera, cuando me dio por flirtear con el mercado francés. De esto hará unos 10 o 12 años.

¿Fue un sueño cumplido?

Sin duda. La decisión no fue fácil, realmente. Tenía mi propio estudio con dos de mis mejores amigos: Cristina Ansede y Alberto Quintáns, que son increíbles. Y nos iba bien. Contábamos con obra institucional en Santiago y habíamos ganado un par de concursos interesantes, así que el trabajo era dinámico y divertido. Pero los cómics seguían ahí: de noche, en el tren, en el bar… Gracias a la exposición en internet, en 2008 recibí una oferta de una editorial pequeña, Boom! Studios, para una miniserie en EEUU. Económicamente era bastante arriesgado, ya que tanto la Arquitectura como el cómic son trabajos muy exigentes que no puedes compaginar, pero en ese momento sólo pude pensar en si sería capaz de verme como arquitecto en diez años. Así que básicamente decidí apostar por abandonar el estudio, y ver qué tal iba la cosa.

Afortunadamente salió bien, increíblemente bien. Durante un montón de meses, mi sensación fue la de estar viviendo una película protagonizada por otra persona. El problema de los trabajos soñados es el miedo a que puedan convertirse en pesadillas. Ciertamente son muchas horas y es muy obsesivo, pero la verdad es que hasta me cambió el humor y me siento bastante feliz desde entonces. La diferencia sustancial con la Arquitectura es que apenas hay gente que se interponga entre lo que tú piensas y el resultado final. Y lo rápido que es el proceso en comparación.

Portada de ‘Pretty Deadly’

Cortesía de Emma Ríos

¿Cómo entraste en Marvel y por qué decidiste salir (si serías la envidía de medio planeta?

A pesar de que era un proyecto bastante modesto, la miniserie de la que hablaba antes recibió muy buenas críticas. En el Salón Internacional del Cómic de Barcelona los autores pueden acceder a entrevistas con editores americanos y franceses que son invitados, y justo ese mismo año yo había hablado con un par y recibido muy buenas críticas. Yo estaba bastante activa en España, especialmente en Polaqia, una plataforma de auto-publicación que llevábamos entre 11 autores en Galicia y con la que ya habíamos ganado varios premios en Barcelona etc… pero tenía visibilidad cero al otro lado del charco. Incluso si tu trabajo es bueno y los editores te dicen que se mueren por publicarte, es difícil encontrar el momento adecuado, el proyecto adecuado, el equipo… Así que realmente todo fue gracias a la exposición que tuvo este primer libro que hice en Boom! allí. Antes de terminarlo ya tenía una oferta de Marvel para hacer algo con ellos.

Entrar en Marvel supuso la posibilidad de profesionalizarme, algo así como volver a la universidad a aprender cómo funcionaba el medio a esta escala. Trabajar con superhéroes es increíblemente divertido, y agradecido, pero viniendo de la auto-publicación es lógico que me interese más el trabajo de autor. Marvel o DC son franquicias; se cobra bien, no tienes que preocuparte por nada, pero es trabajo de encargo. Es decir, lo que haces no te pertenece. Es interesante para conseguir promoción y audiencia, especialmente si vives lejos como es mi caso, ya que acceder a las convenciones y promocionarte en persona es bastante complicado, pero una vez has conseguido eso, creo que es necesario mostrarte como individuo e intentar conseguir cierta identidad como autor, para no desaparecer en un mercado tan inmenso. Eso es lo que pretendo ahora mismo.

¿Es un mundo machista el del cómic?

Sí, claro, pero como todo en general. Básicamente es bastante cansino tener que cargar con la etiqueta de ser mujer para todo, mujer artista, dibujante, científica etc… Me molesta desde el punto de vista en el que parece que siempre te comparan con la mitad del mundo y no con su totalidad. Por eso intento evitar el tema de género en entrevistas si percibo que resulta más importante que el trabajo en sí, y también antologías exclusivas y demás fiestas y bautizos en el mismo plan, si es lo único importante. Las cosas se pueden hacer bien, como en el caso de la AAC, asociación a la que pertenezco, y que agrupa en un colectivo a todas las autoras , y autores, que buscan defender la igualdad de género en el medio, acabando con viejos patrones e ideas en favor de la diversidad…"

Sin embargo, si me preguntas si me he sentido discriminada en algún momento, desde el punto de vista editorial, te diré que afortunadamente no. He tenido suerte a ese respecto. EEUU, particularmente, es un país tremendamente diverso, y es una lástima que no se refleje en los tebeos. En general, allí somos consideradas parte de las minorías, junto al tema racial. Cualquier cosa que no sea por regla general un individuo masculino anglosajón de raza blanca y buen cristiano, se verá discriminado en algún momento de su vida por lo que la sensibilidad hacia el tema en cuestión se percibe con facilidad.

En el proyecto en el que estoy trabajando ahora -un western bastante cañero con sexo explícito, violencia y algo de terror- somos cuatro mujeres en el equipo creativo. Y a pesar de que para nosotros era una apuesta, y contábamos con que funcionase a una escala discreta, hemos vendido del primer número 57000 ejemplares, agotando la primera edición el primer día. Cuando me lo dijeron casi me caigo de la silla, ya que la cifra que esperábamos como mucho era de 10000. Esos números, podrían ser cifras de Spiderman allí, algo a lo que nunca había llegado en ninguno de mis trabajos para la propia Marvel, así que en el fondo no voy a negar que ha sido como una pequeña venganza hacia todos aquellos que podían tener dudas al respecto. Pero lo más grande de todo esto es que ayuda a que otras autoras, más jóvenes o no, puedan sentirse más cómodas dentro del medio, y se crean de una vez que pueden hacer lo que les de la gana sin dar explicaciones.

Cortesía de Emma Ríos

¿En qué estás trabajando ahora?

Estoy trabajando simultáneamente en tres proyectos, y dibujando sólo uno de ellos: Pretty Deadly, el western. A pesar de ser un proyecto muy colaborativo en el que desarrollamos la historia juntas, quien tiene la ultima palabra sobre el guión y los diálogos es mi compañera Kelly Sue DeConnick. Otro de los proyectos que estoy haciendo es un trabajo totalmente personal, de unas 48 páginas, en el que dibujo y escribo, y que pretende ser una reflexión sobre la identidad en un futuro distópico, en una línea similar a esa ciencia ficción limpia que podemos ver en pelis como Hijos de los Hombres o Código 46. Y el último, es una historia de ciencia ficción fantástica bastante desfasada, en la que a pesar de que pueden aparecer de refilón temas sociales dentro del propio género, es básicamente un drama épico con amores imposibles y aventura. En este último proyecto sólo escribo, y quien dibuja es Hwei Lin Lim, una artista malaya a la que conozco con quien ya trabajé gracias a una beca con la que nos invitaron a Japón hace seis años.

El tiempo que dedico únicamente a escribir es variable, podría decirte que como mínimo unas dos horas al día. Obviamente dibujo bastante más, pero todo es flexible en función de las fechas de entrega y de lo que me apetezca hacer. A veces me tiro una semana sólo escribiendo etc… No me aburro, tengo suerte Lo que sí es cierto es que me siento bastante más artista que escritora, mi planteamiento es muy visual en comparación a cómo trabajan otros guionistas en general. Y el resultado de mi trabajo en las tres facetas, como dibujante, autora completa o guionista, siempre es diferente pero muy condicionado por mi lenguaje principal, que es la narrativa gráfica.

¿Te han propuesto temas ajenos a los cómic?

Sí, un par de veces. Pero más allá de algún que otro trabajo de ilustración que acepto de vez en cuando, nunca he podido por temas de agenda. Me haría gracia probar algo como directora de arte en videojuegos o en cine.

¿Qué es lo más bonito que han dicho de tu obra?

Que mi narrativa es personal y que mi línea es elegante.

¿Qué historia te gustaría contar?

El hecho de que Pretty Deadly esté funcionando tan bien es un cambio de vida, la libertad económica que supone va a permitirme no volver al trabajo de encargo, y la libertad creativa ahora mismo a nivel editorial es total. Me siento bastante mimada. Es un momento en el que por un lado da miedo poder hacer lo que te de la gana, pero por otro, es alucinante haber llegado a este punto. Lo que realmente me gustaría hacer como autora, en mi carrera, sería poder producir algo escrito y dibujado por mí en algún momento, que pudiese estar a la altura de alguno de esos cómics que han cambiado mi vida como lectora y fan del medio. Ahora que por fin puedo dedicarme a proyectos de creación propia, y vivir de ello, me siento como debutando otra vez, la sensación es casi la misma que cuando estaba haciendo fanzines: libertad, gestión, control… Lo único que quiero es aprender y refinar mi trabajo. Tengo todo el tiempo del mundo.

¿Cuándo se publica tu nueva obra en España?

Todavía no lo sé, ha habido ofertas pero realmente acabamos de lanzar el primer número del western hace un mes. El primer arco serán cinco números de 32 páginas cada uno, después haremos una pausa de unos tres o cuatro meses en los que yo dibujaré el proyectito sobre la identidad mientras preparamos el segundo arco argumental del western, que desarrollaré durante gran parte del 2014 como mi proyecto principal. En España se publicará recopilado, cuando salgan todos los números.

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