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El sexo en el Mundial, a debate

El sexo será uno de los protagonistas de Brasil 2014, ya que algunos equipos podrán tener relaciones sexuales, mientras a otros les estará vedado. ¿Hará el erotismo mejores o peores futbolistas?

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Una nueva e interesante clasificación surge a la hora de catalogar a los equipos y países que participarán en el Mundial de Fútbol Brasil 2014: el sexo. La vida privada de los jugadores y lo que hacen fuera del campo ha pasado a un primer plano durante el último mes, tras anunciar algunos entrenadores de diferentes equipos nacionales sus particulares normas de cintura para abajo, que entrañan la prohibición o aprobación de las relaciones sexuales durante el torneo. Imagino a los espectadores viendo un partido durante el Mundial y preguntándose lo primordial sobre los equipos en juego –¿éstos “pueden” o no?–, o haciendo un sinfín de chistes al respecto.

La respuesta a la pregunta de si las diferentes selecciones podrán tener relaciones sexuales o no durante el tiempo que dure la competición no es afirmativa o negativa. Hay todo un universo de matices. Por ejemplo, el equipo anfitrión del Mundial, según ha declarado su entrenador Luiz Felipe Scolari, podrá disfrutar de los placeres carnales, siempre y cuando éstos sean prudentes. “El sexo en el Mundial es normal. Normal es normal, no es allá arriba, en el techo. Por lo general, el sexo normal se hace de una manera equilibrada. Pero tiene algunas formas que son de malabaristas y eso cansa”, ha dicho Scolari. Que Brasil hubiera prohibido el sexo a sus jugadores supondría el mayor mazazo a la imagen del país de la samba, las nalgas y uno de los que cuenta con la reputación de tener a los mejores amantes del mundo. Además, Romário y Ronaldinho ya llegaron a afirmar en su día que mantenían relaciones sexuales previas a los partidos para llegar “más felices” al terreno de juego.

En el extremo opuesto, los jugadores mexicanos deberán abstenerse completamente de cualquier practica erótica durante la competición. Su entrenador, que en un primer momento las aprobó, se desdijo últimamente alegando que “quien no pueda aguantarse un mes sin sexo no está preparado para ser un profesional”. Filosofía que comparte el mánager de Bosnia y Herzegovina, Safet Susic, que pide a los suyos “disciplina militar”, aunque también propone alternativas, “pueden masturbarse, si quieren”, ha sugerido con la boca pequeña. Entre los partidarios de la castidad está también el ex entrenador nigeriano, Christian Chukwu, quien ha recomendado al actual técnico de su selección prohibir el sexo. “En mis días como jugador, incluso como entrenador, siempre ponía como deber mantenerse alejado de las mujeres porque el sexo tiene también aspectos espirituales a su alrededor”, ha declarado Chukwu.

Costa Rica se ha posicionado en el medio, imponiendo la “ley seca” a sus futbolistas pero solo durante la primera fase del Mundial. En caso de clasificarse para la fase final, la prohibición se suprime. Por su parte, el entrenador del equipo francés, Didier Deschamps no prohíbe nada a sus pupilos, alegando que “todo depende de cuándo, cómo y cuánto”. Y España, según informa a S Moda la Federación Española de Fútbol, hará lo que acostumbra en estos casos: “La selección está concentrada en una ciudad deportiva y allí no se permite entrar a las parejas de los jugadores, a no ser que haya una celebración o algo programado. Lo que sí ocurre es que hay ciclos de entrenamiento, pero también días libres, generalmente después de los partidos, en los que los futbolistas pueden abandonar el lugar donde están y ver a sus familias o parejas”.

El famoso beso de Casillas y Carbonero en el Mundial de Sudáfrica.

La idea de que quizás el sexo y el deporte no sean del todo compatibles es ya vieja y se remonta a la antigua Grecia, donde se creía que la fortaleza y virilidad del hombre residía en el semen, y sacarlo restaba energía. Sin embargo, desde el punto de vista fisiológico los experimentos que se han hecho al respecto han demostrado que la actividad sexual no interfiere para nada en el rendimiento, como recoge Jordi Jarque en un artículo para La Vanguardia titulado Sexo o no antes de una competición: “La revista de la Federación Española de Medicina del Deporte recoge un trabajo titulado Estudio comparativo del rendimiento físico antes y después de la actividad sexual en varones. Los autores demostraron que no hay diferencias significativas en el rendimiento entre un grupo de deportistas que no había mantenido actividad sexual y otro que sí la tuvo la noche anterior y una hora antes del test. Otro estudio realizado con este fin, el test Margaria, el cual evalúa varios parámetros como la potencia anaeróbica del atleta, tampoco encuentra diferencias significativas. Asimismo, el test Wingate, desarrollado en el departamento de Medicina del Deporte e Investigación del Instituto Wingate de Educación Física y Deportes, de Israel, también explora la capacidad anaeróbica máxima e índice de fatiga, y coincide con los resultados mencionados. En resumen, todos ellos concluyen que la recomendación de la abstinencia y prohibición de tener relaciones sexuales antes de las competiciones carece de bases fisiológicas y científicas”.

Y no solo eso, sino que para el género femenino el sexo puede ser incluso recomendable, como comenta más adelante Jordi Jarque en su artículo, “el entrenador alemán de atletismo, Uwe Hakes, afirmó hace años en la revista Fit for Fun que las velocistas que hacen el amor antes de competir generalmente mejoran su rendimiento, pero en los hombres disminuye”. El propio Hakes comentaba que “en el caso de las atletas no es verdad que el sexo previo a las competiciones tiene efectos negativos. Al contrario, las mujeres que tienen relaciones sexuales poco antes, corren más rápido. En las mujeres, los niveles de testosterona suben cuando tienen sexo. Pero, por desgracia, los niveles de testosterona en los hombres bajan tras un orgasmo. Y sus músculos tienen menos capacidad de contracción”.

Ángel Durantez, director médico de la clínica Neolife y especialista en medicina del deporte y en age management, comenta que “esta idea de prohibir el sexo a los atletas viene de la falsa creencia de que esta actividad consume muchas calorías, pero sabemos que no es así, si hablamos de una relación sexual normal. Otra cosa es estar toda la noche y consumir alcohol u otras sustancias. Pero desde el punto de vista fisiológico no tiene ninguna repercusión más que la que pueda tener cualquier otra actividad cotidiana. El problema está más bien en la estabilidad emocional del atleta, y ahí el sexo puede ayudar o no, dependiendo de las circunstancias que lo rodeen. No olvidemos que hablamos de deportistas, chavales jóvenes y potencialmente más vulnerables. Cuando trabajaba con ciclistas de alto rendimiento, el hecho de tener relaciones o una aventura les subía a muchos la autoestima, y algunos hasta ganaban la etapa del día siguiente. Pero si la cosa no ha salido muy bien o la pareja ha tenido una discusión, puede ser algo negativo”.

Tal vez sea eso, el disgusto emocional, lo que muchos entrenadores tratan de evitar a sus jugadores, o tal vez sea el temor al escándalo, como ocurrió en 2011 a la selección mexicana Sub-22 en Quito, cuando en plena concentración los futbolistas llevaron a las habitaciones del hotel a prostitutas que luego los desvalijaron, supuestamente con la colaboración de terceros. Los jugadores, además de robados, fueron suspendidos de la selección. David Dóniga es entrenador de la UEFA pro, licenciado en el INEF (Instituto Nacional de Educación Física de Madrid) y autor del libro La planificación futbolística (MC Sports). Su último trabajo ha sido entrenar en la primera división boliviana. Su experiencia en el país sudamericano le ha hecho conocer a fondo la filosofía de esa latitudes, contraria a la europea. “Allí son más partidarios de poner restricciones porque piensan que si no se hace así, el jugador se desmadra”, comenta David. “En Bolivia tratamos de cambiar esta mentalidad, aunque desde la dirección nos exigían que fuéramos muy estrictos, pero yo soy partidario de dar más libertad al mismo tiempo que exigir responsabilidad al futbolista, porque está en un deporte de equipo y su actuación repercute en los demás. No hay nada malo en que un jugador quede un día con su mujer o su pareja, es parte de la vida y no creo que sea bueno cambiarla, aunque las concentraciones tienen su razón de ser porque es necesario que el deportista esté centrado y siga una rutina de horarios, comidas y entrenamientos”, añade.

La metodología del ex técnico del Barça, Pep Guardiola, no contemplaba las concentraciones al uso y, sin embargo, le dio excelentes resultados. Lo mismo que cuando en 1974 el entrenador Rinus Michels permitió a los jugadores holandeses, en el Mundial de 1974, que compartieran habitación con sus parejas y la iniciativa los llevó a la final y a la leyenda de la Naranja Mecánica, apodo que se le puso al equipo holandés por el color de su camiseta y por la precisión de su juego. El propio Johan Cruyff afirmó en una ocasión que su rendimiento en el terreno de juego mejoraba después de tener sexo con su pareja. Al fin de al cabo, ¿no es el fútbol una cuestión de pelotas?

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