_
_
_
_
_

El nuevo amo de Nueva York

Socio de Robert De Niro y del chef Andrew Carmellini, el restaurador Luke Ostrom es el estratega del éxito de los restaurantes ‘it’ de Manhattan: Locanda Verde, The Dutch y La Fayette, tres espacios para encontrar celebrities e inspiración ‘deco’.

Cover Luke Ostrom

Guapo, rico y joven en proporciones astronómicas, el restaurador Luke Ostrom (rebautizado el ‘Duque’ y ‘Os the Boss’ por la prensa especializada) es el nuevo prescriptor oficial de tendencias gastronómicas y de interiorismo de Nueva York, y la progresión de su carrera parece indicar que esto es sólo el principio. Cocinero antes que empresario (la parte culinaria queda en manos de su socio, el chef Andrew Carmellini), Ostrom, que a los 14 años empezó a trabajar lavando platos y se graduó en la escuela culinaria de Johnson & Wales in Rhode Island, es el cerebro en la sombra de tres de los restaurantes favoritos de Manhattan: The Dutch, Locanda Verde y La Fayette; hotspots perfectos para el avistamiento de celebrities: Bradley Cooper, Katie Holmes, Jennifer Aniston, Meryl Streep, Jake Gyllenhaal y Jude Law podrían estar en la mesa de al lado. Y con bastantes probabilidades, Robert De Niro (su socio en Locanda Verde) por quien no podemos resistirnos a preguntar cuando entrevistamos a Ostrom… “Recibir una llamada de De Niro para venir a ver conmigo el espacio que ahora se ha convertido en Locanda Verde fue un punto de inflexión en mi vida, pero si te contara algo más tendría que matarte”.

Luke Ostrom es el nuevo prescriptor de tendencias gastronómicas e interiorismo en Nueva York.

Ostrom ha cambiado el mapa foodie de Nueva York por motivos más allá de la gastronomía. “Queremos que todos nuestros espacios den la sensación de que llevan un tiempo ahí, como si fueran parte del tejido de Nueva York. Lo conseguimos con una mezcla de piezas rescatadas y nuevas que encuentro en tiendas, buscando en Internet (incluso en Etsy y en eBay) y en mis viajes. También hemos trabajado con diseñadores con mucho talento que hablan exactamente nuestro lenguaje como Roman & Williams  o Meyer Davis Studio. Aunque, en restaurantes, es importante que «el diseño sirva para que el espacio cumpla su función: cocinar y servir hasta mil comidas diarias”, asegura el restaurador.

Pero un buen interiorismo y una carta impecable no explican por sí solos que la ‘lista A’ haga cola para conseguir mesa. “Somos muy afortunados, porque van pasando los años y mis socios y yo hemos conseguido fidelizar a gente que quiere comer bien en restaurantes con una buena atmósfera. Ponemos mucha atención en mantener esas relaciones, queremos ser consistentes y tenemos un lema que lo resume todo: ‘Make it nice’. Sólo se trata de eso”.

La prueba es que, aunque ubicados en el centro de Manhattan, los tres ‘nice’ restaurantes del tandem Ostrom/ Carmellini son restaurantes de barrio: “Para mí, ésta es una idea muy romántica: elegimos la localización y creamos un espacio que dé la sensación de que pertenece a ese lugar en el que está, que lleva ahí desde siempre. Espero que todos sean atemporales y que, dentro de 10 años, pueda entrar a cenar y sigan siendo bulliciosos y acogedores. Todos son una parte del barrio en el que se encuentran, así que cada uno tiene su propia personalidad y estilo”.

Locanda Verde (377 Greenwich St): “Es nuestra ‘taverna’ italiana dentro del The Greenwich Hotel en TriBeCa. La ambientación es rústica con toques industriales y la cocina tiene mucha alma, es muy casera y artesana”. La recomendación de Luke: Entrante de cordero y pollo asado.

The Dutch (131 Sullivan Street): “Es nuestro restaurante americano y bar de ostras en West SOHO. Se respira un verdadero sentido de la historia y la cultura de Nueva York. Su cocina echa mano de las influencias culturales que hacen que Nueva York sea tan grande y tan plural”. La recomendación de Luke: Ostras frescas y bistec madurado en seco.

Lafayette (380 Lafayette Street): “Es nuestro gran café francés con panadería en NoHo. Me encanta la grandeza del local y la teatralidad del interiorismo, con enormes ventanales que dejan pasar una luz muy brillante y especial. Tenemos un ‘corner’ donde comprar pan recién hecho, croissants de todo tipo, tartas… Por las vistas y la comida, es el restaurante donde me gustaría comer cada día. La recomendación de Luke: Tartar de vacuno y bullabesa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_