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De Khal Drogo a Aquaman: la hipermasculinidad vuelve con Jason Momoa

Zack Snyder revela la foto del actor como miembro de la Liga de la Justicia y su aparición en ‘Superman VS. Batman’. Toda una oda al tribal y al músculo.

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Twitter/ Getty

Hubo un tiempo, allá por 2011, en el que Aquaman fue Vinnie Chase (Adrian Grenier), el protagonista de El séquito. Un chico flacucho, de mirada azul profunda y con pelazo se metió (en la ficción de la serie) a liderar un taquillazo dirigido por James Cameron, con Mandy Moore como Aquagirl y con secundarios de lujo como James Woods o Sharon Stone. El supuesto hit se saldó con más de 100 millones de dólares en taquilla en su primer fin de semana, se vendieron figuritas con su cara, se lanzó un juego de la Xbox y Chase pasó de las secuelas porque Gyllenhaal se hizo con ellas (dirigidas por Michael Bay y guionizadas por Kevin Smith). Esta referencia 'meta' a aquella joya televisiva que fue Entourage es imposible no sacarla a colación hoy, el día que Zack Snyder ha descubierto al mundo el rostro y cuerpo del nuevo Aquaman: Khal Drogo, perdón, Jason Momoa, se erige como rey de los siete mares en una oda al tribal y al músculo que dista bastante del absurdo traje bicolor con el que Chase protagonizó el falso film en la HBO.

Para poner en situación a los que les haya pillado desprevenidos este anuncio, un breve resumen: seguro que lo reconoces por interpretar a Khal Drogo en Juego de Tronos, pero Momoa también lució rastas como Ronon Dex en Stargate Atlantis, fue Cónan El Barbaro en 2011 y saltó a la fama por protagonizar el spin off de Los Vigilantes de la Playa en Hawaii. Si no te va la acción o el universo de George R. R. Martin y eres un poco más sibarita, Momoa brilla en una apuesta más dramática con The Red Road, una serie de Sundance TV que ha pasado desapercibida en España, a punto de emitir su segunda temporada, y en la que protagoniza junto a Julianne Nicholson (la ginecológa enferma de cáncer de Masters of Sex) un intenso drama sobre violencia, tensión racial y secretos entre un poblado indio y su ciudad fronteriza.

Como Khal Drogo en ‘Juego de Tronos’

HBO/ Game of Thrones

Es hawaino, padre de dos hijos, hijo de artistas, sale con Lisa Bonet desde hace años y actualmente ha grabado una serie de anuncios para Carhartt y hasta ha dejado caer al Daily Beast que igual se marca un comeback en Juego de Tronos: "Siempre se pueden dar las míticas escenas de flashbacks, solo tendréis que seguir viendo la serie", insinuó a la web.

Su papel de Aquaman será definitivo en su carrera: debutará en Batman Vs. Superman y después será parte de La Liga de la Justicia Parte Uno (2017), un paso clave para el estreno de su propia película, Aquaman, que verá la luz en 2018. Su elección es un alegato a favor de esos superhéroes hipermusculados de los 80, cuando Schazenneger y Stallone dominaban el panorama. Pero Momoa es la evolución perfecta de aquel modelo de masculinidad y aquí, las pruebas.

Tiembla, Jared Leto

Momoa se erige como duro contrincante en esto del pelazo masculino al icono de la alfombra roja masculina. Cabe destacar que mucho antes de que el oscarizado pasease sus moñitos o trenzas en las entregas de premios, Aquaman ya apostaba por ello.

Getty

El sombrero Momoa

Así se ha paseado por el reciente festival de Sundance, con pieles a lo Massiel en la alfombra roja de los Goya y sombreros que se quedan a medio camino entre Cocodrilo Dundee y Pharrell. Vamos, que no solo en pelazo quiere arrebatarle el título de estrella excéntrica a Jared Leto.

Getty

Oda al tribal

Si la pena te embriaga cada vez que ves a una chico/a en la playa con tribales tatuados sobre las nalgas, aparca tu tristeza. Aquaman llega dispuesto a erradicarla. El poster que ha visto hoy la luz es un alegato a favor de la tinta y lejos de la ficción, Momoa también apuesta por ella. Se hizo su primer tatuaje, el de su brazo izquierda, cuando nació su hija y lo llevan todos los primos de su familia. Representa el animal de su familia y el de la suya es un tiburón. El segundo, el de su brazo derecho, es una línea de un poema de Baudelaire que básicamente significa 'Sé feliz'. Sabiduría made in Momoa.

Getty

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