Clara Roquet: “Hay muchas creadoras jóvenes que queremos hablar de lo mucho que nos marca la amistad femenina”

Antes de rodar su primera película, Clara Roquet (Vic, 32 años) escribió muchas para otros directores. Junto a Carlos Marqués-Marcet creó el guion de la premiada 10.000 km y el de Los días que vendrán; también colaboró en los de Petra, dirigida por Jaime Rosales, y La ofrenda, de Ventura Durall. “Coescribir es más fácil, intentas amoldarte a la visión de otros, no estás sola con tus dudas. Cuando escribes solo te fuerzas a tratar de averiguar qué estás contando”, reflexiona para hablar de Libertad, su primer largometraje.

Ha vivido muchos años con esta película en su cabeza. En 2015, mientras estudiaba cine con una beca en la Universidad de Columbia (Nueva York) y dirigió su primer corto, El adiós, comenzó a fraguarse esta historia de un verano de amistad entre dos adolescentes, Nora, una burguesa catalana, y Libertad, de origen colombiano e hija de la cuidadora de la abuela de Nora. “Quería reflexionar sobre el tema de la clase, el privilegio. La pregunta que me quería hacer es si es posible que la amistad rompa estas barreras del privilegio, o no”, precisa.

La amistad femenina y la adolescencia, dos asuntos tratados últimamente en novelas como Panza de burro o películas como Las niñas, son el eje del filme. “Es curioso, he hablado mucho con otras directoras de por qué se tocan tanto esos temas. Creo que hay varios factores, por un lado la adolescencia es el momento en el que se crea la identidad, todo se siente muy fuerte, y eso cinematográficamente es apasionante. Y luego que hay muchas creadoras jóvenes que queremos hablar de ello, y del componente de la amistad femenina, que nos marca”.

Acaba de presentar su ópera prima en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, donde llevaron sus primeros trabajos figuras como Wong Kar-wai o Gaspar Noé, y la cinta abrirá la 66 edición de la Seminci de Valladolid (que se celebrará del 23 al 30 de octubre). “Siempre hay presión cuando hay un cierto nivel de exposición. Por eso supongo que soy guionista; llevo mal todo lo que sea exponerme, me sentía más cómoda en esta posición de secundaria”, señala. Pero no ha dudado en dar un paso al frente: “Sentía que había historias que eran tan mías que era difícil transferirlas. Se iban a quedar en un cajón si no las hacía, y eso me impulsa a contarlas”.

En un grupo de WhatsApp

Pilar Palomero fue una de las grandes triunfadoras de los últimos Goya con Las niñas, y Belén Funes ganó el de Mejor dirección novel con La hija de un ladrón en la edición anterior. Con ambas y otras directoras como Carla Simón o Elena Martín comparte Roquet un grupo de WhatsApp: “Hemos creado lazos para ayudarnos las unas a las otras, todas leyeron mi guion, tratamos de apoyarnos”.