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Bumble, la app para ligar donde ellas ponen las reglas

Whitney Wolfe cocreó Tinder y acabó demandando a su compañero por acoso sexual. Ahora quiere revolucionar el mercado con una aplicación en la que las mujeres toman las riendas.

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Instagram/ @bumbleapp

Ella es (medio) culpable de que la frase It's a match en la pantalla de tu smartphone te provoque un chute de ego y endorfinas instantáneo. Whitney Wolfe fue una de las creadoras de Tinder, la app de ligoteo sin pretensiones más rentable de los últimos años y que más cancha ha dado a esa subespecie masculina que pasa de la galantería a la hostilidad más ruda cuando son rechazados vía chat (pruebas: Bye Felipe, la cuenta de Instagram con más de 300.000 seguidores que ilustra con capturas de pantalla lo desagradable que puede ser para una chica ligar por internet).

La vida de Wolfe en Tinder, como la de las féminas que mandan sus conversaciones a Bye Felipe, no fue precisamente un camino de rosas. El año pasado salió de la empresa y demandó a su ex novio y jefe de Marketing, Justin Mateen, por acoso sexual y discriminación. Al parecer Mateen consideraba que tener a una chica de 24 años al frente de la app "desmerecía" a la empresa y hacía parecer a Tinder como una "broma". La llamó "zorra" delante de otros ejecutivos y le enviaba mensajes de acoso homófobos, sexistas y racistas. De poco servía que ella se hubiese inventado el nombre y hubiese ideado una estrategia de marketing clave que supuso la explosión de la aplicación: tener como early adopters a los jóvenes de los campus universitarios. Wolfe acabó en la calle, demandó y Tinder decidió "supender" a Mateen y realizar una investigación interna reconociendo que los mensajes de acoso existían pero que "los alegatos de Wolfe era infundados". La demanda se solucionó sin llegar a los juzgados (no se sabe la cantidad financiera acordada) y ahora Wolfe ha movido ficha.

Whitney Wolfe cocreó Tinder, demandó a al jefe de marketing por acoso sexual y ahora impulsa una app con el ‘Ladies first’ como emblema.

Twitter/ Wlwolfe

Superado el mal trago de convivir con lo que sus abogados denominaron como la cultura de los "machos alfa" en Silicon Valley, Wolfe trabaja desde Austin (Texas) y a finales de 2014 lanzó Bumble. Otra app para ligar, muy pero que muy parecida a Tinder, pero con una premisa totalmente diferente: las mujeres van primero. ¿Cómo? El funcionamento es prácticamente igual que el de Tinder, excepto que con el match de rigor entre usuarios, sólo las mujeres pueden iniciar una conversación por chat durante las siguientes 24 horas. "Aplicaciones como Tinder han hecho un trabajo estupendo al conectar gente y hacerlo como un juego, pero entonces puede llegar ese tío que bombardea a las mujeres con sus heys mundanos o cosas más ofensivas, así que las mujeres acaban inundadas de mensajes. Quería crear un sitio para gente que no sólo tuviese un match con otra persona, sino que hubiese una conexión real. Quiero relaciones reales", explicaba Wolfe recientemente a la edición estadounidense de Harper's Bazzaar.

Aspecto de la interfaz de Bumble (sólo disponible en el Apple Store).

Bumble app

Wolfe se ha aliado con dos ex trabajadores de Tinder (Chris Guiczinski y Sarah Mick) para desarrollar la app y cuenta con un ejército de celebrities y chicas que parecen sacadas de una publi de Ralph Lauren para promocionar Bumble. Emily Ratajkowski, la chica de Blurred Lines o Perdida y algunos ángeles de Victoria's Secret se han dejado fotografiar con el logo de la app, mientras que en sus redes sociales jóvenes estilosas y con melenón posan con el merchandising de la firma.

Con el lema de mantener lejos a los "tíos que dan repelús y a los extremadamente cursis", Bumble se conecta a Facebook igual que Tinder, tiene una interfaz muy similar e incluye la posibilidad de aportar más información, como la situación laboral o parte del expediente académico.

Gracias a la inversión de Andrey Andreev, fundador de Badoo, Wolfe llega dispuesta a "modernizar el mundo de las citas", según explicó recientemente a Racked. "Si salgo con un grupo de amigas y alguna de ellas ve un chico mono al otro lado de la habitación, o en el bar, ella dirá: Oh, es tan guapo, ojalá pudiese hablar con él. Entonces todas la animaremos y le diremos: ve a saludarlo, envíale una copa, ¡haz algo! El problema es que nunca lo hace. Porque existe esa regla no escrita que sugiere que está mal, o no es de señoritas o que el chico debería ser el que dé el primer paso. ¡Todo parece tan anticuado y es tan estúpido! Las mujeres son extremadamente independientes en cada faceta de su vida, excepto en las citas. Queremos animarlas y darles coraje. Dar el primar paso, sea una mujer buscando match con un hombre o otra mujer, le dará confianza. La pondrá en el asiento del conductor".

 

Bumbling through Portobello Market with @emilyjramshaw… @bumbleapp #PortobelloRoad #BumbleLife #glamshaw

Una foto publicada por Jake Rosenberg (@jakerosenberg) el

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