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Begoña Vargas: “Si eres actriz y música no te toman en serio, me gustaría poder cambiar esa mentalidad”

Tras la segunda temporada de ‘Bienvenidos a Edén’ se prepara para el fenómeno de ‘Berlín’, la precuela de ‘La casa de papel’. Su próximo desafío: la música.

Begoña Vargas lleva 'top' de cuello 'halter' de rayas de SPRINGFIELD
y chaqueta de AMLUL, a la venta en WOW CONCEPT.
Begoña Vargas lleva 'top' de cuello 'halter' de rayas de SPRINGFIELD y chaqueta de AMLUL, a la venta en WOW CONCEPT.JAvier Ruiz
Ana Fernández Abad

Begoña Vargas (Madrid, 23 años) repite que no tiene prisa, aunque va muy rápido. Su papel de Roberta en la serie de La1 La otra mirada supuso el inicio oficial de su carrera como actriz hace cinco años; Tere, la chica dura a la que interpretó en la película Las leyes de la frontera, de Daniel Monzón, le trajo sus primeras nominaciones en 2021; en 2022 se metió en la piel de Bel, la mala de Bienvenidos a Edén, una de las series más vistas en Netflix el año pasado, en cuya segunda temporada ha vuelto a participar. Ahora prepara un nuevo salto, el que supondrá encarnar a Cameron en Berlín, precuela de La casa de papel. ¿Está lista para el fenómeno? “Anticiparte es sufrir por algo que no ha pasado. Hay expectación, pero todos los personajes somos nuevos excepto Berlín, a lo mejor la gente dice: ‘¿Dónde está Tokio? ¿Y Denver?’. Si de repente hay una explosión la gestionaré con mi psicóloga, pero no me agobio antes de tiempo. Estoy disfrutando del rodaje. Luego quiero irme de vacaciones, olvidarme de Cameron y del mundo”.

Solo adelanta que Cameron “es una tía muy natural, muy suya, que va a su bola y hace lo que siente. Muy avispada, porque es ladrona de guante blanco y tiene que fingir lo que no es”. Ella también disocia: por un lado es Bego, y por otro Begoña Vargas. “Creo que es sano separar tu vida personal de lo profesional, porque si no te confundes y no sabes quién eres”, subraya. Bego vivió hasta los seis años en San Fernando de Henares y luego su familia se mudó al cercano Loeches. “Cuando creces en un pueblo tienes mucha más libertad desde pequeño. Yo salía con los amigos a comer pipas al parque, teníamos una peña para las fiestas, íbamos con uniforme, las camisetas y los petos. Estás más asalvajado, y eso está bien”, sostiene. Con 17 años decidió irse a vivir al centro de Madrid, empezó a trabajar en una tienda de ropa juvenil. “Sí que es verdad que crecer en el pueblo te da esa libertad, pero cuando te vas haciendo mayor se convierte un poco en una burbuja, se te queda pequeño”, admite. Viendo Los Serrano decidió que quería salir en la tele como esos chavales, uno de sus primeros trabajos fue una campaña como modelo para Springfield. “Me pusieron en marquesinas y todo, vi el casting en el Instagram de un fotógrafo y fui, yo era un pollito todavía”, recuerda con una sonrisa. Hoy es imagen de la firma, lleva tres temporadas con ellos: “Siempre me ha gustado la moda, me parece divertido y soy joven, es el momento de jugar. La moda es otra forma de interpretar”.

Begoña Vargas se toma muy en serio cada papel. “Llevo un pdf hecho de casa con cómo veo el personaje, con ideas de maquillaje, peluquería, de la ropa que lleva…”. También le busca un aroma: “Es un poco friki, pero soy muy obsesa de los olores y a cada personaje le busco un perfume. Dicen que el olfato es una de las cosas más intuitivas que tenemos los humanos. Yo una semana antes de empezar a rodar me voy a una perfumería a encontrar cómo huele mi personaje”. Se reconoce “muy mística”, asegura que cuando algo no sale, siente que eso le está indicando que no era su camino. De hecho, se iba a ir a estudiar a Estados Unidos, “pero no surgió y se quedó como una espinita”. Pero no descarta un futuro en Los Ángeles. “¿Quién no ha soñado con trabajar en Hollywood? Es obvio que me gustaría trabajar allí, pero se dará cuando se tenga que dar. No tengo prisa”.

De momento explora otras facetas, no quiere ceñirse a la interpretación. “Solo tengo 23 años y me he dado cuenta de que no soy actriz, soy artista. Ahora estoy en un momento de investigación conmigo misma sobre dónde quiero ir, qué es lo que quiero contar. En la generación de mis padres si eras algo lo eras toda tu vida, pero no tiene por qué ser así. Me encanta ser actriz, pero también componer música, escribir relatos, pintar, hacer fotos… ¿Por qué me voy a limitar toda la vida a hacer solamente una cosa?”, argumenta. Se ha comprado un teclado y en su casa va sacando temas de pop-rock. “La electrónica, el trap y el reguetón no me gustan, me encanta escucharlos de fiesta, pero me siento más cómoda como cantautora, aunque tengo que encontrar mi estilo”. Es una forma, asegura, de ampliar horizontes: “La sociedad juzga, si eres actriz y música no te toman en serio, y me gustaría poder cambiar esa mentalidad, porque en Estados Unidos es muy normal”.
No le da miedo el qué dirán, tampoco la exposición pública. “He visto a compañeros de la industria que tienen un reconocimiento más invasivo y pienso: ‘Qué bien lo lleva’ o ‘lo lleva como puede’. Es complicado. Yo voy por la calle hecha un cuadro con mi chándal y mi moño para irme a comprar al súper y nadie me dice nada. Por ahora, sigo teniendo una vida muy normal”. Quiere seguir afrontando retos, buscando perfumes para nuevos personajes. “Me apetece probar otros registros”, subraya. Hasta ahora ha interpretado a muchos personajes fuertes, chicas duras. “Me va a costar que me puedan ver en otro sitio, pero no tengo prisa. Al final es lo que hace que me llamen para tanto curro. Sé que tengo una fuerza, algo racial, muy española, mediterránea, que funciona en cámara”, reflexiona. Y más adelante, ¿por qué no?, se plantea contar una historia propia. “Siempre he tenido claro que dirigiré un guion mío”, augura, “las mujeres tenemos mucho que contar, como no nos han dejado hablar hemos acumulado. Imagínate si tenemos para hacer ficciones… Les vamos a cansar a todos”.

*Maquillaje y peluquería: Rebeca T. Figueroa (Another Agency) para Givenchy Beauty. Asistente de fotografía: Borja Llobregat.

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Sobre la firma

Ana Fernández Abad
La editora de estilo de vida de S MODA está especializada en temas culturales y personajes de actualidad. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra y ha escrito en medios como Diario 16, El Comercio o Descubrir el Arte.

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