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Anton Heunis: el broche a una década de éxitos

Rompe récord de ventas en Nueva York y le piden autógrafos en Japón. En 10 años, Anton Heunis se ha convertido en un referente de la joyería.

El broche a una década de éxitos

Entrar en el taller de un artista es como adentrarse en un mundo de fantasía. El de Anton Heunis –situado entre el barrio de Salamanca y Chueca, una mezcla de elegancia clásica y descaro, como sus joyas– no es una excepción. En las paredes cuelgan fotografías, cuadros, marinas y platos pintados a mano (algunos por él mismo). En las estanterías conviven cientos de objetos curiosos –adquisiciones de sus habituales excursiones a rastros y mercadillos– y tesoros con un valor sentimental. Como un par de broches que su abuelo talló cuando fue prisionero de guerra en Sudáfrica, en 1902, o el camafeo con El David de Miguel Ángel que él mismo hizo cuando aún era un aprendiz de orfebre. «No las conservo porque sean especialmente buenas, sino porque me recuerdan el camino que he recorrido», nos explica el diseñador.

Una trayectoria que, lejos de haber culminado, ha llegado a la marca de los 10 años. «No es ni mucho menos la meta. La carrera continúa», afirma. «Hay que seguir innovando. Siempre puedes ir un paso más allá. Incluso si llegas a ser el joyero más reconocido de España, habrá un francés mejor que tú. Y cuando lo hayas superado, habrá un americano al que tendrás que batir. El objetivo nunca se alcanza», sentencia.

«La edición fue difícil. Algunas de las fotos que más me gustaron no pasaron el corte», comenta Heunis.

Gorka Postigo

Para Heunis su aniversario simboliza la «consolidación» de la firma. «Como llegar al “10k” de los 10.000 seguidores en Instagram», dice. «Significa que nos hemos convertido en una marca de referencia a nivel global. Y en el futuro queremos serlo todavía más», afirma con convicción. «El éxito no lo define que una celebridad lleve tus joyas en la alfombra roja o que un museo haga una retrospectiva en tu honor. Cosas que agradecería si pasaran», señala. «El verdadero triunfo es que la gente en la calle conozca la firma, que tenga una relación con ella y, por supuesto, que la lleve. No hay nada mejor que tener clientes fieles», dice, recordando un reciente viaje a Japón en el que un grupo de fans le pidió su autógrafo. «Por eso hemos querido hacer algo especial para festejar este momento», explica.

La celebración se materializa en una edición limitada de 100 piezas –10 pendientes en 10 colores– que rescata de colecciones anteriores algunos de los diseños predilectos de Heunis. ¿Su favorito? Una pieza XL con púas y piedras de tonos pastel. «Como los de una tienda de caramelos», apunta el diseñador. «Me encanta la mezcla de las tonalidades infantiles y los pinchos de metal».

A la hora de crear las imágenes, el fotógrafo Gorka Postigo tuvo libertad. «Quería ver su interpretación de las joyas», explica Heunis.

Agnès Teixidó / Cortesía de Anton Heunis

La otra joya que el artista ha creado para celebrar este cumpleaños es un libro de mesa (que se venderá en Amazon a partir de junio). La idea del proyecto surgió durante una sesión con Gorka Postigo, un referente de la fotografía nacional y colaborador de S Moda. «Su trabajo siempre me ha gustado. Tiene una sensibilidad especial. Sus fotos transmiten emociones». Que las joyas fuesen el punto de partida fue la única condición que Heunis puso para crear las imágenes que ilustrarían el libro –y que en los próximos meses viajarán alrededor del mundo, de Rusia a Taiwán, en un exposición itinerante–. En lo demás, el fotógrafo tuvo carta blanca. «Lo que buscaba era que otra persona interpretara mis creaciones. Y sabía que no había nadie mejor que Gorka para hacerlo. Ni siquiera yo. Además, para mí era importante que fuese español», admite. Nacido en Sudáfrica y afincado en Madrid desde 2003 –fue aquí donde empezó su firma, tocando de puerta en puerta para vender sus colecciones–, Heunis es un enamorado de nuestro país. «Su cultura, su cocina, su arquitectura… Son una fuente de inspiración constante», asegura.

A las fotografías de Postigo se suman bocetos, textos escritos por personas con una relación especial con la marca e imágenes del taller y el trabajo artesanal que en él se realiza –una de las facetas de las que el joyero, que no dudó en incluir la frase Hand made in Madrid en el logo de la empresa, se siente más orgulloso–. «Queríamos mostrar qué es Anton Heunis, descubrir la historia y el trabajo detrás de cada una de nuestras creaciones», explica.

«Lo cursi, bien llevado, puede ser bonito. Esa dualidad es la base de mis diseños», dice Heunis.

Imaglo Photography

Igual que sus diseños –de los que, confiesa, a veces le cuesta desprenderse–, el libro es un retrato de Anton Heunis, la firma y el joyero. «Es imposible separarlos, nuestras vidas van en paralelo. Las joyas son una forma de mostrarme al mundo», cuenta. «Tengo gustos un poco esquizofrénicos. Por eso disfruto jugar con constrastes a la hora de crear». El resultado: piezas que define como modernas pero atemporales, femeninas pero atrevidas. Lo que él llama modern vintage. Una estética que triunfa en el mercado –prueba de ello es el éxito de la marca–. «A veces me gustaría crear sin pensar en las ventas. Pero no quiero hacer piezas que terminen en un cajón. No puedo perder de vista que estoy diseñando un producto. Para liberar mi creatividad tengo la cocina: como no vivo de ello, me puedo permitir experimentar».

Heunis en su taller, donde se fabrican a mano todas las piezas de la marca.

Agnès Teixidó / Cortesía de Anton Heunis

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