_
_
_
_
_

Alex Prager: «No me interesa la perfección»

Estrella ascendente de la fotografía, expone su trabajo sobre las masas humanas con una triple muestra en Nueva York, Washington y Los Ángeles

Alex Prager

Cuando se pregunta a Alex Prager por sus influencias, la artista responde con una lista casi interminable. «Me inspiran la edad dorada de Hollywood, las imágenes de William Eggleston, Philip-Lorca diCorcia y Gregory Crewdson, los retratos femeninos de Cindy Sherman y la fotografía de moda de Guy Bourdin y Helmut Newton, además de las viejas portadas de Vogue», asegura la artista nacida hace 34 años en Los Ángeles. Podría resultar pretencioso alinear todos esos nombres en una sola respuesta si no fuera porque en sus imágenes no cuesta detectar la presencia de todos y cada uno de ellos.

Estrella ascendente desde que el MoMA la incluyó en su prestigiosa muestra anual de nuevos talentos en 2010, Prager vuelve a sobresalir ahora con una nueva serie, Face in the Crowd, que se expone en la galería Lehmann Maupin de Nueva York hasta el 22 de febrero, pero también en Washington y Los Ángeles hasta el 8 de marzo. Su nuevo trabajo está compuesto por fotos de masas humanas que podrían estar tomadas en los años 50 o antes de ayer, a medio camino entre una película en Technicolor y una ilustración de ¿Dónde está Wally?

Pelican Beach (2013)

Alex Prager

«No me gustan las multitudes, porque me parecen amenazadoras y aplastantes. Pero, al mismo tiempo, incluyen miles de historias sobre personajes vulnerables, que uno puede detectar si presta un poco de atención», afirma.

Bajo la superficie impoluta de sus imágenes late un trasfondo inquietante. «No me interesa mostrar la perfección ni describir solo una belleza espectacular. Persigo destapar esa cualidad perturbadora que no solemos ver a simple vista», explica Prager.

Desiree (2008)

Alex Prager

La mezcla ya es marca de la casa. En la serie Compulsion puso en escena desastres naturales con una fotogenia exagerada, mientras que en sus abundantes retratos femeninos describe a mujeres tan bellas como en el fondo monstruosas. Las considera más interesantes que los hombres. «Me parecen más complejas. Y siempre resulta más divertido vestirlas», reconoce. 

Su último trabajo fue producido como si fuera una película: en un estudio de cine con 250 extras, un centenar de técnicos, una diseñadora de vestuario e incluso una estrella de Hollywood: Elizabeth Banks. «Habría preferido hacer las fotos en la calle, pero era difícil y costoso. Al final acabó siendo mejor así. Ahora nadie sabe si las imágenes son auténticas o no», concluye Prager, satisfecha con su realidad de cartón piedra.

Fotografía del fashion film Despair (2010), protagonizado por Bryce Dallas

Alex Prager

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_