Carlota Casiraghi acudió anoche en Madrid a la inauguración de la exposición de Cartier en el museo Thyssen Bornemisza. Para la ocasión eligió un elegante vestido gris de gasa, que acompañó con una gargantilla de diamantes de la firma de joyería. La hija de Carolina de Mónaco se decantó por llevar el pelo recogido, un maquillaje favorecedor y la manicura en un tono burdeos.


