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Tres razones por las que recordar a Rosalía Mera

Rosalía Mera (A Coruña 1944-2013) falleció ayer pasadas las ocho de la tarde en un hospital de su ciudad natal. El derrame cerebral que la cofundadora de Inditex sufrió el miércoles en la isla balear, mientras disfrutaba de unos días de descanso junto a su hija Sandra, ha acabado con la vida de la mujer más rica de España. Pero ni esta etiqueta, ni la de ser la exmujer de Amancio Ortega (la tercera fortuna global) o que ella misma acumulase 4.700 millones de euros en sus cuentas bancarias, deberían ser los únicos titulares con los que recordar a una de las filántropas con mayor concienciación social del país.

Portadora de una historia personal irrepetible, aquí tienes otros motivos por los que deberías recordar a la costurera de origen humilde que se convirtió en coresponsable de un imperio de moda indesbancable a escala planetaria:

Fue una de las emprendedoras más fructíferas del país

Hija de un trabajador de Fenosa y de una carnicera, los escasos recursos familiares obligaron a abandonar las clases con apenas 11 años y ponerse a trabajar de costurera en La Maja, un próspero negocio textil de A Coruña. Convertida después de en dependienta, fue la encargada de convencer a su pareja Amancio Ortega –comercial del local– de que su futuro estaba en la confección. Se convertiría en una de las artífices de Inditex, junto a su entonces pareja y convirtieron en éxito las batas acolchadas de boatiné que cosían por las noches en los bajos del local de la ciudad y que propulsarían el germen de Zara.

Supo combinar filantropía y negocio

Tras separarse de Ortega en 1986, Rosalía Mera decidió abandonar todo lo que rodeaba a Inditex (abandonó el consejo empresarial en 2004) y volcarse en la concienciación social. Creó la fundación Paideia Galiza, un centro de estudios sociales y pedagógicos para desarrollar proyectos de empleo, discapacidad (su hijo Marcos nació con parálisis cerebral), voluntariado europeo o ayuda a emprendedores sociales. Mientras cultivaba su versión filántropica, Mera seguía multiplicando su fortuna, gracias a
Rosp Corunna, que gestiona inversiones en inmobiliarias, energías renovables, tecnologías informáticas o el sector farmacéutico, no sin críticas de por medio.

Indignada, feminista y 'desclasada'

Sin pelos en la lengua, Mera no dudó en manifestarse contra la reforma de la Ley del Aborto que planteaba Ruiz Gallardón hace unos meses. Abogaba por el derecho de las mujeres a "decidir en una cosa muy importante como es la maternidad", rechazó en banda los recortes de Sanidad y Educación ("hacen un flaco favor a la sociedad, no podemos recortar desde abajo) y no dudó en mostrar su "apoyo total" al movimiento del 15_M en  2011. "Tenemos que estar muy indignados, los que están acampados y la mayoría de la población", dijo entonces a la prensa. Lo decía una mujer que se sentía "desclasada" y que llegó a empapelar en 2003 los ventanales de su fundación con las banderas de Nunca Mais a raíz de la catástrofe del Prestige.

"Si me tengo que identificar, me identifico mucho más con ese entorno que ha sido mi mundo y del que tampoco he querido moverme demasiado porque me nutre, me sostiene", explicaba en una entrevista concedida a Suso de Toro a El País en 2004. Una historia que bien podría corresponder a la de una cencicienta moderna, etiqueta que le molestaba soberanamente y a la que, al parecer, siempre respondía: "¡Pero qué narices! ¿Y por qué no lo dicen de Amancio (Ortega)?".

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GJD (©GTRESONLINE)

En 2011, durante la edición del primer concurso Jazz Fusion de Madrid

Gtres

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