Con los pantalones bien puestos: 36 veces que una mujer nos inspiró llevando un traje sastre

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Evan Rachel Wood utiliza el traje sastre de una perspectiva reivindicativa: rechaza ponerse vestidos en la alfombra roja "para demostrar a las niñas y a las mujeres que ponerse un vestido no tiene por qué ser un requisito único". En los Globos de Oro de este año (foto de en medio) quiso hacer homenaje con su Altuzarra a la película Victor Victoria y a David Bowie porque "era su cumpleaños".

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El traje sastre es una de las señas de identidad del armario de Ellen DeGeneres: se atreve con colores monocolor, como el blanco, y juega con diferentes texturas como el terciopelo.

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Como curiosidad, el smoking de Yves Saint Laurent al principio también fue prohibido en los restaurantes: la socialité Nan Kempner fue obligada a salir del Le Côte Basque de Nueva York por su traje, ya que el mánager consideró que sus pantalones no eran apropiados para una cena formal. Helmut Newton convirtió el esmoquin en icónico gracias a sus fotografías para la edición francesa de Vogue en 1975. A la izquierda, la artista francesa Niki con el smoking; a la derecha, Twiggy en 1967.

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Uno de las apariciones más comentadas de Susan Sarandon fue la de los SAG Awards de 2016, no tanto por su impecable traje de Max Mara sino por las críticas que generó sobre si su pronunciado escote era apropiado. En S Moda, creemos que estaba fantástica.

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Impecable, como siempre, fue Alexa Chung en la gala MET  de 2010 con este 3.1 Phillip Lim con camisa romántica y lazo al cuello.

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Una de las primeras mujeres en adoptar el esmoquin fue Marlene Dietrich. Lo llevó en 1930 para encarnar a la cantante de cabaret Mademoiselle Amy Jolly en el filme Morocco. Cigarro en mano, plantó un beso a una de las apostadoras en plena actuación.

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El traje de terciopelo rojo de Tom Ford para Gucci que llevó Gwyneth Paltrow en los VMA de MTV de 1996 es el epítome del estilo noventero y de paso, uno de nuestros favoritos.

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Los trajes sastre en blanco de Yves Saint Laurent fueron uno de los uniformes de Bianca Jagger en los 70. De hecho, llevó uno en su boda con Mick Jagger, solo que cambió el pantalón por la falda: "fue un cambio radical para las mujeres en el trabajo, que podían llevar un traje práctico que también fuese elegante" escribió en un homenaje al diseñador que hizo para The Guardian en 2008.

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Anne Hathaway llevó un esmoquin en una de sus apariciones sobre el escenario de la gala de los Oscar en 2011.

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Los trajes sastre de Hillary Clinton merecen una galería de fotos aparte. Se han convertido en su uniforme a lo largo de su trayectoria política, y no fue casualidad ver a Beyoncé lucir uno de lunares durante la campaña en apoyo a su candidatura presidencial el año pasa.

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Chloë Sevigny apostando todo al blanco con este traje que lució en un evento en 2012.

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Julia Roberts recogió su premio a mejor actriz por Magnolias de acero en los Globos de Oro de 1990 enfundada en un traje masculino de Armani.

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"Cada vez que oigo a un hombre decir que prefiere a una mujer en falda, le digo: pruébate una" se dice que le comentó Katharine Hepburn a Calvin Klein. La actriz buscó en la moda, por encima de todo, la comodidad, y puso boca arriba los códigos de vestimenta que regían los años 40 en cuestión de género. Lo suyo eran más trajes sastre como el que llevó en La mujer del año (1942). 

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Una lección magistral del menos es más, cortesía de Emma Watson: traje en negro de Saint Laurent, camisa blanca, stilettos y labios en rojo. Impecable.

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Cara Delevingne es otra de las celebrities a la que no es raro ver con un traje. Un ejemplo perfecto para sacar tu traje de oficina del horario laboral: combinarlo con transparencias y camisas de encaje.

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Una de las actuaciones más memorables con esmoquin de por medio fue la de Julie Andrews en la película ¿Victor o Victoria? (1982). El diseño de vestuario, creado por Patricia Norris (12 años de esclavitud) estuvo nominado al Oscar.

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Nominada por su papel en Cake, Jennifer Aniston acudió a los Critics Choice Awards de 2015 con este espectacular traje sastre en tonos caldera firmado por Gucci.

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Pocas actrices patrias defienden un esmoquin como lo hizo Bárbara Lennie en la fiesta de nominados de los Goya en 2015. Combinado con unas sandalias bicolor, el look al completo lo firmaba Raf Simons para Dior.

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Los años 80 fueron sinónimo de los power suit, no solo en la oficina. La artista Grace Jones también experimentó con ellos sobre el escenario, y hasta en portadas de discos, como el de Nightclubbing (1981), firmado por Armani.

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Junto al traje en negro, las celebrities saben que el blanco es una apuesta segura sobre la alfombra roja. Lo demostró Danielle Haim, en el medio, que lució este modelo de Stella McCartney en los Grammy de 2015.

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Las actuaciones de la artista Josephine Baker no eran todo bailes con trajes de bananas en el Folies Bergères: en los años 30 también utilizó esmoquin, no solo para entretener, como recogía Bustle, sino también con un mensaje. Un atuendo que ayudaba a la primera estrella de cine negra a derribar todos los estereotipos de clase, raza y color de su época.

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No apto para tímidas: el impactante traje de Christian Siriano que Zendaya lució con una camisa a juego en un evento de 2016.

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Como Evan Rachel Wood, la elección de Janelle Monáe por los trajes sastre no es fortuita. En una entrevista de 2010, justificó que eran su uniforme de trabajo porque sentía que tiene "una responsabilidad con la comunidad y con las chicas jóvenes para ayudar a redefinir el aspecto de una mujer".

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La modelo Twiggy interpretando a Polly Browne con un traje sastre blanco en la versión cinematográfica del musical The Boy Friend (1971).

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En 1967 la modelo Twiggy lanzó una colección de moda propia, llamada 'Twiggy Dresses', en la que incluyó este traje sastre de raya diplomática.

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Aunque espectacular, el traje de Band of Outsiders que Anna Kendrick llevó a la gala de los Grammy en 2015 no era precisamente cómodo debido a que no llevaba nada debajo: "Me encantaba, pero me tenía que sentar muy recta. Tenía un poco de adhesivo, ya sabes, pero aún así me sentía un poco inquieta al respecto. Cuando llegué a casa, la espalda me estaba matando" confesó en una entrevista con Ellen DeGeneres.    

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Emma Stone versionó el traje en los SAG Awards de 2015 con un vestido con transparencias y una chaqueta larga, de Dior Couture.

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Barbara Bui firmaba este traje blanco que llevó Charlize Theron al Grand Prix de Australia en 2015.

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La modelo Kristen McMenamy inmortalizada por el objetivo de Arthur Elgort a comienzos de los 90 con un traje de terciopelo y seda combinado con un jersey de cuello de cachemira.

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Hay vida más allá de los colores mate: Kate Moss se atrevió con este de brillos metalizados para la subasta que se hizo en Christie's de unas fotografías suyas en 2013.

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Claudia Schiffer, enfundada en un esmoquin de Yves Saint Laurent en 2002.

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La política y actriz griega Melína Merkoúri con un esmoquin de Cardin posando junto a su perro para Vogue en 1966.

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A Blake Lively los trajes sastre le quedan como un guante, y se atreve con tonos vivos como el azul eléctrico o el rojo.