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¿Un vestido alquilado? Un vestido alquilado.
En 2022 la carta del upcycling es un elemento muy celebrado en las alfombras rojas: sin ir más lejos, en la última Gala Met Emma Stone reutilizó su vestido de novia (un precioso y delicado Louis Vuitton que utilizó primero en la fiesta de su boda con Dave McCary en 2020) y Shawn Mendes enseñó con orgullo su Ralph Lauren reciclado, demostrando que la moda circular no es ya una tendencia sino una posición real y con mucha sposibilidades en los grandes eventos. Y una boda también lo es. De hecho, la británica Amelia Windsor ha contado que suele alquilar vestidos para las bodas a las que es invitada (y hablamos de una royal), escenificando en público una nueva forma de consumir.
En España hay varias tiendas físicas y online donde se pueden alquilar piezas especiales, como Borow (donde se puede conseguir, por ejemplo, el vestido de Jacquemus de la foto, por 194€ en lugar de los 1.000€ de su precio de venta al público), La Más Mona, Rental Mode, Dresseos o Mimage.