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Sundance se apunta a la paridad

Quizá los hombres sean mayoría en los Oscar o Cannes (como en los consejos de administración), pero en el festival de cine indie las mujeres dirigen la mitad de los filmes de la sección oficial.

Sundance

De todos los festivales de cine de primera línea, el de Sundance sigue siendo quizá el más peculiar. Allí las estrellas van a lucir parkas de plumas de The North Face en lugar de tacones de Nicholas Kirkwood y se celebran géneros que suelen dejar fríos a otros certámenes, como el mumblecore (subgénero independiente de bajo presupuesto con actores amateurs). Este año, además, mientras en Bruselas la Comisión Europea propone una ley comunitaria para imponer un 40% de mujeres en los consejos de administración, el festival que fundó Robert Redford y que se celebra cada enero en la gélida Utah añade a su lista de peculiaridades una (bienvenida) rareza: el 50% de los filmes que compiten están dirigidos por mujeres.

Esta composición paritaria llega medio año más tarde de que el festival de festivales, Cannes, se viera envuelto en una polémica. En su última edición, ninguna de las 22 películas que participaban tenía como directora a una mujer. La realizadora británica Andrea Arnold, miembro del jurado, criticó la ausencia (aunque también recalcó que detestaría que escogiesen sus películas como parte de una política de cuotas); y el colectivo feminista francés La Barbe escribió una carta pública en la que protestaba contra la alineación 100% masculina del festival. «A los hombres les encanta que las mujeres tengan profundidad, pero solo en el escote», rezaba la frase más citada del escrito, que publicó Le Monde y que firmaron, entre otras, la escritora Virginie Despentes, la cineasta Coline Serreau y la actriz Fanny Cottençon.

Lo de Sundance seguramente no es tanto producto de una intención deliberada como una continuidad de su política, tradicionalmente women-friendly, y, por qué no, un gesto publicitario. Según Melissa Silverstein, del blog Women and Hollywood, «no debió de ser una decisión consciente, pero el festival tiene programadores muy diversos y sensibilizados con incluir una amplia variedad de perspectivas». Según Silverstein, el gesto es «una buena noticia, no solo para las mujeres, sino para los amantes del cine», ya que «cuando las mujeres son excluidas de la conversación, el resultado es que nadie tiene una visión completa».

Las seleccionadas abarcan géneros dispares y son, en muchos casos, debutantes. Como Lake Bell, que se estrena en la dirección con In a World…, un filme en el que interpreta a una coach que tiene una difícil relación con su padre. O Stacie Passon, que ha rodado Concussion, una especie de Belle de Jour lésbica sobre una mujer acomodada de Los Ángeles que empieza a dedicarse a la prostitución tras darse un golpe en la cabeza. También debuta Liz W. Garcia, con The Lifeguard, protagonizada por Kristen Bell. En el grupo caben comedias, como Afternoon Delight, de Jill Soloway, sobre un ama de casa que contrata a un stripper como niñera, y dramas de trasfondo político, como May in the Summer, de Cherien Dabis, sobre una palestino-americana cristiana que viaja a Jordania para casarse con su prometido musulmán.

A priori, los títulos con más opciones de salir del circuito festivalero y llegar a nuestras pantallas son Austenland, de Jerusha Hess, una farsa sobre una treintañera (Keri Russell, de Felicity) obsesionada con las novelas de Jane Austen, y Touchy Feely, de Lynn Shelton, con un reparto de estrellitas del indie que incluye a Ellen Page, Rosemarie DeWitt y Allison Janney.

La sección dedicada a los documentales también tiene una composición paritaria, con 8 de las 16 películas dirigidas por mujeres. El director del festival, John Cooper, cree que se podrán mantener estos números en los próximos años. «Entre los cortometrajistas estamos encontrándonos con una situación del 50-50, así que habrá más mujeres directoras a medida que estas empiecen a rodar largos», declaró Cooper a The Huffington Post. Sus perspectivas, sin embargo, se reducen al mundo del cine independiente. «Hollywood todavía parece tener enormes problemas a la hora de poner a mujeres en la dirección», recuerda Wassertein. «El año pasado, entre las 250 películas que recaudaron más dinero en Estados Unidos, solo el 5% tenían mujeres directoras. Es un signo de que queda mucho por hacer por la paridad en la industria del cine», añade.
 
Una semana antes de que arranque Sundance se conocerán las nominaciones a los Oscar y allí se espera la dominación masculina habitual, con la más que probable excepción de Kathryn Bigelow, que ha rodado La noche más oscura, sobre la captura de Bin Laden. Bigelow fue la primera mujer que ganó el Oscar a la dirección en 2010 por En tierra hostil y tan solo la cuarta en toda la historia de los premios en ser nominada en esa categoría.
 

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