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Saskia de Brauw: «Por desgracia, el #MeToo en el mundo de la moda no ha servido para mucho»

Entre depredadores digitales, la modelo holandesa pone la voz crítica ante un gremio acelerado.

Vestido de PALOMO SPAIN (1.150 €), botas de MAX MARA (879 €), pulsera modelo Love en oro blanco (6.550 €) y anillo modelo Juste un Clou (1.170 €), ambos de CARTIER.
Vestido de PALOMO SPAIN (1.150 €), botas de MAX MARA (879 €), pulsera modelo Love en oro blanco (6.550 €) y anillo modelo Juste un Clou (1.170 €), ambos de CARTIER.Marcus Ohlsson. Realización: Natalia Bengoechea

Ya tenía 29 años cuando decidió probar suerte en la moda. Lo hizo por pura supervivencia. Saskia de Brauw (Ámsterdam, 1981) se dio cuenta de que no podía pagarse el alquiler mientras estudiaba para artista y, casi sin pretenderlo, acabó siendo una de las modelos más destacadas y fotografiadas de la última década. Discreta pero poderosa, sin recurrir al autobombo virtual de las nuevas instamodelos, De Brauw cuenta con el rango de ‘icono’, según la web models.com, ha sido apadrinada por Karl Lagerfeld, Carine Roitfeld o Franca Sozzani y hasta ha tenido cameos en videoclips de David Bowie. Ella solo quería seguir estudiando: «Había hecho algún trabajillo antes de la universidad, no me lo tomaba como algo profesional. Yo he sido camarera, panadera, cuidaba niños y combinaba muchísimos trabajos para llegar a fin de mes. Para mí lo importante era ir a la escuela de arte, así que me busqué una agencia de modelos y un agente para poder lograr mi objetivo», rememora. La holandesa es una rara avis en el nuevo entorno de depredadores digitales; su discurso es sereno, reflexivo y sensato. Crítica con la aceleración digital y la cultura aspiracional de Instagram, De Brauw defiende el derecho a ser tímida en un gremio «muy ruidoso» sin que le tiemble la voz al condenar los abusos y sexismo en su industria o el politiqueo interno del sector. A sus 38 años, y tras publicar varios proyectos artísticos, a De Brauw lo que de verdad le gustaría ser en esta vida es comisaria textil en un archivo histórico. Por eso vuelve a las aulas en octubre. Apasionada de Italo Calvino, estas son algunas de sus reflexiones en conversación telefónica tras una sesión de fotos que ella califica de «apacible y muy gratificante».

Vestido con capa de GIVENCHY (3.490 €), camisa vintage de NOMADRESS (c. p. v.), botas de MAX MARA (879 €), pulseras Love en oro amarillo (3.950 €) y oro blanco (6.550 €) y pulsera Juste un Clou en oro amarillo (3.950 €), las tres de CARTIER.
Vestido con capa de GIVENCHY (3.490 €), camisa vintage de NOMADRESS (c. p. v.), botas de MAX MARA (879 €), pulseras Love en oro amarillo (3.950 €) y oro blanco (6.550 €) y pulsera Juste un Clou en oro amarillo (3.950 €), las tres de CARTIER.Marcus Ohlsson

¿Cómo logra combinar el mundo del arte con el de la moda?

He construido una carrera como modelo, pero no me puedo considerar artista. He estudiado arte, he sacado un par de libros y he salido en una película, pero no me veo a mí misma como tal, ¡de hecho me está costando mucho dinero conseguirlo! Me costeo esta carrera gracias a mi trabajo. Supongo que arrastro el síndrome de la impostora, pero esta faceta de mi vida no la puedo valorar con esa grandilocuencia.

Karl Lagerfeld fue uno de sus padrinos, ¿cómo era su relación?

Creo que él lo intentó, pero nunca tuvimos una relación muy íntima. Hasta estuvimos solos en un jet una vez, pero como soy tan tímida, no tenía mucho que contarle, y supongo que no le gustaba tener personas tan reservadas a su alrededor. Más bien lo que hacía era rodearse de gente a la que usar durante un tiempo para fotografiarla. Yo tuve la suerte de compartir un breve espacio de tiempo con él. Fui afortunada.

Abrigo de MAX MARA ATELIER (2.935 €), camisa vintage de NOMADRESS (c. p. v), gorro de LOEWE (950 €) y botas de MAX MARA (879 €).
Abrigo de MAX MARA ATELIER (2.935 €), camisa vintage de NOMADRESS (c. p. v), gorro de LOEWE (950 €) y botas de MAX MARA (879 €).Marcus Ohlsson

¿Qué opina de la nueva generación de modelos que necesitan Instagram para promocionarse?

Soy de otra generación. No me importa decirlo. Creo que es muy duro porque, en primer lugar, la gente no parece que conecte de un modo personal. Yo llegué a la moda cuando las redes no eran importantes. Ha pasado todo de forma muy rápida, y no sé cómo las jóvenes lo gestionan con las agencias. Para mí es como el mundo al revés, ¡la gente se felicita a sí misma en redes! «¡Es mi cumpleaños!», se dicen. No lo entiendo. Definitivamente vivimos en la era de los 15 minutos de fama de Warhol. Todo el mundo puede ser alguien, convertirse en alguien y ser visto por muchísima gente. En cierto modo es democrático, pero también aturde. Hay mucho ruido y no sabemos hacia adónde nos está llevando todo esto.

¿Por qué cree que el movimiento #MeToo no tuvo el efecto en la moda que tuvo en el cine?

Que yo no haya experimentado una situación de acoso o abuso no significa que no tuviese que ayudar a que esa suciedad saliera a flote. Compartí las historias de compañeros cuando Cameron Russell tomó la iniciativa de publicar todas estas experiencias en la industria. ¿Por qué ha costado más que se verbalizase en el sector de la moda? Aquí todo es muy político y, por supuesto, es muy delicado. Mucha gente que alzó la voz no ha vuelto a trabajar porque sabía que si lo contaba se le cerrarían puertas. Decirlo implicaba una carga increíble. He charlado con mucha gente que habló o que dudó en hacerlo en este contexto, porque muchas veces, el trauma te pone en una situación en la que la propia víctima se autoculpa y no es capaz de discernir si lo que le pasó lo llegó a imaginar. Durante un tiempo no se comentaba otra cosa y sí, se han implantado más vestuarios en los desfiles y desde el sindicato Models Alliance se plantean cambios legales, pero me temo que las cosas no han cambiado tanto como se esperaba. Por desgracia no ha servido para mucho.

Camisa satinada y accesorio en la oreja de metal y cristal, ambos de GUCCI (c. p. v.), pantalón de PALOMO SPAIN (405 €), cinturón de CHANEL (c. p. v.), y pulsera Love en oro amarillo de CARTIER (3.950 €).
Camisa satinada y accesorio en la oreja de metal y cristal, ambos de GUCCI (c. p. v.), pantalón de PALOMO SPAIN (405 €), cinturón de CHANEL (c. p. v.), y pulsera Love en oro amarillo de CARTIER (3.950 €).Marcus Ohlsson
Vestido de MARNI (c. p. v.).
Vestido de MARNI (c. p. v.).Marcus Ohlsson
Vestido de BOTTEGA VENETA (c. p. v.), camisa blanca de ULLA JOHNSON (c. p. v.), botas de MAX MARA (879 €), pulsera modelo Love en oro blanco (6.550 €) y pulsera Juste un Clou en oro amarillo (2.970 €), ambas de CARTIER.
Vestido de BOTTEGA VENETA (c. p. v.), camisa blanca de ULLA JOHNSON (c. p. v.), botas de MAX MARA (879 €), pulsera modelo Love en oro blanco (6.550 €) y pulsera Juste un Clou en oro amarillo (2.970 €), ambas de CARTIER.Marcus Ohlsson
Vestido con cuello barco (820 €) y plumífero blanco (c. p. v.), ambos de EMPORIO ARMANI, botas altas de MAX MARA (879 €), pendientes Juste un Clou en oro amarillo y diamantes (6.800 €) y anillo Juste un Clou de oro blanco (1.170 €), ambos de CARTIER.
Vestido con cuello barco (820 €) y plumífero blanco (c. p. v.), ambos de EMPORIO ARMANI, botas altas de MAX MARA (879 €), pendientes Juste un Clou en oro amarillo y diamantes (6.800 €) y anillo Juste un Clou de oro blanco (1.170 €), ambos de CARTIER.Marcus Ohlsson
Vestido de MARNI (c. p. v.), botas de MAX MARA (879 €) y pendientes Juste un Clou de oro amarillo y diamantes de CARTIER (6.800 €).
Vestido de MARNI (c. p. v.), botas de MAX MARA (879 €) y pendientes Juste un Clou de oro amarillo y diamantes de CARTIER (6.800 €).Marcus Ohlsson
Camisa vintage de NOMADRESS (c. p. v.).
Camisa vintage de NOMADRESS (c. p. v.).Marcus Ohlsson

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