Relojes que se adelantan al de Apple

Si a veces se te olvida que tu teléfono sirve para llamar pronto quizá se no recuerdes que tu reloj además de hacer muchas otras cosas también da la hora. Al menos eso es a lo que apuntan los insistentes rumores de que Apple puede estar a punto de poner patas arriba la idea que hoy tenemos de estas máquinas del tiempo. En algún momento de los próximos meses es bastante probable que algunos en sus muñecas luzcan el nuevo producto con el logo de la manzana.

Quizá la mejor prueba de que el iWatch, como ya lo han bautizado algunos, terminará fabricándose es que ya pueden comprarse varios relojes con espíritu de ordenador. Al fin y al cabo antes de lanzarse el iPod ya había reproductores de MP3, smartphones antes de aparecer el iPhone y anteriormente a que Steve Jobs presentase el iPad ya existía cosas similares a una tableta.

La principal razón del nuevo invento es evitar que saquemos del bolso el teléfono cada dos por tres para consultar quién nos llama, nos manda un mensaje, envía un correo o nos cuenta algo a través de las redes sociales. La idea tiene su lógica si tenemos en cuenta las enormes proporciones que los móviles están alcanzando.

La estética de estos dispositivos es uno de los desafíos a los que se enfrentan las firmas de tecnología que pretenden comercializarlos, pues no es fácil transformar algo con tanta historia a sus espaldas como es el reloj. La gran variedad de modelos clásicos que podemos elegir en una relojería choca con la uniformidad que caracteriza a muchos productos electrónicos. Aunque bien es cierto que desde hace décadas Casio ha seducido a millones de personas con relojes digitales cuyos diseños son prácticamente clónicos.

Sony

Parece previsible que, como en el caso de los teléfonos, los accesorios serán la clave para personalizar esta nueva ola de relojes. Las pulseras y carcasas pueden tener mucho que ver en que estos dispositivos tengan éxito entre los que no soportan la monotonía.

Los primeros en llegar
El I’m Watch ha sido fabricado en Italia y puede adquirirse en dos versiones: una estándar y otra con acabado en titanio. La diferencia de precio es abismal. Mientras que la primera se vende por 349 euros la segunda dobla esa cifra y alcanza los 699 euros. No contentos con eso sus creadores acaban de anunciar una versión de lujo mucho más cara en la que se usarán materiales como el oro.

MetaWatch

Pero para comprender mejor cómo pueden ser la nueva ola de relojes que se avecina lo mejor es fijarse en el SmartWatch de Sony, el primero lanzado por una gran empresa de electrónica. Su diseño discreto sólo se ve alterado por las correas de diversos colores que pueden adquirirse aparte (la que lleva por defecto es de color negro).

Funciona con Android y hay bastantes aplicaciones adaptadas a él. Pero los dos datos que quizá nos orientan más sobre lo que estos aparatos pueden llegar a ser son su precio, cuesta 129 euros, y su autonomía, de sólo un día si lo usamos con bastante frecuencia. Vamos, que vuelve lo de darle cuerda a diario al reloj.

De hecho, algunos dicen que la única razón de que Apple no haya lanzado aún el iWatch es precisamente porque están intentando lograr estirar algo más el rendimiento de la batería. Algo que podría solventar en parte el uso de pantallas de tinta electrónica como las de los libros electrónicos.

Esa es justo la baza que juega el tercer modelo que ya podemos comprar: el Metawatch, el único que se comercializa con una gama algo más variada de diseños. Sus precios oscilan entre los 170 y los 199 dólares y es compatible con el iPhone y con teléfonos Android. Aunque su software interno está mucho más verde que el de Sony.

Ahora sólo falta por ver si Apple logra darles a estas máquinas una chispa de magia que provoque que otros corran a copiarles y se nos olvide cómo era la vida antes de estar pendientes de la pantalla del reloj.