Tanto su colección de moda hombre presentada recientemente en París como el Pre-Fall que lanzó a principios de año, vienen recogiendo aquello sembrado por Riccardo Tisci en sus maravillosos años al frente de la casa Givenchy. La Alta Costura no ha sido ninguna excepción aunque aquí el batiburrillo es tan sucinto que se pierde en la emoción por saborear cada uno de los diez diseños presentados como si estuvieran libres de cargas.
En el año del dragón, la chica del tattoo estará encantada de probar cualquiera de estos recamados diseños con tantas horas y esmero como disimulo. Vestidos que apenas sienten en su peso el rigor constructivista del art déco en el que se inspiran. Vestidos blancos, negros, chocolate y tabaco tan contundentes y maduros como contenidos.
