¿Por qué los vestidos icónicos de Versace siguen incendiando la alfombra roja?

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Durante la presentación de la colección pre-fall de Versace, Kim sosprendió con otro vestido icónico de Versace: el mismo que Paris Hilton eligió en 2002 para festejar por todo lo alto su mayoría de edad (que en Estados Unidos es a los 21). Curiosamente, y aunque hoy se han cambiado las tornas, en los 2000, cuando Donatella diseñó este vestido, Paris Hilton era la gran estrella del universo celebrity y Kim solo un personaje secundario que ejercía de amiguísima en todas las polémicas y salidas nocturnas de Paris.

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La colección de Versace de otoño-invierno 1992 es probablemente la más icónica de todas. De hecho, incluso en la serie El asesinato de Gianni Versace los guionistas dedican una escena a comentar el vestido-arnés que cimentó la leyenda (y el sex-appeal) de la marca. En mayo, Kim Kardashian recuperó este vestido para la afterparty de Versace. Antes había llevado este diseño famosas como Beyoncé, Naomi Campbell, Helena Christensen (en pasarela) o la propia Donatella.

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«Bueno, Jennifer, esta es la primera vez en cinco o seis años que estoy seguro de que nadie me está mirando a mí». Lo dijo David Duchovny en la gala de los premios Grammy del año 2000. A su lado, estaba J.Lo con un vestido de Versace, que es el diseño más comentado de la era pre-redes. Cuando se cumplen 20 años de la muerte de Gianni, y con la marca en plena campaña de revival y tributo, estaba claro que Donatella iba a acabar rescatando el look de la discordia tarde o temprano. Lo ha hecho en Nueva York con Amber Valetta, la misma modelo que lució en pasarela la versión original hace 18 años.

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Pero si hay un diseño de Versace que está en la memoria colectiva es el que lució Elizabeth Hurley en el estreno de Cuatro bodas y un funeral en 1994. Aquel look con escote pronunciado, raja infinita e imperdibles multiplicó su fama. «Versace diseña ropa para celebrar la forma femenina en lugar de eliminarla», defendió entonces Hurley. En febrero, volvió a saltar la polémica cuando Jennifer Lawrence se presentó en la premier de Gorrión rojo con un look casi idéntico que algunos tacharon de machistas. Jennifer respondió a las críticas: «si quiero pasar frío es mi decisión».