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60.000 personas en menos de dos días le piden a Adidas que cese su relación con Kanye West por sus opiniones antisemitas y ultraderechistas

Tras ser expulsado de Twitter e Instagram, comprar la red social de ultraderecha Parler y protagonizar una delirante entrevista en la Fox, las redes piden que la marca deportiva corte con el rapero. Balenciaga ya lo hizo el pasado viernes.

Ye junto a la activista pro Trump Cadace Owens durante el estreno de un documental contra el movimiento Black lives Matter, el pasado doce de octubre
Ye junto a la activista pro Trump Cadace Owens durante el estreno de un documental contra el movimiento Black lives Matter, el pasado doce de octubreGettyimages (Getty Images for DailyWire+)

Desde que presentara la camiseta con el mensaje ‘Las vidas blancas importan’ en su desfile, hace tres semanas, la polémica en torno a Ye (Kanye West) crece exponencialmente cada día. Primero fueron los insultos a través de Instagram del artista antes conocido como Kanye West a, entre otros, la estilista Gabriella Karefah Johnson o al fundador de Supreme, Treamine Emory. West llegó a publicar una conversación privada entre ambos en la que el rapero acusaba al diseñador de haberse vendido al sistema y hasta de sacar partido de la muerte de Virgil Abloh, amigo de ambos. Pero lo peor llegaría días más tarde, cuando Ye le dijo a Puff Daddy (volvió a publicar la conversación privada) que se había vendido «a los judíos» y eran ellos los que le habían mandado a amenazarlo. Instagram le canceló la cuenta y se fue a Twitter, donde escribió que no podía ser antisemita porque muchos negros eran judíos, pero que «amenazaban a cualquiera que se opusiera a su agenda». También le cancelaron la cuenta.

Un par de días antes, Ye, que invitó al desfile a Candace Owens, comentarista afrodescendiente pro Trump (y con la que acudió días más tarde al estreno de un documental que, según ellos, desmonta al movimiento Black Lives Matter), daba una entrevista exclusiva a Fox (como no podía ser de otra forma) argumentando que la camiseta de marras era un mensaje «provida. La mitad de las muertes de negros en Estados Unidos vienen del aborto”.

También comentaba que recibió amenazas de muerte cuando se le vio junto a Donald Trump luciendo una gorra de ‘make america great again’ y se compraba con David frente a Goliath, argumentando que «tiene conexión directa con Dios». Horas más tarde, el Washington Post afirmaba que había partes cortadas de aquella entrevista, en las que West afirmaba cosas como que actores profesionales etraban en la casa que compartía junto a Kim Kardashian para «pervertir a sus hijos». Sin embargo, su entrevistador, Tucker Carlson, famoso por sus proclamas xenófobas y por su apoyo incondicional a Trump argumenta veladamente en el vídeo que West lleva razón: «¿Está o no loco? Juzguen ustedes mismos», proclama al inicio.  Horas después de aquella entrevista se anunciaba que West había comprado Parler, la polémica red social de ultraderecha que fue retirada de las tiendas digitales de Google y Apple tras la toma del Capitolio.

El viernes pasado, Balenciaga emitía un comunicado en el que afirmaba haber cortado cualquier tipo de relación con Ye.  Una decisión que ha tardado tres semanas en llegar, pero que terminó llegando, pese a que los lazos que unen al rapero con Demna, director artístico de la marca, vengan de lejos (él fue uno de los principales valedores del creativo geogiano cuando creó la firma de culto Vetements y Demna se ha encargado, entre otros, de la dirección artísitca de su último álbum, Donda). En esta espiral de odio protagonizada por el rapero, también hubo sitio para la artista Eliza Douglas, musa y modelo de Balenciaga, a la que Kanye llamó en sus redes sociales » la novia de instituto de Demna» refiriéndose a que ahora el diseñador lo prefería a él. Ahora la imagen de West abriendo el desfile de Balenciaga del pasado 1 de octubre se ha retirado de las plataformas. «Balenciaga ya no tiene relación con el artista ni planea colaborar con él en el futuro» fue el escueto comunicado que publicó Kering, el holding dueño de la marca.

En septiembre, antes de esta guerra mediática, Ye anunciaba, por supuesto, a través de su Instagram, que había denunciado a Gap, la marca que desde hace dos años comercializa las prendas de su marca Yeezy por incumplimiento de contrato. Contaba cómo habían faltado a la promesa de abrir tiendas a su nombre y cómo su intención de vender sus colecciones a todo el mundo no se estaba cumpliendo porque, pese a agotarse en cuestión de horas, los precios eran altos. También tuvo para los directivos de Adidas, a los que acusó de «lucrarse con él» desde que hace ocho años lanzara junto a la enseña deportiva el modelo de zapatillas Yeezy y varias colecciones presentadas a través de desfiles. Pero no se sabe a ciencia cierta si Adidas ha cortado la relación con West. De ser así, tendría que parar la producción de las zapatillas, unas de las más demandadas y caras del mercado. Kanye reporta a Adidas nada menos que entre un 7 y un 12% de la facturación total de calzado de la enseña.

Por lo pronto, ya se ha creado un change.org para que Adidas corte las relaciones y que ya suma setenta mil firmantes. En la página se recopilan todos los insultos antisemitas proferidos por el rapero en sus redes. El tema se ha intensificado este fin de semana, cuando una usuaria de Twitter compartía una imagen de supremacistas blancos en Los Ángeles llevando una pancarta en las que podía leerse «Kany West tiene razón sobre los judíos». Una imagen que han compartido varias celebridades, entre ellas Florence Pugh o David Schwimmer.

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