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«De nada, perras»: Madonna reflexiona sobre lo que supuso para las mujeres su libro ‘Sex’

El disco ‘Erotica’ y el libro que lo acompañaba, ‘Sex’, cumplen 30 años y la cantante ha resumido el que considera que es el legado de aquella arriesgadísima propuesta.

El editor Glenn O'Brien, Madonna, y el fotógrafo Steven Meisel en la presentación de 'Sex' en Nueva York en 1992.
El editor Glenn O'Brien, Madonna, y el fotógrafo Steven Meisel en la presentación de 'Sex' en Nueva York en 1992.Sonia Moskowitz (Getty Images)

Hace ya 30 años que Madonna publicó su rompedor disco Erotica, que salió al mercado acompañado de un coffee table book titulado Sex, en el que la cantante se atrevía a dar una visión del erotismo dese el punto de vista de una mujer y no de un hombre, como la sociedad estaba acostumbrada. Este volumen incluía fotos increíblemente explícitas pero también maravillosamente artísticas tomadas por el legendario fotógrafo Steven Meisel. La reina del pop es completamente consciente de esta efeméride y lo está celebrando recordando las críticas demoledoras que tuvo que soportar entonces y sacando sus propias conclusiones sobre lo que significó la supuestamente repercusión “negativa” de su atrevimiento. Ayer, Madonna publicaba en cuenta personal de Instagram el siguiente mensaje: 

“Hace treinta años publiqué un libro llamado S.E.X. que incluía fotos de hombres besando a otros hombres, mujeres besando a mujeres y yo misma besando a todo el mundo. En él, también escribí sobre mis fantasías sexuales y compartí mi punto de vista sobre la sexualidad de forma irónica. Me pasé los años siguientes siendo entrevistada por gente estrecha de miras que intentaba avergonzarme por empoderarme como mujer. Me llamaron puta, bruja, hereje y diabólica. Ahora Cardi B canta sobre su coño, Kim Kardashian puede aparecer en cualquier portada enseñando el culo y Miley Cyrus puede correrse como una bola de demolición. De nada, perras”.

Después, la cantante recuperaba para su público fragmentos de una entrevista que le realizó en 1992 el periodista australiano Richard Carleton.

El presentador le preguntaba si era siquiera posible extraer un mensaje del libro, a lo que ella le reponía: “Probablemente muchos”, para después preguntarle cuál era el que había interpretado él mismo. “Me asusta”, le contesta Carleton. “Nunca había visto nada como eso”, continúa. Madonna se muestra incrédula ante esa afirmación: “¿Nunca habías leído Playboy o Penthouse?”. Él, por supuesto, le contesta que no le parece ni remotamente parecido: la comparación no es válida para él, pero ella no se queda satisfecha y le pide que explique sus motivos. “Esa foto tuya mirándote en un espejo y masturbándote… creo que es horrible”, dice él. Madonna intenta comprender por qué le parece tan terrible pero el presentador no es capaz de argumentar los motivos, a lo que ella finalmente acaba contestando: “Creo que muchas de las reacciones de la gente a ese libro son un reflejo más de esas personas que de mí misma. Esa foto te dio miedo, pero, ¿de qué tienes miedo? ¿de una mujer que es autónoma para satisfacerse sexualmente? ¿tienes miedo de una mujer que no tiene miedo a mirarse los genitales en un espejo?”. 

Como ha acabado demostrando el tiempo, Madonna estaba en lo cierto: aquella transgresión simplemente significaba la caída de un tabú relacionado con la opresión de las mujeres y treinta años después, gracias en parte a aquello, el mundo contempla de forma completamente diferente la posibilidad de que una mujer se exprese sexualmente de la misma forma que un hombre. 

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