Los aciertos y desaciertos de la alfombra roja de los Grammy

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Florence Welch celebra el color de 2013 con este diseño verde esmeralda de Givenchy que puso la nota reptil en la alfombra roja.

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De cómo Beyoncé trató, inexplicabemente, de pasar desapercibida en una gala. Su outfit bicolor lo firma Osman.

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Kimbra se alzó con el premio al mejor dúo con Goyte por Somebody I used to Know, pero a quien no debía conocer muy bien era al diseñador de su vestido. Su mix de cisne blanco y starlette en horas bajas no termina de funcionar.

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Katy Perry no acertó demasiado con este diseño verde claro.

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En los mundos de Alexa Chung no existe el invierno. La británica apostó por un look ladylike más relajado que el resto de féminas y convenció con este sencillo y efectivo vestido floreado de Valentino.

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El We are young de Fun con Janelle Monáe logró el premio a la mejor canción del año. La artista fue fiel a su indiscutible estilo masculino y acudió con un tuxedo de Moschino.

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Creemos que con este atuendo Chris Brown quiere trasladar el concepto de pureza a la audiencia, en un amago de reformar su imagen. No encontramos otra explicación plausible para defender su look de boda ibicenca en la gala.

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A Jennifer Lopez no debió llegarle la indicación de 'se ruega discreción'. Las normas están para saltárselas.

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Repetimos: sabemos que el look helénico nunca falla en cualquier sarao/boda/bautizo o gala de premios estratosférica. Kaya Jones debe ser la excepción que confirma la regla.

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Si obviamos la desafortunada combinación vestido-zapato: ¿Qué pensará Beyoncé de que su hermana Solange deslumbrase más en la alfombra roja? ¿Será su venganza por no haberla subido al escenario en la final de la Superbowl?

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Las sugerentes transparencias de Kelly Rowland en su Georges Chakra negro.

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Kelly Osbourne derrochó elegancia con este diseño con aperturas laterales.

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Justin Timberlake también se sumó al binomio del blanco y negro. Quizá de forma excesiva.

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Es científicamente imposible que Karlie Kloss no deslumbre allá por donde pisa. Ella fue una de las pocas, quizá la única, que apostó por el azul.

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Carrie Underwood de Cavalli, con corte sirena y melena ondulada. La revolución de la alfombra roja.

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Estelle y sus prints imposibles tienen todos los puntos para colarse entre las peor vestidas de la gala.

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Sin sorpresas. Jack White, como versión masculina de Morticia Adams.

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Carly Rae Jepsen, la responsable de la pegadiza 'Call me maybe' apostó por modelo de Roberto Cavalli.

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The Black Keys recogiendo el premio al mejor álbum del año.

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Nicole Kidman no falla como acompañante de su marido Keith Urban. Este año lo hizo vestida de Vera Wang.

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Hubo invitados que, al coincidir el mismo fin de semana, confundieron el carnaval con la gala. Este podría ser un buen ejemplo.

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Giuliana Rancic se posicionó como una de las más elegantes de la noche con este vestido color maquillaje.

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Ziggy Marley y su mujer Orly a su llegada a la gala en el Staples Center de Los Ángeles.

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Rocsi Diaz aprueba por su sencillez con este mono blanco.

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No existe gala de los Grammy en la que Juanes no suba al escenario a recoger un premio. Es un clásico.

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Carrie Keegan no llegó al aprobado con este extraño vestido amarillo.

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Amber Rose, embarazadísima y de negro junto a su pareja.

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Jenna Jameson, con tupé y de dorado pronto pasó a formar parte de la lista de las peor vestidas de la noche.