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4. ¿La perla llegó hasta Rusia? La Peregrina permaneció en manos de los Borbones hasta que en 1808 fue sustraida por José Bonaparte. Con ella viajó a Francia y Estados Unidos, pero regresó con ella a Europa. Napoleón III la heredó pero se la vendió en 1848 a unos nobles franceses. Se supone que no volvió a salir de Francia pero se encontró un retrato de Zinaida Yusupova, descendiente de una familia rusa de rancio abolengo, donde la joya parecía colgar de su cuello. La aristócrata habría comprado la joya en 1826 por lo que ¿hay dos Peregrinas? Más o menos: lo que esta princesa rusa poseía era La Pelegrina, una perla muy similar que también tuvo una historia de lo más azarosa.