El matrimonio entre Miguel Palacio y Hoss Intropia va camino de cumplir lo más parecido a unas bodas de plata ya que avanza fructiferamente por la pantanosa senda del éxito comercial. A Eloísa Bercero (presente en el front row) no sé si le darán gato por liebre, -línea de precio medio frente a colección de taller- pero el caso es que los diseños de ambas se camuflan sin soltar las siluetas: eterno jodhpur y camisas de manga fruncida propias de un Palacio adherido a sus señas de identidad como los nudos que decoran sus bolsos y leggings o ribetean sus pantalones de terciopelo.
Las sedas se alternan con el georgette plisado en tonos que van del negro al salmón, burdeos o cognac y sus icónicos minivestidos -camiseros- son ahora discotequeros e incorporan lentejuelas retrorreflectantes que se enmarcan en frontales trazados entre sus lazadas. Mientras tanto, sus pitillos de estilo rejoneador -con marcada cinturilla- se rematan con escamadas toreras.
