La historia de la bota del deseo

Nació en las playas de la costa australiana y es ya un objeto indispensable en el armario de celebridades y amantes de las tendencias. En 35 años, UGG Australia ha hecho de la bota de borrego un imprescindible en toda regla: atemporal, versátil y con una legión de fieles seguidores. Pero no por ello ha dejado de crecer. Al modelo original, creado en 1978, le han seguido versiones joya, líneas masculinas y accesorios. Una historia de superventas en la que la piel de oveja es el hilo conductor.

Década de los 60: Los surferos se apropian de la idea: usan zapatillas de piel para abrigarse mientras esperan las olas en las playas de Byron Bay. Entonces las llamaban footies.

1978. Brian Smith llega a California con sus botas. Las nombra UGG Australia y empieza a venderlas.

Años 80. UGG es símbolo del estilo de vida californiano: de L. A. a San Francisco, sus creaciones se ven en la arena y el asfalto.

1990. Las botas de la firma ganan terreno y llegan hasta las montañas de Aspen, meca del esquí en invierno.

1995. La corporación Deckers compra UGG Australia y la convierte en una firma de élite. Sus botas se agotan en las tiendas.

2000. Las celebridades sucumben a las botas de borrego de la firma y Oprah las incluye en su lista de favoritos.

Nuevo milenio. UGG entra pisando fuerte en el mercado de la moda. La firma se diversifica y crece: accesorios, zapatillas, cuñas…

2004. El año del borrego según The New York Times: sube a todas las pasarelas, de París a N. Y. C.

2009. Entre escena y escena, las botas son el uniforme de rodaje de las actrices del momento.

2011. Al tiempo que viste sus botas de lentejuelas, UGG ficha al quarterback Tom Brady para su campaña.

2012. La firma lanza una línea para novias y sube a la pasarela con la marca TCN.

2013. UGG Australia celebra 35 años de superventas con cifras de venta récord: 735 mil millones de euros.