El primer desfile del calendario de la Semana de la Alta Costura, celebrado a primera hora de la mañana, bien podría haber tenido lugar en una nave espacial. Tras 8 años de ausencia, Versace ha vuelto a la primera división de la moda con una colección futurista en la que no solo los vestidos de noche con volantes rígidos, sino también las combinaciones de minishorts con chaquetas armadas y botas de plataforma por encima de la rodilla parecían recién salidos del vestuario de una adaptación cinematográfica de Tron.

También han ayudado a conseguir este efecto espacial los colores metalizados con adornos de paillettes y detalles dorados, los escotes balconette y las coletas altas y tirantes que lucían las modelos. Poco romanticismo y encaje sobre sobre seda. Una vez más, la casa de la medusa ha impregando con su sello la pasarela, fiel a un concepto de mujer sexy, atrevida e hiperfemenina.
La firma, que ha estado retransmitiendo en directo el desfile en las redes sociales, ha colgado en Twitter (@Versace) una foto de Diane Kruger como la asistente más destacada. ¿Podría ser la actriz la embajadora de Versace en la alfombra roja de los próximos Oscar?
[Lee la crónica desde París de Eugenia de la Torriente para El País]

