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De las gemelas Olsen a las princesas de Suecia: la manía de las hermanas famosas de vestirse casi idénticas

A finales de los 90 y principios de este siglo, se instauró la tendencia fraternal de lucir modelos similares con algún toque distintivo. Tenemos que hablar del estilo de las gemelas Olsen y las princesas de Suecia.

Las princesas de Suecia a su llegada a la catedral ortodoxa de Santa Sofía de Londres.
Las princesas de Suecia a su llegada a la catedral ortodoxa de Santa Sofía de Londres.getty / s moda

El 9 de julio de 1999 se casaron la princesa Alexia de Grecia y Carlos Morales en la catedral ortodoxa de Santa Sofía de Londres. Ninguna casa real quiso perderse el enlace; incluida la reina Isabel II de Inglaterra que normalmente envía a estas celebraciones románticas, en su nombre, a uno de sus hijos. Entre todas las invitadas destacaron dos. No fueron las infantas españolas –que pocas veces han estado más elegantes- ni las hermanas Miller –siempre fieles al diseñador Valentino Garavani-, sino las princesas Bernadotte. Las hijas del rey  Carlos Gustavo XVI compartieron protagonismo con los novios gracias a sus atuendos similares. Tenemos que hablar del estilo gemelas Olsen de las hermanas Victoria y Margarita de Suecia.

Aquella mañana las princesas posaron sonrientes ante los fotógrafos vestidas en tonos pastel. Victoria con un dos piezas en azul y cuerpo blanco y Magdalena con un vestido y una chaqueta rosa. Como la boda se celebró por la mañana, ambas llevaban unos pequeños sombreros. Era lo que dictaba el protocolo. La mayor en tono chocolate a juego con el bolso y las sandalias y la pequeña en rosa. Los zapatos de tacón cuadrado y el bolso eran níveos. Ninguna de las dos llevaba grandes joyas, y eso que la reina Silvia atesora una de las colecciones de alhajas más importantes de la realeza europea. Conjuntos iguales, los de las princesas, pero diferentes.

Las princesas Magdalena y Victoria de Suecia a su llegada a la boda de Alexia de Grecia y Carlos Morales en 1999.
Las princesas Magdalena y Victoria de Suecia a su llegada a la boda de Alexia de Grecia y Carlos Morales en 1999.getty

La heredera al trono de los suecos, Victoria, estaba a punto de cumplir 22 años y su hermana pequeña, Magdalena, acababa de estrenar los 17. Esta diferencia de edad entonces, como ahora, era imperceptible al ojo del espectador porque había sido educado con ambas estrenándose en todo casi al mismo tiempo. Con las pamelitas caladas casi hasta los ojos parecían mellizas. Entonces estaban de moda las gemelas. Un par en concreto: Ashley y Mary-Kate Olsen.

Las hermanas californianas comenzaron su carrera como actrices cuando apenas tenían el año de vida. Ambas interpretaron el papel de Michelle en Padres forzosos desde 1987 hasta 1995. Una práctica habitual, la de usar gemelos, cuando se trabaja con niños y bebés. El éxito de esta serie les permitió continuar su carrera infantil en televisión y dar el salto al cine. En 1999, el mismo de la boda que nos ocupa, estrenaron Cambiando Metas y Pasaporte a París. Tenían 13 años. Unas preadolescentes cuya imagen, en principio, solo debería resultar aspiracional a sus iguales –es decir a las niñas de su edad o de poca menos-. Sin embargo, las estrellas sirvieron de referente estético a casi todas las jóvenes del mundo occidental. Eran la envidia de toda la chavalería. Mientras la juventud soñaba con, por ejemplo, ver Spice World: The Movie (la delirante cinta protagonizada por las Spice Girls), a ellas las sentaban en primera fila en el estreno.

Aún faltaba un lustro para que estas gemelas fraternas (no iguales) se iniciasen en el mundo de la moda y la belleza (en 2004 lanzaron una colección bautizada como Mary-Kate y Ashley: moda real para chicas reales de ropa y cosmética para niñas de 4 a 14 años junto al gigante Walth-Mart) pero su influencia ya era notable. Por ejemplo, en la citada premier de la película de las Chicas Picantes celebrada el 22 de enero de 1998 ambas vestían camisa blanca, pantalón negro y botas. La única diferencia era el color de sus chaquetas y algún detalle sin importancia como la cantidad de bolsillos o los remates de éstos. En septiembre posaron en el photocall de la ABC Fall Kick Off Party con el mismo conjunto de camiseta de tirantes y falda. Mary-Kate en rojo y Ashley en rojo. O al revés, porque no serán idénticas, pero de aquellas no había quién las identificase. Un año después para el estreno de Ana y el Rey solo se las diferenciaba por el tono de su falda. Habían iniciado el 99 con unas fotos en un barco ambas con gorro y chubasquero amarillo pero la una con pantalón pirata claro y la otra, oscuro.

Las gemelas Olsen en el estreno de Spice World: The Movie en 1998.
Las gemelas Olsen en el estreno de Spice World: The Movie en 1998.getty

A esta ecuación de vestir parecido pero no igual que tu hermana (como han hecho siempre las Azúcar Moreno cuando actúan) hay que sumar a la intérprete Lindsay Lohan que en 1998 estrenó Tú a Londres y yo a  California, largometraje en el que da vida a dos gemelas. Lohan no tenía con quién combinarse, pero su fama y estilo similar al de las Olsen sirvió para oficializar esa tendencia a caballo entre niña y mujer. Tendencia a la que no pudieron escapar tampoco las princesas suecas. Como curiosidad: las hermanas Olsen ejercieron de anfitrionas durante la visita de Victoria de Suecia a los Estudios Universal en 2001. En esa época seguía conjuntándose con su hermana Magdalena.

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