Stuart Vevers lleva presentando la colecciones prêt-à-porter de Loewe en París, desde 2009. La de primavera-verano 2012, de inspiración años 40 y líneas muy clásicas, incluye vestidos de silueta lápiz -a media pantorrilla- o tipo sahariana -con arandelas a modo de botones- y dos piezas, estampados con figuras geométricas en zigzag y lagartijas. La piel -el más fino ante, napa o lo que parece piel de potro teñida- presente siempre en sus diseños y objeto de una colección especial (la Leather Icons), se perfora y metaliza. Los complementos tienen para esta casa de marroquinería española tanta importancia como la ropa.
Miranda Kerr en un momento del desfile.
La diseñadora burgalesa Amaya Arzuaga, tras volcar el trabajo de su segunda línea AA en Cibeles, presenta en la ciudad del Sena una partida de meticulosas piezas en tonos empolvados y perlados; mangas arqueadas, vertiginosos escotes en V -que llegan la mayoría de veces hasta el ombligo- y tejidos como el gazar o la rafia que consiguen un acabado dúctil. Sus ya míticas formas trapezoides en faldas o shorts se completan con vestidos pantalla y una línea de zapatos con suela de rayas.
Detalle de piel perforada y metalizada en uno de los vestidos de Loewe.
