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Embarazadísima de nueve meses, en una isla imaginaria y con 280.000 asistentes inventados: el ‘megashow’ de Katy Perry en Tomorrowland

La cantante, a punto de dar a luz, ofreció un espectáculo de 15 minutos en la primera edición digital del famoso y multitudinario festival electrónico belga.

Con siete minutos de retraso respecto a la hora programada (en los macroeventos digitales las divas también se hacen de rogar), Katy Perry apareció sobre un globo aerostático con forma de payaso tristón interpretando el tema que da título a su inminente nuevo álbum, Smile. Con vestido naranja premamá con topos y peluca del mismo color. Katy Perry lo tiene todo listo para editar este próximo 14 de agosto un nuevo trabajo que avanzó el sábado noche en el escenario principal de la primera edición virtual del prestigioso festival belga Tomorrowland. El show apenas duró 15 minutos, aunque no tuvo nada que envidiar a su recordada (y también breve) actuación de 2015 en el medio tiempo de la Super Bowl. Sus fans, tal como han dejado constancia en las redes sociales, están encantados con el miniconcierto.

El popurrí de canciones incluyó Teenage Dream, California Gurls, Dark Horse, un mashup de un remix de Daisies con I Kissed A Girl y Walking On Air, así como una Roar en la que el público alzó unos globos de unos elefantes circenses. Al entonar Firework, como era previsible, la pirotecnia hizo acto de presencia sobre el mastodonte escenario a modo de colofón. Estéticamente, los triunfadores de la noche fueron los miembros de su banda, una suerte de avatares arlequines con sombreros de copa gigantes que lo dieron absolutamente todo. A falta de cuerpo de baile, ellos cumplieron con creces este cometido. Lo de Perry fue un espectáculo de puro entretenemiento visual que deja la puerta abierta a que otras estrellas, teniendo presente que en los próximos meses no podrán sentir el calor de sus seguidores en vivo, recurran a este formato para promocionarse sin renunciar a la fantasiosa idiosincrasia del pop de masas.

Vista de la actuación de Katy Perry en Tomorrowland.
Vista de la actuación de Katy Perry en Tomorrowland.Tomorrowland

Dadas las circunstancias actuales, los organizadores de Tomorrowland han diseñado para este fin de semana un festival digital con ocho escenarios y un espectacular despliegue técnico 3D. Para que se hagan una idea: para el evento, el cual se desarrolla en la isla imaginaria de Pāpiliōnem, el equipo de ilustración y animación digital del festival ha creado 280.000 personas diferentes (cada uno con sus propios atributos, rasgos, luces y banderas nacionales) y un entorno que nada tiene que envidiar al que James Cameron ideó para Avatar. Ayer, más allá de la actuación de Perry, también se pudo disfrutar de la sesión de B Jones, la única dj española del cartel.

A punto de salir de cuentas, este fue el l’ook’ de la artista sobre el escenario.
A punto de salir de cuentas, este fue el l’ook’ de la artista sobre el escenario.

Estos últimos tres años, ciertamente, no han sido nada fáciles para Katy Perry. La artista no solo se enfrentó con Witness, editado en 2017, al primer gran fiasco comercial de su carrera, sino que también batalló con una depresión que le hizo replantearse seriamente muchos aspectos de su, hasta entonces, idílica vida. Así lo hizo saber a principios de este mismo año en una entrevista en Vogue India: “Sufrí una depresión y no me quería levantar de la cama. En el pasado había podido superarlo, pero en este caso algo sucedió que me hizo caer demasiados escalones. Realmente tuve que emprender un viaje de recuperación mental. Hablamos de todos nuestros diferentes órganos, pero nunca hablamos de nuestro cerebro, lo que nos mantiene funcionando al máximo”.

De hecho, a las bajas ventas de Witness, en aquel mismo año que difícilmente olvidará hay que sumarle una gran crisis con su actual pareja, el actor Orlando Bloom. “Había roto con mi novio, que ahora es el futuro padre de mi bebé. Y estaba emocionada por volar alto en mi siguiente álbum. Pero no volé alto, me estrellé. Perdí mi sonrisa. No sé si mi sonrisa alguna vez fue totalmente auténtica, pero estuve en la cima durante mucho tiempo. Tuve la validación, el amor y la admiración del mundo exterior, y luego eso cambió”, verbalizó el pasado mes en la canadiense CBC Radio, donde además confesó que le corrió momentáneamente por la cabeza la idea del suicidio. “Para mí fue muy importante el estar rota porque pude encontrarme a mí misma de una manera totalmente nueva. Así pude encontrar más dimensiones de mí misma en vez de ser una estrella del pop ambiciosa todo el rato”, agregó al respecto.

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