Cuando el entramado industrial acompaña (Sita Murt facturó en 2011 más de 24 millones de euros) y los puntos de venta no hacen más que crecer, tiene 21 tiendas propias y más de 2.000 puntos de venta repartidos por todo el mundo, no hay que darle demasiadas vueltas a una fórmula que funciona por sí misma.
Los diseños de Sita Murt hacen de materias naturales como el punto, la basa de su negocio, un elemento de lujo. Se bordan o se adornan con pedrería, se alternan con prendas de color, y lo que es más importante: se venden como churros.