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¿Cepillarse la cara? Así es el ‘dry brushing’, el ritual matutino para conseguir una piel más bonita

Ahondamos en esta técnica, predilecta de celebrities como Miranda Kerr o Gwyneth Paltrow, para aprender paso a paso cómo exfoliar la piel del rostro.

pattern brush for dry skin massage on a pastel violet background
dvulikaia (Getty Images/iStockphoto)

Nuestras abuelas lo hacían por una cuestión de recursos. Para mantener su piel bonita y sana cepillaban el rostro con un pequeño cepillito de madera. Con la fricción eliminaban células muertas y estimulaban la circulación. Esta forma de cuidado tan económica, que requiere de un solo elemento cosmético, es una adaptación del Garsham, un masaje realizado por la medicina tradicional ayurvédica cuya finalidad era exfoliar la piel y liberarla de toxinas. Hoy continúa teniendo sus devotas, especialmente ahora que gana seguidores la belleza slow, la que dice adiós a las prisas, se basa en la armonía del tiempo y defiende el enfoque del bienestar y la rutina del cuidado diario a partir de cosméticos naturales.

Los expertos alaban las bondades de este ritual del cepillado que se realiza en seco y elimina más cantidad de células muertas que cuando se hace con agua. Sus defensores aseguran que les aporta un impulso de energía, una piel más suave y un momento de pausa en un día ajetreado. Esta práctica, una de las favoritas de celebs como Miranda Kerr o Gwyneth Paltrow, suele asociarse a las rutinas corporales, sin embargo, tiene un uso alternativo menos conocido: el rostro.

La técnica del dry brushing facial consiste en usar un cepillo con cerdas sobre la piel para ofrecer un momento de autocuidado. Es un método fácil y asequible que mantiene la tez libre de congestión y así lo comparte la facialista Diana Montoya: “Exfolia de forma natural eliminando las células muertas que se acumulan y también activa la circulación y el drenaje linfático y permite eliminar toxinas. Además, estimula la regeneración celular y la piel, que gana suavidad, oxigenación y luminosidad, se encuentra más activa a los productos que luego se aplican”.

La frecuencia de uso se desvía un poco del cepillado en seco de cuerpo completo, que puede hacerse siete días por semana. En cambio, la cara, requiere de cautela y menos frecuencia. Así lo indica Nathalia Arango, propietaria del centro especializado en cosmética raw Opuntia Organic. “Aunque a nivel corporal este ritual puede hacerse todos los días, cuando se trata del rostro, con aplicarlo dos veces a la semana es suficiente”. La razón se encuentra en que la piel del rostro es más fina y mucho más delicada que la del cuerpo y no puede lidiar con tanta exfoliación, que podría causar irritación, enrojecimiento o daños en la piel.

¿Cómo iniciarse en este ritual?

Lo primero es usar la herramienta adecuada. Si has pensado aprovechar el cepillo que usas para el cuerpo, destierra esta idea de tu mente y hazte con uno para la cara, con cerdas naturales más suaves y de tamaño más pequeño “que se debe limpiar al menos una vez por semana con un jabón suave y agua y asegurarse de que se seque bien”, apunta Montoya e indica “también hay cepillos eléctricos que pueden usarse todos los días”.

La esteticista explica que los movimientos deben ser circulares y recomienda que el ritual no debe durar más de tres minutos. Estos son los pasos:

1. Se empieza desde el escote con movimientos circulares de abajo hacia arriba y del centro hacia fuera. Después se sube por el cuello con movimientos ascendentes en vertical y del centro del cuello hacia afuera.

2. En el rostro hay que ir desde el mentón hasta la zona de los pómulos y zona de las sienes. Puede hacerse de manera vertical y luego haciendo círculos de manera suave y desde la mitad del rostro hacia afuera intentando dirigir el movimiento a orejas y sienes.

3. En la frente el movimiento parte desde las cejas hacia arriba de forma vertical, haciendo círculos en forma ascendente y en diagonal dirigiéndonos hacia el nacimiento del pelo.

Este ritual conlleva muchos beneficios energéticos y nos hace sentir bien. Son las propiedades energizantes de este fenómeno wellness uno de los motivos que ha enganchado a Gwyneth Paltrow, defensora de las bondades de esta técnica. “Tiene un gran efecto detoxificante y desinflamatorio y deja un efecto activador. Por eso se recomienda hacerlo por la mañana, después de limpiar y antes de hidratar”, matiza Nathalia Arango sobre este ritual que además de mejorar la luminosidad, favorece la desinflamación de los ojos y dibuja el óvalo facial. Sirve para todo tipo de pieles, “menos en caso de acné, dermatitis o rosácea avanzada. También en pieles extremadamente secas”, advierte.

Lo mejor del camino que nos lleva a cuidarnos para lucir una piel sana, es que los diferentes rituales no son incompatibles. Si quieres probar el cepillado facial en seco no tienes por qué renunciar a la exfoliación que ya aplicabas. Así lo asegura Diana Montoya: “Ambos son complementarios. Algunas veces utilizaremos los exfoliantes con AHA’s, con glicéricos o con gránulos y otras podemos apostar por el dry brushing”.

A continuación tres buenas herramientas para realizar la técnica:

Aveda. Su nombre, Tulasāra, significa moverse hacia el equilibrio en sánscrito y su diseño para la exfoliación en seco caracteriza por unas cerdas de nailon ultrasuaves con picos redondeados que masajean la piel para arrastrar con suavidad y eliminar las células muertas. La forma oval facilita acceder a todos contornos del rostro y se adapta a la palma de la mano. 40 euros.

The Body Shop. Este cepillo suave es perfecto para todos los tipos de piel. Limpia, elimina el maquillaje y estimula la circulación 10 euros.

Hydréa. Fabricado con cerdas de pelo de poni, su mango de madera de haya y tiene 15 cm de largo. Está indicado para cualquier tipo de piel, pero no es apto para veganos. Purifica en profundidad a los poros, exfoliando suavemente la piel y deja el rostro y brillante. 6,10 euros en Amazon.

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