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¿El destino favorito de los nuevos diseñadores? Moda masculina que también visten las mujeres

Las prendas de hombre atraen a los diseñadores noveles. Más allá de la oportunidad económica, seducen los nuevos roles de género y el potencial creativo.

Dos de las propuestas de Mans.
Dos de las propuestas de Mans.JORGE PÉREZ ORTIZ
Patricia Rodríguez

De las ocho firmas finalistas al prestigioso premio LVMH del año pasado, seis crean ropa de hombre. No es una eventualidad del certamen, sino síntoma de un patrón que se repite desde hace años: los creativos emergentes que han acaparado la atención en el último lustro se han decantado por este campo. Emily Adams Bode, Bethany Williams o Kenneth Ize son algunos de ellos.

Había déficit. «Por fin llegó el momento y el movimiento natural para que los diseñadores jóvenes se introdujeran en el universo de la moda masculina desde una perspectiva contemporánea«, defiende Rocío Ortiz de Bethencourt, CEO de La tecnocreativa. «Hay un mayor interés entre los alumnos porque también lo hay en el sector en general. El traje clásico de caballero ha participado de un proceso de revitalización y modernización sin precedentes«. Una conclusión parecida a la que llegó Jaime Álvarez, director creativo de Mans, antes de lanzar su marca: «Me di cuenta de que existía un gran vacío, cuando veía en revistas o desfiles que pasaban de la típica chaqueta de grandes almacenes a la excentricidad. Yo quería aportar otra visión sin renunciar al oficio de la sastrería«. El encanto de la sastrería y sus posibilidades sedujo también a Carlota Barrera: «Siempre me he sentido muy atraída por ella y por ese componente artesanal que conlleva. El traje ha sido un símbolo de virilidad y de poder, como mujer me llama el reto de descontextualizarlo«. Precisamente la llegada de mujeres a los talleres ha revolucionado el escenario: «La sastrería era un territorio asociado al mundo masculino y a clientes con alto poder adquisitivo. Pero esto ha cambiado«, dice Ortiz de Bethencourt. Por primera vez ellas bocetan para ellos, abriendo un interesante campo: «Hacer ropa de hombre permite que las mujeres jueguen a lo que los diseñadores han jugado siempre: a crear con distancia, como observadoras«, señala Carlos Primo, jefe de redacción de moda de Icon.

«Como todo terreno inexplorado, el mundo de la moda masculina supone un campo de investigación muy sugerente ya que todo está por hacer y reinventar. Todo un reto», razona Tíscar Espadas.
«Como todo terreno inexplorado, el mundo de la moda masculina supone un campo de investigación muy sugerente ya que todo está por hacer y reinventar. Todo un reto», razona Tíscar Espadas.CHESCO PÉREZ

En su firma, Barrera busca explorar las identidades de género a través de la ropa. «Las prendas están construidas sobre cuerpos masculinos, pero la moda masculina y la masculinidad modernas tienen más fluidez hoy en día; nuestras colecciones pretenden ser sensibles a eso«. Esa deconstrucción de los estereotipos tradicionales de masculinidad genera un nuevo arquetipo que resulta muy seductor. «Los cambios igualitarios conseguidos en los últimos tiempos, nos llevan a la edificación de una moda cada vez más híbrida y ecléctica, menos sometida a prejuicios y mucho más abierta a que cada cual erija su personaje«, apunta la diseñadora Tíscar Espadas. «Generalmente la moda se ha centrado en el papel tradicional de la mujer como ser estético, mientras el hombre se servía de ella desde un rol mucho más funcional y estático, menos dado a los cambios. Hoy el hombre accede al mundo de la estética desde una perspectiva más abierta y sin prejuicios, interesado por la propia construcción de su imagen«. La desacralización de la moda, el auge del street wear o el triunfo de referentes globales como Harry Styles o Timothée Chalamet han contribuido al viraje de la demanda. Esta, por su parte, no para de ampliarse: frente a la saturación del femenino, el mercado masculino aún tiene un inusitado potencial por explotar, creciendo a mayor ritmo que la moda de mujer según datos de la consultora Euromonitor.

Sin embargo, más allá de la derivada económica o de los nuevas fronteras de la virilidad, existe otro potente gancho creativo que cautiva a los muchachos recién salidos de la escuela. «El sector posee una serie de elementos que lo hacen muy atractivo para los diseñadores de ahora y que tienen que ver con cómo se diseña la moda masculina«, cree el experto de Icon. «Aunque ha cambiado todo mucho, la moda femenina todavía arrastra una obsesión por redefinir la silueta o por crear nuevas formas y volúmenes. Frente a eso, la masculina tiene un vocabulario muy definido que deja jugar, pero de una manera más sutil, sin mucho margen de error«. Un pragmatismo que tiene que ver con cómo se viste el hombre, pero también con la necesidad de resignificar la ropa. «No hace falta que nadie venga a inventar una prenda nueva, lo que les permite concentrarse mucho en ciertos aspectos que son los que interesan a los diseñadores de hoy: en los detalles, los materiales, los procesos, las cuestiones identitarias o esas capas de significado que tiene un pantalón vaquero, que ha representado cosas muy diversas para mucha gente ajena a la moda«. Los esquemas en el atávico oficio de sastre están muy acotados y, al sortear discursos grandilocuentes, favorecen el dotar a las piezas de un nuevo aura de autenticidad. «En lugar de entrar en fantasías, van a ver por ejemplo cómo se vestía un taxista en los años setenta, y a partir de ahí desarrollan todo un vestuario utilitario«.

Alled-Martinez se ha granjeado el respeto y el reconocimiento de la industria con pocas colecciones cargadas de autenticidad.
Alled-Martinez se ha granjeado el respeto y el reconocimiento de la industria con pocas colecciones cargadas de autenticidad.ADRIÁ CAÑAMERAS

Sin líneas divisorias

El resultado, libre de afectación, conquista a todos: «Se supone que yo diseño para hombres, pero también lo compran mujeres«, cuenta Bethany Williams. Un revoltijo que no es más que un reflejo de la sociedad, que lleva años avanzando hacia un armario agender, sin precisar etiqueta: «Las camisetas, los pantalones o las parkas llevaban siéndolo mucho tiempo«, recuerda Primo.

«La moda es pendular. Algo es subversivo hasta que te acostumbras a ello; cuando lo has hecho, te parece subversivo aquello que en principio parecía mundano«, reflexiona Archie Alled Martínez, de Alled-Martinez, finalista del LVMH este 2020. Y si no, que le pregunten al Rey Sol de Francia, que presumía de más influencia en el vestir que cualquier dama de su época. Lo unisex tampoco es invento contemporáneo: varias pinturas sugieren que en el Antiguo Egipto ya lo habían descubierto. La sociedad evoluciona, pero lo hace recurriendo a argucias arcaicas. Como decía Rose Bertin, la marchante de María Antonieta, «no hay nada nuevo, salvo lo que se ha olvidado«.

Imágenes de la última colección de Carlota Barrera: «Los hombres empiezan a sentirse menos atados a ciertos estereotipos y se permiten cierta libertad a la hora de vestir, cosa que ayuda a que todo siga evolucionando».
Imágenes de la última colección de Carlota Barrera: «Los hombres empiezan a sentirse menos atados a ciertos estereotipos y se permiten cierta libertad a la hora de vestir, cosa que ayuda a que todo siga evolucionando».dr

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Sobre la firma

Patricia Rodríguez
Periodista de moda y belleza. En 2007 creó uno de los primeros blogs de moda en España y desde entonces ha desarrollado la mayor parte de su carrera en medios digitales. Forma parte del equipo de S Moda desde 2017.

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