De Dries van Noten a Isabel Marant, las marcas se alían para cambiar las reglas obsoletas de la industria

Más de un centenar de diseñadores y marcas se han aliado para crear Rewiring Fashion, una plataforma que busca hacer presión para renovar el sistema: menos colecciones, menos descuentos o menos gasto de recursos son algunas de sus reivindicaciones.

Una modelo en el último desfile de Isabel Marant. Foto: Getty

¿Necesita la industria de la moda este sistema acelerado de producción de novedades? La pregunta lleva años haciéndose, pero ahora, con muchas colecciones de primavera / verano en un almacén, y con la cadena de producción de la de otoño recién reanudada en el mejor de los casos, urge una respuesta. Al menos, si eres una firma independiente, sin ningún holding que asuma económicamente el parón.

Dries van Noten no es independiente (pertenece al grupo catalán Puig desde hace dos años) pero ha sido el que ha iniciado el debate en firme hace unos días. El diseñador, que lleva décadas al margen de las demandas de la industria (ni campañas publicitarias, ni precolecciones, ni rebajas fuera de calendario) se ha pasado el confinamiento charlando vía zoom con distintos creativos, CEO’s y directores de tienda. El resultado fue una carta abierta a los actores de la industria en que se demandaban procesos más sostenibles (menos viajes y colecciones más pequeñas), presentaciones más coherentes (dos desfiles al año), entrega de colecciones a tienda acordes con la temporada y descuentos especiales solo al final de las rebajas. Dicha carta, publicada el jueves y firmada, entre otros, por Gabriella Hearst, Rodarte y Proenza Schouler, se convirtió en viral y actualmente cuenta con más de trescientas firmas, de Oscar de la Renta a Linda Fargo (directora de compras de Bergdorf Goodman), de Erdem a Donna Karan. Pero el movimiento no quedó ahí.

Tras la carta, el editor de moda Tim Blanks comenzó a contactar a las marcas. Tras una charla en común, próvida por su medio, Business of Fashion, el pasado sábado se lanzó la web #rewiringfashion (reestructurar la moda), una especie de plataforma que engloba a casi mil marcas y desde la que se piden medidas mucho más radicales.

“Estamos haciendo frente a un sistema que frena la creatividad genuina y que no sirve a los intereses de nadie: ni diseñadores, ni minoristas, ni clientes, por no hablar de nuestro planeta”, explican en un manifiesto que han firmado, entre muchos otros, Missoni, Isabel Marant o Y/Project.

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For the past four weeks I have been part of an incredible group of independent designers, retailers and visionaries in an effort to use this moment as an opportunity to challenge the value system of our industry. How can we buy less, produce less and design better? How can we protect creativity and craft, the very reason we chose to be in this industry in the first place? How can we create a more empathetic environment that encourages designing responsibly and sustainably? @imranamed and @timblanks sent out a whatsapp text to a group of us with the intention of rewiring fashion. I am proud to have been part of this group and learn from these brilliant minds. It has given me hope and inspiration to see us all come together in this way and try to do collectively what we can not do individually. Thank you all for these 4 precious hours every week. What follows is a proposal, a start to a conversation that we hope will include a lot more voices that will help shape it. xx Mary #REWIRINGFASHION @rewiringfashion

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Entre las medias que proponen; reordenar el calendario de desfiles para que la llegada a tienda esté más cerca (hasta ahora pasan como mínimo seis meses) y evitar así tanto las copias del low cost como la pérdida de atención de sus clientes potenciales; economizar recursos y hacer desfiles mixtos y con formato libre (“no hemos cambiado este ritual desde hace cincuenta años y no estamos optimizando la potencia del digital”, dicen) y anular, desde sus respectivas empresas, la cultura generalizada de la compra con descuento, cancelando eventos como el Black Friday o las rebajas en mitad de temporada.

Cambiar todas estas reglas no escritas puede parecer sencillo, pero no lo es en absoluto. Por un lado, porque es muy difícil ser el verso suelto en una industria cuyos calendarios y procesos están regulados por organismos gubernamentales (la Chambre Sindycale de la Mode en Francia, el Brotosh Fashion Council, el CFDA norteamericano…) y, segundo, porque hace mucho que el mapa lo dominan dos grandes conglomerados, LVMH y Kering, dueños de más de la mitad de las grandes firmas de lujo conocidas. Al resto, para sobrevivir, no les ha quedado más remedio que seguir los caminos que ambos grupos empresariales han trazado: realizar mínimo cuatro colecciones al año y acelerar la rotación de producto como forma de hacer frente al low cost, poner en marcha desfiles grandilocuentes para captar la atención de sus seguidores en redes y de sus clientes potenciales o proporcionar novedades sin descanso para mantener el compromiso del público. Algunas de estas tácticas, por supuesto, funcionan, pero lo han hecho en detrimento de la creatividad, a veces incluso despojando a la moda de la parte mística que la sostiene.

El nuevo calendario propuesto por las marcas implicadas en rewiring fashion

Pero la situación está haciendo que este entorno tan polarizado esté relajando sus prácticas. No hay más remedio. El british fashion council, por ejemplo, anunció hace un par de semanas que su semana de la moda, prevista para septiembre, explorará formatos digitales más allá del mero streaming. Otros grandes nombres, como Valentino o Saint Laurent, no han dado datos concretos, pero sus directores creativos se han pronunciado en contra de los calendarios anquilosados y del desfile como formato obsoleto (y eso que ambos están muy lejos de ser independientes. Pertenecen al conglomerado qatarí Mayhoola y a Kering, respectivamente). ¿Firmará algún gran grupo el manifiesto por una moda más lenta, más sostenible y más coherente con la venta? De ser así, el proceso del cambio se aceleraría considerablemente.

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@rewiringfashion . Durant ces dernières semaines de confinement, nous nous sommes réunis sur Zoom avec un groupe de personnalités extrêmement inspirantes dans le but de repenser la mode. Créateurs, PDG ou revendeurs, tous indépendants et partageant les mêmes convictions: une croyance en la beauté, la création et l’artisanat qui sont au cœur de notre métier. . Et pourtant, nous nous trouvons dans un système de la mode qui ne correspond plus à notre époque et à notre planète. Il est temps de ralentir et de redécouvrir la magie de la mode. . Ensemble, nous avons écrit un manifesto vivant dont les premières actions sont les suivantes: . Changer le calendrier de la mode: seulement 2 fashion weeks par an aux mois de Janvier et Juin dans le but de délivrer des collections en adéquation avec les saisons et de réduire les voyages qui fatiguent notre industrie et notre planète. . Repenser le format du défilé: redonner une place centrale au client final et lier définitivement le digital et la mode. Nous avancerons les livraisons plus près de la date de nos événements pour mieux satisfaire notre communauté. . Redonner du sens aux soldes: les collections doivent retrouver une réelle longévité en boutique sans être constamment parasitées par les rabais. Les périodes de soldes doivent être décalées à Janvier pour l’hiver et Juillet pour l’été. . Nous continuons à travailler ensemble sur d’autres réflexions à propos de la rareté de nos produits et de l’impact écologique de la mode que nous partagerons prochainement. . Un immense merci à @imranamed @timblanks et l’équipe du @bof pour avoir initié ce changement. Nous sommes fiers de faire partie de cet incroyable groupe de penseurs et de visionnaires. . Cette crise sans précédent nous aura permis de nous rassembler et de construire ensemble un meilleur futur pour la mode. . #coperni #bof #businessoffashion #rewiringfashion

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Por lo pronto, casi cada día asistimos a la noticia de un gran almacén o una marca en bancarrota, y leemos cómo muchas no saben qué hacer con un stock que, en demasiadas ocasiones, está generando pérdidas de millones de euros. Por no hablar del descuadre en la cadena de producción y suministro. Pero hay algo bueno en todo esto: “para mi, lo más importante ha sido la comunicación. Gente que no se conocía entre sí está ahora hablando de punta a punta del mundo. Todos tienen claro que el futuro e sla colaboración, no la competición. Así es como se empiezan las revoluciones”, señala Tim blanks, precursor de esta iniciativa. De competir a cooperar, estamos asistiendo a la coalición de las marcas independientes para hacer frente a las estructuras impuestas por los grandes magnates del sector. ¿Será este el principio de un cambio que lleva décadas reclamándose?

 

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