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Dakota Johnson: «España me gusta más que ningún otro sitio en el mundo»

No le falta ambición. Ni belleza. Hija de Melanie Griffith y Don Johnson, la modelo y actriz es la estrella de Ben and Kate, la nueva comedia de Fox.

Dakota Johnson

De casta le viene al galgo. A la nieta de Tippi Hedren su primer papel se lo dio Antonio Banderas cuando dirigió a sus tres mujeres (Melanie, Dakota y la pequeña Stella) en Locos en Alabama. Entonces era una niña de nueve años. Hoy, con 23, tiene su propia carrera de modelo y actriz en películas como La red social, Eternamente comprometidos y la independiente For Ellen. Ahora da el salto a la televisión en Ben and Kate, la nueva comedia de situación (sitcom) que se podrá ver en España a partir del 27 de mayo en Fox. ¿El reto? Ejercer de madre soltera que intenta sacar adelante a una hija de cinco años. Ella, feliz con el proyecto, solo tiene una queja: no haber aprendido español para trabajar en España. Bueno, eso y que la tomen en serio.

Lo suyo sí es una dinastía. Es la tercera generación de actores de su familia. ¿Es absurdo preguntarle cómo le picó el gusanillo?

¡Crecí en un set! Para mí era normal ver a mi madre con peluca y vistiendo ropa que no era suya, aunque entiendo que para cualquier otro niño sería raro. Así que aprendí a ser actriz observándolos actuar. No tengo nada claro si en algún momento tomé la decisión de dedicarme a esto.

Pero tuvo que haber un día en el que se dijo: «Esto es lo que quiero ser», ¿no?

Supongo que debo darle las gracias a mi padre [Antonio Banderas] por contar conmigo en Locos en Alabama. Después de estar en tantos rodajes, tener la oportunidad de hacer algo real fue fantástico.

¿Su etapa como modelo fue para despistar?

Me dio el dinero que necesitaba para independizarme. Así pude marcharme de casa y empezar mi propia vida. Ese fue el plan.

Al menos, habrá heredado un estilo.

El mío es claro. Soy una chica Rag&Bone de los pies a la cabeza. Bueno, quizás los pies no. En cuestión de calzado, me gusta Dior.

Recientemente hablé con Mamie Gummer sobre los pros y contras de ser hija de Meryl Streep. ¿Cuál es su experiencia?

Está claro que es un arma de doble filo porque la gente espera más de ti. Dan por sentado que quieres ser actriz por ser la hija de y no por tu talento. Es duro, pero tampoco voy a negar que hay puertas que se me abren gracias a mis padres. Yo procuro trabajar duro e intento labrar mi propia carrera separada de ellos. Pero los quiero más que a nadie en el mundo y sé que harían lo que estuviera en sus manos por sus hijos.

Con lo que le habría gustado a Antonio, lo del español no parece ser lo suyo, ¿no?

¡A mí también me habría gustado! Puedo entenderlo bastante bien e incluso hablarlo, pero me encantaría ser tan buena como mi hermana Stella. Mi madre y mi hermano lo hablan bastante bien, pero a mí me dio un poco de vergüenza aprenderlo, no quería sonar como una tontita y, ahora, aquí me tienes. Aun así, me manejo y, además, España me gusta más que ningún otro sitio en el mundo.

Además de la interpretación, ¿qué ha aprendido de sus padres?

Lo difícil que es criarse sintiéndose bajo los focos de la opinión pública. Cuando eres joven y tus problemas salen a la luz, se te parte el corazón por un instante. Necesitas un hogar sólido. Tengo la suerte de haberlo tenido siempre en mis padres. Son unas personas respetadas que disfrutan de la vida, pero, en cuanto sucede algo, son criticadas por todos sin piedad. Les pasa a quienes viven bajo esta constante atención mediática.

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