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Cómo funciona el polémico test de Kibbe, que trata de encontrar lo que favorece a cada cuerpo

Analizamos con expertas la prueba de tipos de cuerpo de David Kibbe, consultor de imagen que creó su test 1987 y que gracias a TikTok vuelve a estar de moda. Nos preguntamos si funcionar y sobre todo si es suficientemente diverso con todos lo tipos de cuerpos.

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Getty Images

Internet se ha convertido en un hervidero de test de todo tipo. Desde los que te dicen la personalidad que tienes hasta los más estrafalarios que son capaces de adivinar cuántos años tienes dependiendo de la habitación que diseñes. Mezclar la fiebre por los test con algo tan creativo y en constante cambio como el mundo de la moda resulta en miles de blogs y artículos que dicen ser capaces de recomendar estilos de ropa para cada tipo de cuerpo.

Encontrar un estilo propio que además favorezca a priori puede parecer tarea fácil, pero la sobrecarga de tendencias y las novedades diarias de las marcas low cost lo hace más complicado. Pruebas como la colorimetría, las formas conocidas como reloj de arena, pera, triángulo invertido o el ahora más viral test de Kibbe se basan en los principios del diseño: proporción, equilibrio, color, contraste  etc. para hacer una aproximación a lo que potencialmente favorece a cada persona.

Para ello, se crean diferentes tipos de cuerpo estandarizados, lo que se conoce como tipificación corporal, etiquetar un cuerpo por su forma o tipo. Marián Rubio (@anatomia), asesora de imagen, dice que es una herramienta muy útil en la moda, ya que es la base de todas las asesorías: “Siempre digo que no es tu cuerpo, es la ropa que te pones. Saber cuáles son tus puntos fuertes y las prendas que pueden potenciarlos cambia la forma en la que tú te ves ante el espejo.”

Gloria Miguel, psicóloga del centro Egoki, comenta que la tipificación corporal no lleva a nada bueno. Matiza que hay a quienes sí que les puede servir, por ejemplo, a estilistas o diseñadores, para hacer bien su trabajo, ya que dependiendo de las formas de los cuerpos las prendas se hacen de una manera u otra: “No es cuestión de negar que el cuerpo tiene forma, si no quién y con qué objetivo habla de ello”.

Las bases del sistema

El test de los tipos de cuerpo de Kibbe fue creado en 1987 por el asesor de imagen David Kibbe, autor del libro Metamorfosis: Descubre tu identidad de imagen y deslumbra como solo tú puedes. Comprar una copia de la obra hoy es casi imposible, ya que las únicas disponibles cuestan alrededor de 400 euros en Amazon o eBay, pero internet ha hecho su magia y ha devuelto la atención a este método, aumentando así su alcance.

Kibbe creó un sistema de identidad de imagen en el que tiene en cuenta el esqueleto, la carne y los rasgos faciales de una persona. Los resultados están agrupados en cinco familias: dramática, clásica, natural, romántica y gamina. Para mayor precisión en esas cinco familias hay 13 identidades: dramática y dramática suave; clásica, clásica suave y clásica dramática, naturales, naturales suaves y naturales extravagantes; romántica y romántica teatral y, gamina, gamina extravagante y gamina suave.

A su vez, todas estas identidades están colocadas en una línea que va de yang (más masculino) a yin (más femenino). En el medio se coloca la familia clásica, hacia la izquierda las dramáticas y naturales que son aquellas con más ángulos, por lo tanto, más yang, y a la derecha las románticas y gaminas que tienen más curvas y se califican como yin.

Nekane Cuéllar (@nekane_loveyourself), modelo de tallas grandes, no conocía el test, pero comenta que la primera impresión le “ha horrorizado” cuando ha leído que está dividido en categorías que miden el porcentaje de feminidad y masculinidad de una persona. “Me parece completamente absurdo”, dice. La psicóloga Gloria Miguel coincide con este pensamiento: “No entiendo la necesidad de etiquetar tantos tipos de cuerpo. Vuelve a caer en unir lo que se considera ‘más femenino’ con lo romántico, las curvas… cuando la realidad es que ser y sentirse mujer va más allá de la cantidad de curvas que tengas o la falta de ellas.”

¿Un test para todas?

La creciente popularidad del test ha alegrado y a su vez preocupado al creador que, a sus 66 años, ve cómo cientos de personas en las redes sociales se creen expertas en la materia. En su más reciente entrevista para The New York Times confesó que muchos de los principios en los que basa sus argumentos se han sacado de contexto. Además, recalca: “Para hacer esto para otra persona necesitas tener experiencia (en asesoría de imagen)”.

El señor Kibbe no reniega de la importancia que tiene la presencia online y es él mismo quien participa en el grupo de Facebook Strictly Kibbe que hoy sigue siendo el único foro o página web aprobada por el creador. El grupo está compuesto solo por mujeres, exceptuando a Kibbe aunque este participa desde el perfil de su mujer.

Otro rasgo que destacar son los ejemplos que hay de cada tipo. El autor comparte en su libro una lista de celebridades que encajan en cada familia. Sus referencias son principalmente actrices de la era dorada de Hollywood y famosas de hace décadas: Sophia Loren, Ingrid Bergman, Joan Crawford, Grace Kelly, Liza Minelli, Jackie O… Pese a que las mujeres son diferentes, todas siguen un mismo patrón: son guapas y delgadas, acordes al canon de belleza que la industria y la época requerían. En la actualidad, la viralización en redes ha hecho que los ejemplos para las identidades sean más inclusivos y diversos.

Esto ha desencadenado varias opiniones. Por un lado, Adriana Boho (@adrianaboho), creadora de contenido y escritora, cree que, si bien es difícil tipificar todos los tipos de cuerpos en una sola prueba, puede ser un buen punto de partida para orientarse. Vai Sawaneh, más conocida como @betweenmyclothes, coincide en que puede ser una buena guía y añade que va dirigido a todo aquel que esté interesado en hacerlo.

Por otro lado, la asesora de imagen Marián Rubio piensa que es muy difícil verte reflejada en esas imágenes y puntualiza que hay muchos tipos de cuerpo que se quedan fuera. Aitziber Badiola (@aitziber_personalstylist), estilista personal, añade que el tipo de cuerpo y el estilo de la persona no van unidos a una métrica. Cuéllar concuerda: “No creo que ningún cuerpo esté hecho para ser encasillado en ningún test, cada uno debería ser libre de vestir como le guste”.

Gloria Miguel cree que hay que tener cuidado con este tipo de pruebas: “Puede crear patologías importantes a aquellas personas que tienen dificultades para aceptar su cuerpo, porque están viendo que no entran dentro del patrón que se lleva”. Recalca que no hay que hacer moda de los cuerpos y que los cánones de belleza, que pruebas como la de Kibbe promueven, son muy subjetivos y extremadamente confusos para personas que estén descubriendo con qué se identifican.

Todas coinciden en que la moda es una forma de expresión libre que no tiene que estar sujeta a medidas impuestas. Hacen hincapié en la importancia de una buena salud mental si se va a realizar el test de Kibbe, pues analiza de manera minuciosa todas las partes del cuerpo. Las estilistas Marián y Aitziber han sido las únicas que se han animado a hacer la prueba y ambas confiesan que, además de ser demasiado complejo, no están 100% de acuerdo con el resultado. “Me parece que eres rehén del test. La única manera de hacerlo bien es que el propio David te lo haga, porque si lo haces tú sin él, tienes la sensación de que las respuestas no son correctas”, puntualiza Marián. Finaliza diciendo que con la viralización de los tipos de cuerpo de Kibbe se ha perdido la perspectiva inicial: que fue diseñado para ser el negocio de una persona.

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