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Balenciaga demanda a la productora de su polémica campaña: «Nos han asociado horriblemente con un tema repulsivo»

La firma ha interpuesto una demanda de 25 millones de dólares contra la productora North Six Inc. y el escenógrafo Nicholas Des Jardins.

Kim Kardashian y su hija North West saliendo de una tienda de Balenciaga el pasado mes de julio en París.
Kim Kardashian y su hija North West saliendo de una tienda de Balenciaga el pasado mes de julio en París.Getty (GC Images)

Balenciaga ha decidido tomar cartas en el asunto, dar su visión de los hechos y acudir a la justicia para afrontar la polémica de sus últimas campañas publicitarias. Por un lado, una serie de instantáneas realizadas por el fotógrafo italiano Gabriele Galimberti en las que podían verse a varios niños, posando con osos de peluche en la mano que en realidad eran bolsos de la colección primavera-verano 2023. Accesorios que además llegaban decorados con cadenas, arneses y elementos que recordaban a la estética sadomasoquista o al bondage. En lo referente a este anuncio, la marca se ha hecho responsable de la mala elección de todo lo que conlleva esta producción publicitaria. «Fue una mala elección por parte de Balenciaga, combinado con un fracaso en el proceso de validación de las fotografías».

Por otro lado, una segunda campaña polémica en la que aparecen unos papeles en los que se lee parte del fallo de la corte suprema de Estados Unidos EE. UU. vs Williams, que ratificó la ley Protect, una ley federal que penaliza la publicidad, promoción, presentación o distribución de pornografía infantil en el país.  Ante este momento delicado para la firma y teniendo en cuenta los daños que le ha producido en su imagen, Balenciaga ha presentado una demanda en la que responsabiliza de esta campaña en la que se utilizaron los polémicos documentos a la productora North Six Inc. y el escenógrafo Nicholas Des Jardins. La firma pide 25 millones de dólares de indemnización.

«Como consecuencia de la mala praxis de los demandados, el público general y los medios de comunicación han asociado falsa y horriblemente a Balenciaga con el tema repulsivo y profundamente inquietante de los documentos judiciales», subraya la marca. «Los acusados son responsables ante Balenciaga de todos los daños resultantes de esta falsa asociación», continúa.

Al mismo tiempo, en un comunicado que se puede leer en la cuenta de Instagram de la firma, Balenciaga reconoce la responsabilidad de «de no haber revisado y controlado» lo que decían los papeles usados para la campaña. «La campaña debería haber replicado un entorno de oficina (…) No deberían haber utilizado unos papeles que legales que seguramente procedan de la grabación de un programa de televisión». Mientras continúan trabajando en una investigación interna para esclarecer lo que ha ocurrido, aseguran que deberían «haber hecho las cosas de otra manera» y asumen la responsabilidad haber pasado por alto una imagen que nunca debería haberse publicado.

Además, la marca sostiene que hará todo lo posible por «aprender de los errores» y reitera las disculpas a todas las personas relacionadas con la firma: celebrities y colaboradores. Una de esas celebrities que han estado muy unidas a Balenciaga en los últimos años es Kim Kardashian. Con un hilo en Twitter, la influencer y empresaria ha explicado que ha tardado unos días en dar su opinión sobre lo ocurrido «porque quería poder hablarlo con el equipo de Balenciaga para entender cómo es posible que algo así ocurra».

Las creaciones de Demma, director creativo de Balenciaga, Kim Kardashian y su exmarido Kanye West formaron un trío inseparable en el mundo de la moda en los últimos años. Ahora la celebrity se está replanteando la relación con la firma, que pertenece al grupo Kering. «Como madre de cuatro hijos, me han impactado mucho estas imágenes tan perturbadoras», continúa mientras asegura que se está «replanteando su relación con la marca» a la espera de ver «qué acciones se toman al respecto».

Por su lado, el fotógrafo de la campaña Gabriele Galimberti, fotógrafo documental que no suele trabajar en la industria de la moda, se ha defendido en la CNN asegurando que simplemente se limitó a fotografíar una campaña que se le dio hecha.“No estaba en posición de poder elegir en modo alguno ni los productos, ni los modelos [infantiles] ni ninguna combinación de los mismos. Como fotógrafo, lo único que se me pidió fue ‘iluminar’ los escenarios como se me presentaron, y sacar las fotos con mi estilo característico», ha explicado.

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