Poco queda por añadir a la polémica sobre la nueva equipación olímpica. De sobra es conocido que el uniforme que nuestros deportistas lucirán en Londres es una vergüenza. Y no hace falta compararlo con los impecables diseños de Estados Unidos, Italia o Inglaterra para darnos cuenta porque cae sobre su propio peso.
Sin embargo, además del hecho de que ningún equipo olímpico debería ser castigado con un uniforme de tan mal gusto, las críticas se están centrando también en que estas piezas no están firma por un diseñador español, sino por uno ruso. Sin embargo, no es la primera vez que encargamos la confección a una empresa extranjera. ¿Hemos necesitado un diseño tan tremendo para darnos cuenta?
A los hechos nos remitimos. Si bien en Barcelona 92 y en Sidney 2000 apostamos por marcas nacionales (Kelme y Fumarel respectivamente), no siempre ha sido así. En Atlanta 96 optamos por John Smith y hace cuatro años, en Beijing, Rafa Nadal lució diseños chinos de la marca Li-Ning (la primera vez que una empresa pagó por nuestra equipación y no al contrario). Pero por aquel entonces suponemos que todos los espectadores españoles le vieron tan guapo con su sombrero y estaban tan orgullosos de su campeón que ni se percataron en la autoría del traje. O quizás no cantó tanto porque los juegos tuvieron lugar en China y el responsable de la empresa era un gimnasta.
Según publicó El País, Chema Bellón, jefe de prensa del Comité Olímpico Español comentó al respecto: "Ningún diseñador, ni marca o fabricante español se acercó al COE con ninguna propuesta. Mientras que Bosco lo hizo con una inmejorable". Sea como fuere, está claro que España dará la nota el próximo 27 de julio.
Luis Doreste y Domingo Manrique con equipación de Kelme en Barcelona 92.
Rocío Ríos con un diseño de John Smith en Atlanta 96.
Manuel Estiarte, abanderado de Sidney 2000.
En Sidney el equipo olímpico vistió de Fumarel. En la imagen, el jugador de balonmano Demetrio Lozano.
Isabel Fernández, abanderada de Atenas 2004.
David Cal lidera el equipo olímpico de Beijing 2008.
Una imagen de Rafa Nadal en Beijing 2008 que nadie criticó y en la que viste una marca china.
Así es como veremos a Nadal en Londres.
